CAPÍTULO 11

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Amelia.

Nueva tentación.

Dos días después.

Hoy es la misión, en unas horas partiremos a New York, eso es una ventaja no tendremos que viajar horas, solo serán minutos. Todos hemos estado preparándonos para esto y estuve ayudando a las chicas en los bailes, estaré trabajando con Dereck en inspecciones de que la misión salga bien y si algo sale mal seremos los principales en encargarnos de atacar al enemigo y poner a salvo a los nuestros.

—¿Quieres que te acompañe?— niego.

—No nené, solo iré al gimnasio, iré a ejercitarme un rato.

Me dirijo al gimnasio mientras sujeto mi cabello, abro la puerta pero antes de seguir me detengo debido a que escucho jadeos, cierro la puerta despacio y me escabullo en medio de las barras, me escondo tras una colchoneta que está empinada, me asomo para ver de quién trata. Me quedo estática cuando me doy cuenta que es Dereck y Valeria, los celos me llegan a la cabeza y cuando intento irme es muy tarde, él posa su mirada sobre mi y soy incapaz de moverme.

Se muerde el labio mientras me mira y sigue follandola, su mirada empieza a excitarme y la respiración se me agita.

Ella está contra una barra así que no puede verme.

—Tócate— me pide en voz baja, puedo leer sus labios a la perfección.

Ni quisiera lo pienso a la hora de salir de mi escondite y apoyar la espalda en la pared, cuando intento tocarme razono de lo que voy hacer y llego a la conclusión de que es una pésima idea, salgo del gimnasio agitada y excitada.

Voy a mi alcoba y me doy un baño intentado calmar la excitación que siento, recuerdo la mirada lujuriosa de Dereck al mirarme y su petición de que me tocara.

—Carajo, basta, BASTAA.

Me arreglo rápido y salgo de mal humor, estoy estresada por quedarme con la excitación y ganas de liberarme, no estaría nada mal follar salvajemente con Liam en su alcoba.

—¡Lia!— me abraza por la cintura y me asusto.

—Liam, me asustaste.

Hablando del rey de Roma.

—¿Lista para la misión? Me hubiese encantado verte bailar— la excitación llega otra vez.

—Estoy con las hormonas alborotadas así que mejor cállate.

—Uy, alguien aquí al parecer amaneció con ganas de...— se burla de mi.

—Cállate— me da un beso corto mientras seguimos caminando.

Veo a Valeria y Dereck caminar al lado contrario de nosotros ¡Ay no! Liam se pone a la defensiva y me abraza. Mi mirada se encuentra con la Dereck y se lame los labios disimuladamente. Estoy a punto de hiperventilar, joder me va a volver loca.

—Espero que no se te vaya la baba viendo como bailan las chicas— para mi mala suerte Liam estará de infiltrado.

—A mi la única que me vuelve loco eres tu.

—Ya lo comprobaremos— le doy un beso corto— Nos vemos luego, tengo cosas que hacer antes de ir a la misión.

—Está bien.

Me voy a la sala de tenientes y reviso los archivos que me envió el coronel, mando a la secretaría a imprimir todos los documentos y en 10 minutos aparece con mi pedido.

—Gracias.

Doy las respectivas firmas en donde pertenece, para mi mala suerte hay algunos documentos en donde se requiere la firma de Dereck, suprimo la ira e intento cobrar valor. No, no tengo que ir personalmente, alguien más puede llevarle los documentos y listo. Vuelvo a llamar a la secretaria y le pido que lleve los papeles a Dereck que debe estar en la sala de capitanes.

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