Prólogo (Parte 2)

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Japón, 2005

Su Primer Cazador – Primero de Enero

En la fría nieve descansa sin fuerzas un debilitado niño de cabellos color miel, bien alborotados y con los ojos secos sin una sola lagrima. A simple vista se podía notar que se encontraba en un estado de inconsciencia, recostado de un árbol Sakura sin hojas ni flores, mirando a la nada.

Su lamentable estado era entendible, desde que nació fue dado en adopción, sus padres biológicos... no se puede decir nada bueno sobre ellos.

¿Algo extraño que le pasara?

Pues, se decía que cada familia que se acercaba y deseaba adoptarlo, sufría un terrible accidente, o se llenaban de desgracias financieras y terminaban endeudándose, incluso hubo casos en el que descubrían enfermedades de las que nunca habían sospechado y ya no podrían llevárselo a casa, de inmediato, esas familias abandonaban la idea de tener un hijo.

Los rumores del "niño maldito" se extendían en el orfanato. Una familia que decidió desafiar los rumores y lo adoptó, fallecieron poco después.

Al año siguiente la mujer de un hombre adinerado, lo conoció y vivieron los dos solos por meses como madre e hijo, pero por algo le hacían llamar ''el niño maldito''... su título hizo de las suyas y el pequeño niño volvió a estar solo.


''La verdad, si estoy maldito''


Una pequeña silueta se iba acercando hacia él entre la nieve, esa pequeña persona vestía una larga pijama de azul pálido, tenía el cabello largo hasta los hombros, y con ojos aliviados llegó a él diciéndole unas palabras amables y abrazándolo sin dudarlo.


Su Segunda Cazadora – En finales de otoño en ese mismo año

La escucharon gritar fuerte, dos niños corrían dentro de una elegante casa con largos pasillos, ignoraron al adulto que los acompañaba dejándolo atrás por lo frenéticos que estaban. Se abalanzaron a seguir esa presencia definitivamente asquerosa, subieron las elegantes escaleras de la muy lujosa casa, siguieron el rastro de sangre en los escalones y corredores, llevándolos finalmente al baño principal de la habitación matrimonial.

Entraron a toda velocidad y el hombre que acompañaba a los dos niños, se lanzó con una espada y alcanzó a la bestia con estocadas innumerables. El niño de cabellos color miel corrió a auxiliar a la niña, protegiéndola de cualquier escombro o golpe que fuese dirigido en su dirección. Ella solo miraba a los ojos del niño y espabiló cuando del cuerpo de la bestia cayó al suelo.

Después de que una luz verde los cegara, el cuerpo de la bestia y la sangre, desaparecieron de las paredes y suelos, pero al quitar todo aquello, dejó al descubierto un hombre horrorizado y tembloroso que se hallaba bajo lo que era ese monstruo.


Japón, 2007

Su Tercer Cazador

Esas horribles presencias aparecían repetitivas veces y en una búsqueda del nuevo Cazador, los tres niños, sin la presencia de algún adulto, corrían entre los callejones para seguir esa presencia singular que parecía hundirse en algo sucio.

Anocheciendo, todo el recorrido los llevó a un estrecho callejón con escombros y basura, los niños al adentrarse notan una mujer de cabellos grasientos y cuerpo encorvado con un lomo abultado, ella al percatarse de la llegada de estos, lanza un grito desgarrador y huye frenéticamente escalando por las paredes y finalmente volando hacia la oscuridad. Era imposible alcanzarla o seguirla, pero bajando la mirada, había dejando atrás un niño que se mantenía temblando sobre sus rodillas.

Al acercarse y mirarle los ojos, estos se habían inundado de un profundo negro, el niño había sido maldecido y condenado a vivir con semejantes ojos negros sin remedio alguno, acompañados de dolorosas lágrimas de sangre por siempre.


Japón, 2010

Su Cuarto Cazador

Una armadura de protección roja, se había manifestado alrededor de un niño de once años como el último aliento de su madre, aquella bendición le abrazó el cuerpo hasta que la tormenta que destruyó su casa terminara.

Todo lo que había sido su hogar ahora eran silenciosas ruinas, como la tranquilidad que existe después de la tormenta, pero sin verdadera tranquilidad. El niño acudió hacia su madre y probó reanimarla, pero no funcionó.

Luego se lanzó contra su padre, que aún se mantenía con vida, pero no duró mucho tiempo. El hombre apuntaba con sus dedos un bastón clavado en el suelo, lo atrajo con una fuerza invisible y se lo entregó con firmeza en las manos.

Después de sus últimas palabras, la vibración, pulso, respiración, calidez y el brillo de los ojos se habían perdido.

Sin rendirse, repitió la reanimación presionando sus pechos una y otra y otra vez, hasta casi llegar a la locura, nadie podía detenerlo ni sacarlo de su frenesí, hasta que un niño de cabello miel le ofreció de vuelta el bastón de su padre.


''Todo lo que necesitas; es hacerte más fuerte''


Japón, 2011

Su Quinta Cazadora

Como si fuera cosa del destino el que las personas tienen que sufrir, otra vez una escena desgarradora era vista por los jóvenes que auxiliaban a dos niñas. La niña de cabellos dorados espantó a la bestia que terminó huyendo a través de un portal, en el acto solo quedó una niña viva que sujetaba el cuerpo de su hermana menor que acababa de ser devorada desde la punta de sus extremidades y ahora solo quedaba el torso con la cabeza. Entre desesperos, gritos, llantos y lamentos, la niña de cabello rojo robó una roca pesada del suelo y empezó a golpear las venas de su muñeca.


La Sexta Cazadora – Tres años más tarde – La actualidad...

Soñar despierto no crea realidad - Daydreaming not realityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora