Capítulo 1 - ¿Cuándo comencé? (Parte 1)

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*ADVERTENCIA: En el libro se tratan constantemente temas como el maltrato, el suicidio, los traumas, los problemas psicológicos y demás. También se está trabajando en traer ilustraciones, así que hay contenido gráfico/visual. No lo leas si esto podría ocasionarte un daño, lo que mas importa eres tu y tu salud ¡Eres una joya!..¡Gracias!


NOTA: Antes de leer debes saber:*Palabras escritas en cursiva son dichas por el personaje en el respectivo idioma. (¡Por favor, no olvides eso! 🤍)


Capítulo 1 – ¿Cuándo comencé?

2014 – Venezuela


Una chica al otro lado del mundo caminaba por la acera a las seis y media de la tarde rumbo a su hogar con un paquete envuelto en sus manos, aunque sus matizados ojos tenían una expresión de preocupación ella pensaba llegar a su hogar con una sonrisa.

La chica al llegar a su morada, hizo a un lado el gran portón de barrotes blancos para poder pasar, recorrió el pequeño jardín hasta que se encontró frente a su puerta, sacó su llave en la que guindaba un pequeño muñeco de plástico, sintió un curioso hormigueo que recorrió sus brazos.

Al entrar a la sala esta se encontraba oscura, avanzó al pasillo central y encendió la luz, quedó perpleja al notar el grandísimo desorden con los muebles tirados y volcados por todos lados, con rapidez buscó a alguien en la cocina, pero no encontró al culpable.

Buscó el cuchillo más grueso y afilado que encontró, escuchó pasos en la planta alta, así que caminó hacia las escaleras, avanzó por ellas que, aunque más oscuro no podían estar sabía de memoria cada escalón que debía pisar.

Escuchaba gemidos y gritos ahogados, como si alguien intentara respirar. Ya en el pasillo de planta alta, su vista se aclaró con una escasa luz proveniente de una ventana al fondo derecho y allí estaba el origen de los pequeños gritos.

Una gran y musculosa espalda que parecía tener grandes clavos perforándole y sobresalientes por todos lados, alzó sus brazos y en cada mano mantenía apresados por medio de sus cuellos a quienes pudo reconocer como sus padres.

Ma--ri...Hu--ye – Dijo la mujer en la mano derecha de esa bestia, mientras extendía la mano hacia su hija.

Después de escuchar aquello último, la horrenda bestia parecía aburrirse y se volteó, encontró una chica que sostenía firmemente un cuchillo de carnicero, en ese momento por su cabeza pasaba la idea de que ni siquiera un cuchillo como ese podría atravesar semejante cuerpo monstruoso. Pero, aun así, lanzó el cuchillo y este se clavó perforándole el centro del pecho.


"Huye"


La bestia no soltó a las víctimas, sacudió su cara y miró el cuchillo, entonces río con fuerza. No era juego, las armas eran cosquillas. Cuando volvió a mirar hacia la chica, ya no estaba. Un gran brillo morado acompañado de un viento fuerte y llamas el mismo color, desataron una ráfaga y se despertó un odio en los ojos de la bestia.

Aika retrocedió por las escaleras saltándose algunos escalones, esquivó los muebles del pasillo y llegó a la sala principal, por suerte no había trancado con llave y puso salir corriendo directamente al portón, abrió una estrecha salida y corrió a la puerta del vecino al frente.

Desesperada, dio golpes y tocaba el timbre, esperaba que la bestia se asomara por la puerta de su casa, así que no paraba de ver atrás.

Marcó en su teléfono el número de la policía, los vecinos comenzaban a responder al desesperado auxilio.

Soñar despierto no crea realidad - Daydreaming not realityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora