Adrián.
Dubái.
Todos nos preparamos para la misión de hoy, Amelia no a salido del camerino, solo a dejado que Liam entre a verla, sé que está nerviosa y la entiendo pero si algo llega a pasar estaremos alerta. Me asomo por el balcón con cuidado y los veo sentados con Damon Harrinton, lo atrapamos hace varios años cuando Amelia y Dereck se hicieron pasar por el y su esposa en la "misión" la cuál termino siendo la trampa en la cual secuestraron a mi hija. Pero bueno, el y su esposa estaban bajo prisión de las Fuerzas Armadas pero el FBI se quiso hacer cargo y nos obligaron a que los prisioneros los mandaramos a New York a sus prisiones, lo hicimos pero fue una pésima idea ya que lograron escapar en menos de nada.
Por esta razón no me gusta tener que ver con el FBI no hacen más que arruinar nuestros asuntos, fijo mi mirada en Thomas el cual bebe una copa de licor, aún no me creo que el sea hijo de Emma, doy un suspiro pesado y vuelvo a intentar hablar con Amelia, golpeo la puerta y ella sale. Está con un maquillaje que la hace ver irreconocible, tiene pupilentes color verdes, está vestida con un sostén ajustado adornado con perlas y monedas falsas colgando, una falda larga en capas con abertura a cada lado de sus muslos y un cinturón ajustado a las caderas con monedas adornandolo.
—Ya es hora— respira hondo y la acompaño al escenario.
Alina, Valeria, Nadia, Pamela, Gissela y Lilith ya están en sus posiciones, le doy un beso en la frente a Amelia y ella acomoda el velo que tiene en la mano poniéndolo a mitad de su rostro dejando solo los ojos descubiertos, lo sostiene con sus manos y me acerco a Alina.
—¿Nerviosa?— asiente— Tranquila pequeña lo harás bien, si te eligen cuídate mucho.
—Así lo haré— dejo un beso en su frente.
—Tranquila, cuídate chiquita— asiente y voy a mi posición.
Anuncian el baile de las 7 Diosas y las cortinas se abren dándole paso a las chicas, la música suena con un sonido leve y las chicas mueven los velos, Amelia mueve las caderas al mismo ritmo de los velos, ella es la que más resalta debido que es la que más se mueve y su vestuario color rojo resalta entre el blanco del de las otras, todos miran con atención mientras ellas bailan y realizan movimientos sexys usando sus manos y mucho más sus caderas, noto como Dereck le presta mucha atención a Amelia cuando hace movimientos con su pelvis.
Ella baja del escenario y baila entre la gente y cuando intenta acercase a la mesa de Avila sus guardaespaldas la detienen, ella no se da por vencida y baila muy cerca de su mesa provocandolos con movimientos sensuales de sus caderas. Ávila la deja acercarse y ella lo hace. Mueve sus caderas frente a él y luego pasa sus manos por el pecho de Ávila poniéndolo a mil, Dereck mira con atención y tiene la mandíbula tensa. Ávila toma a Lia de las caderas y la obliga a sentarse en su regazo, sus labios se rozan y Dereck se aparta para no seguir viendo el espectáculo.
—¿Celos llegando a la cabeza?— se ríe.
—Me molesta que vean a mi novia— esta vez yo me río de el.
—Si claro, aunque todos están concentrados en Amelia— cuando el espectáculo acaba ella se separa de Ávila mientras esté le da un fajo grande de dinero y ella lo recibe.
Vuelve al escenario y las cortinas se cierran, ahora empieza todo, el coronel informa que la zona está rodeada, alguna de ellas tiene que sacarle el USB que alguno de los tres tiene, ese USB contiene todos los secretos de la pirámide delincuencial, incluyendo el donde se esconden todos los delincuentes más importantes, si conseguimos ese USB será más fácil que capturarlos a ellos ahora. Capturarlos ahora no es el plan, por hoy solo quiero la USB y con ella tendré a toda la pirámide en la palma de mi mano y será sencillo atraparlos a todos, si consigo eso mi ejército estará en la cima, no me interesa la fama ni nada de eso, pero si quiero que mi ejército sea el más destacado.

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DESTINADOS
Teen FictionDespués de cinco largos años, Amelia a vuelto a creer en el amor y está rehaciendo su vida amorosa junto a Liam. Todo es perfecto hasta que nuevamente vuelve aparecer el hombre que cambió su vida, Dereck Reyson vuelve a Londres, pero lleva con el a...