CAPÍTULO 22

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Amelia.

Noche salvaje.

La noche transcurre entre tragos y bailes con mi prometido, mi hermana y mi mejor amiga. Las miradas de Dereck me ponen demasiado cachonda y no puedo controlarme, por esa razón bailo sexy para el y le devuelvo las miradas de deseo. Liam ya está muy ebrio y tuvo que irse porque a primera hora debe partir a Rusia para ir por su hermano menor. Son las 2 a.m. y aún no me he cansado de beber y bailar como si no hubiese un mañana.

—Hola belleza— me susurra y sonrío.

—Hasta que apareces, hace media hora no te veía y me aburrí cuando ya no tenía con quien coquetear— se ríe haciéndome erizar.

Roza sus labios en mi hombro y respira en mi oído provocando que me erice.

—Vamos, quiero coger— sonrío.

—Tocame aquí— todos están concentrados en bailar y bebiendo.

Abro las piernas y el besa mi cuello desde atrás, estruja mis pechos y jadeo. Baja su mano a mi entrepierna pero cancela su acción cuando vemos a mi padre en el segundo piso mirándonos.

—Joder— susurra.

—Vamos a una habitación— propongo y sonríe.

Me hace girar y no me importa si me está viendo mi padre o quien sea. Me da la espalda y se encamina por el gentío, me bajo de la silla y acomodo mi vestido, lo sigo hasta llegar al jardín, lo veo hablar por celular y empiezo a besar su cuello.

—Valeria, prometo que iré a verte, ahora duerme, tuve que regresar por....— hace una pausa— Okey descansa.

Cuelga la llamada y beso sus labios.

—No cuentes con que te dejaré ir con esa resbalosa— estoy demasiado ebria y tiene que sujetarme cuando me tambaleo— Vamos, quiero tener sexo salvaje.

Sonríe, empiezo a besarlo con desespero mientras acaricio su cabello, me rodea de la cintura y me separo cuando escucho que alguien carraspea la garganta.

—¿Podrían ser menos evidentes?— nos recrimina mi padre— Amelia a casa ahora.

—No— arrastro la lengua para hablar— Yo me voy a quedar con mi hombre.

Dereck vuelve a sujetarme cuando me tambaleo. La vista se me nubla y me aferro a Dereck.

—Hueles delicioso— le digo y sujeto su rostro— Eres el hombre más sexy— medio me río— Tú, escúchame bien, tú vas a volver a ser solo mío y no tienes otra opción, ya lo decidí, serás solo mío y ni la resbalosa de Valeria podrá impedir que tu y yo estemos juntos.

—Estás muy ebria, vámonos— me pide mi padre y niego.

—Vete tú, llévate a Mariana y Brisa, yo me quedo con Dereck.

—De ninguna manera— me toma del brazo.

—¡Sueltame!

—Amelia, es mejor que te vayas con tu padre— hago un puchero y medio se ríe—Deja de ser caprichosa.

—No me voy a mover de aquí sino es contigo, aparte soy caprichosa porque te recuerdo que cuando me secuestraste me mimabas mucho— me cubre la boca y besa mi frente.

—Bien, llévala a casa antes del medio día— le ordena mi padre y sonrío, me acerco a el y rodeo su cuello.

—Eres el padre más increíble del mundo, ¿sabías eso?— beso su mejilla— Señor ministro lo amo.

Besa mi frente y se va, Dereck me toma del brazo y me jala hasta la salida de la casa, me hace entrar a su auto. Me voy encima de el cuando se pone al volante.

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