Capítulo 34 - Dedo abajo si te sorprendes

14 0 0
                                    


— No has cambiado nada. 

Las manos de esa cálida entidad colocaban el hueso de Takeshi de vuelta a su lugar, y como en el pasado, la herida se cerró uniformemente como si nada hubiese sucedido, sin embargo, dejó atrás una decoración de hilos de sangre. 

— Siempre viniendo hacia el peligro – la mujer suelta el brazo del jóven –... Y siempre traemos desgracia a los demás...

— Quizás... 

Empieza a decir el Takayama con ojos caídos, parecía que algo pesado se posaba en sus párpados.

— Por eso nos une la sangre..., mamá.

— ¿Señora...Takayama Hikari? – pregunta Mei apuntando sus ojos a los rasgos de la mujer finalmente formada.

Su cabello era de un rubio oscuro con mechas claras, lacio hasta los hombros y un par de iris marrones. El hecho que Takeshi la llamara así, era una sorpresa para todos en la sala. 

 — Tu, ¿fuiste la que le dio a Zhorot esa información para quitarle dedos a Takeshi...? – sospecha Jeremiah en un tono de voz severo.

A lo que ella sonríe insípidamente sin mostrar los dientes. 

— ¿Por qué... trabajas para él?... Si ya estás muerta... – pronuncia Take usando su atrevimiento. 

— El juego ya terminó, – dice ella con indiferencia – debieron guardar una pregunta al menos.

Aún la miraban con extrañeza, no podían recrear una razón por la cuál ella apareciera ahora. 

— Pero como comodín puedo: ..."Dedo abajo si ya sabes la respuesta".

Todos se quedan expectantes ¿Acababa de dar una penitencia del juego? ¿Ella es Zhorot?


"Ella no puede ser Zhorot, ese demonio tiene mucho tiempo haciendo destrozos..." – analiza Issei – ''Y los padres de Takeshi murieron hace pocos años.''


Y sorpresivamente el dedo anular derecho de Takeshi es doblado con violencia hacia atrás. A lo que la mujer continúa con la misma sonrisa hipócrita.


"¡Ésta bitch! ¿¡Qué hace!?" – piensa Jeremiah. 


— Ah, mira, parece que sí conocías la respuesta – dice la mujer – ¿Seguiste tu vida preguntando cosas que ya sabías? ¿De esa forma estuviste viviendo... hasta ahora?

Una mano la atraviesa desde la cabeza hasta el pecho, provenía del Kodai quien indagaba si la dama poseía presencia física..., pero resultó ser solo un fantasma frío e intocable.

— Si olo vas hace senti mal mi Cazador – empieza a reñir Ryusei con autoridad junto a la voz ronca por el daño del veneno –, es mejo que te vaya. Deja de buscar confundilo. Especimente orque vendiste tu alma a un demonio como ete...

Las primeras palabras del Kodai con su nueva lengua fueron algo torpes en la pronunciación, quizás seguía entumecida o los nervios aún eran precoces, lo que arruinaba parte del significado... pero, escuchar esa voz rasposa forzando la garganta y cuerdas vocales para salir, lo compensaba.

— Jeh... – la mujer se voltea hacia él y lo evalúa presuntuosamente mirándolo hacia abajo – Cuidado con lo que pedirás con esa boca.

Ryusei la atraviesa irrespetuosamente para llegar a Takeshi y tomarle la mano lastimada, canalizó el daño del dedo, lo devolvió a su lugar con facilidad y lo sanó velozmente, aunque la esencia de ese dedo no volvería, por lo cual el agarre sería más débil.

Soñar despierto no crea realidad - Daydreaming not realityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora