Capítulo 14 - Amor a primera palabra (Parte 2)

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En la mañana siguiente despidió al grupo de Miu siendo escoltado por Karu en la camioneta, con su mano en el aire les decía un adiós lleno de optimismo, tal vez saldría algo bueno de todo esto.

— Tómatelo como unas vacaciones, Aika♥ – le sugiere la Kodai Miu sentada en el copiloto –. Te ayudaré luego con los estudios que te estás perdiendo.

— Pero no te confíes porque sea un niño – le advierte Karu –, puede fácilmente llegar a...

— Comerse todos tus aperitivos... – dice tímidamente Miu.

— Secuestrar tus bolas de lana – agrega Tora desde atrás del auto clickeando en su videojuego portátil.

— Colocar un exceso de sustancias blanqueadoras y decolorar tu cabello por completo – dice Miyu.

— Esconder tu bloqueador solar – comenta Karu –, y cambiarlo por bronceador...

— Desordenar todos tus trajes que con tanto esmero ordenas por color y estilo – se queja finalmente Koishi.

— Pero si todos son iguales... – observa Miu levantando una ceja.

— ¡Para nada! – protesta – Lo que si son iguales son todas tus chaquetas de jeans.

— ¡HEY! Sabes muy bien que lo que dices es falso.

— Entonces, si puedes diferenciar tus chaquetas ¿Cómo no puedes ver la clara diferencia entre mis conjuntos?

— Lo único que cambia es el botón por si tiene uno de más, ¿Cómo lo comparas con las mías?

— ¡Tiene más que eso de diferente en cada modelo! ¡Hasta la ocasión para su uso lo cambia bastante!

— Pero si los usas todos los días sin razón – se burla torciendo los ojos y poniéndolos en blanco –. Mis chaquetas jeans son de diferentes tamaños y mangas, ¡Estás ciego!

— ~Chaquetas y mangas~ – repite con una voz burlona – ¿Y el color qué? Todas el mismo y aburrido azul.

— El mismo azul, sí, pero acompañado de plumas, cuadros, botones, gamuzado, tejido, estampado, cuero, desgaste, pelo...

— ¿Y para que te tomas un tiempo eligiéndolas cuando simplemente te las cuelgas a la cadera?

— ¡Puede que las use más tarde!

— ¿Y por qué llenaste dos maletas de chucherías y dulces? ¿Quieres padecer de diabetes? ¿O qué?

— ¡Los Kodai no sufrimos ninguna enfermedad! ¡No nos enfermamos ni de los resfriados!

— ¡Eso no quiere decir que no tengas que comer sanamente! ¡No eres ya una niña!

— ... Señorita Misora.

Se asoma Karu para dirigírsele, ignorando la discusión entre el copiloto y el pasajero que aparentaban tener cinco años de edad.

— Sorato-chan puede ser de los traviesos, pero él nunca sale de casa sin permiso, búscalo siempre adentro. Bueno, te encargamos al pequeño y al lobo, espero que te vaya bien.

— Entendido, Karu-san. Solo espero ser de ayuda para el grupo de Miu-san, tengan buen viaje.

Revisó su teléfono mientras la camioneta se alejaba por la calle del vecindario y en el chat grupal de su grupo solo se hallaba la última conversación que habían tenido todos, se trataba sobre si había suficiente harina para hot cakes en la despensa, sonrió por un momento, entonces un saludo de buenos días había aparecido en el chat de Kokoro, la saluda de vuelta, y se adentró a la casa que debía de cuidar atravesando del jardín.

Soñar despierto no crea realidad - Daydreaming not realityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora