Abro los ojos por la luz de mi ventana.
Dormí como dos horas por la extraña sensación que no me dejó pegar un ojo. Oro y me ducho antes de vestirme.
Al terminar abro la puerta y encuentro a las chicas a punto de bajar las escaleras y las saludo bajando con ellas.
_¿Estás bien?.
Me pregunta una de ella.
_Un poco, no dormí bien pero fuera de eso todo normal.
_No te vez bien, tienes ojeras y estás caliente.
Me dice tocándome la cara.
_No, ya te dije amanecí bien, ¿Cómo durmieron ustedes.
_Al parecer más bien que tú.
Me hace reír.
Llegamos al primer piso y salimos al patio, saludo a todos los que veo y las de dejo en la cocina.
_Buenos días madre.
_Buenos días cariño.
_¿Te puedo ayudar?.
_No creo preciosa, te vez horrible y estás ardiendo.
Repite la misma opción que la novicia tocándome la cara.
_Estoy bien, me siento bien.
_Anoche te vi caminando sola hacia las habitaciones de los padres, debiste haberte resfriado.
_¿Sola? No, acompañaba a uno de los padres a sus respectivas habitaciones.
Me mira como si estuviera loca.
_Bien... Si tú lo dices.
_Dime en qué te ayudo, me siento bien seguro es por el sereno.
_Ve a la biblioteca y tráeme los libros negros que están en el tercer estante y luego de eso te vas a descansar un poco por qué aunque digas que estas bien no te veo bien.
_Como digas madre.
Obedezco dándome la vuelta y empezando a caminar.
Anoche acompañe al chico que estaba en mi habitación y resulta que mi madre no vio a nadie.
Supongo que me estoy volviendo loca y todo esto fue un simple sueño.
Seguro soy sonámbula.
Subo las escaleras y camino por el pasillo, abro la biblioteca y empiezo a buscar los libros en los estantes.
Veo cuatro libros negros en donde mi madre me dijo y los tomo en mis manos.
Me doy la vuelta y un ruido me hace volver a girar, hay un libro en el suelo y lo tomo pensando como se cayó desde esa altura si nisiquiera moví ese estante.
Incubos.
Es el título del libro marcado en rojo.
Lo dejo sobre el estante y cuando me giro para irme vuelvo a escuchar el mismo ruido.
El libro que puse bien en los estantes nuevamente está en el suelo, miro para todos lados cuando empiezo a asustarme, la biblioteca está completamente vacía y tomo el libro con temor a que se vuelva a caer solo nuevamente.
Dejo el libro en mi habitación y camino bajando las escaleras.
_Gracias por los libros_me dice mi madre cuando se los entrego_Ahora vete a descansar, ya has hecho mucho.
Me da un beso en la frente y no me queda de otra que irme, al llegar a mi habitación lo primero que veo es el libro en la cama.
El corazón se me acelera por qué no estoy tan loca y recuerdo perfectamente que lo dejé en el tocador.
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Sumisa de un demonio
FantasyLos demonios invadieron la iglesia, estoy asustada pero también ciertos ojos rojos me cautivaron. Los demonios son seres despiadados que se alimentan de sus víctimas. Yo era una simple chica que amaba a Dios hasta que lo conocí, su imponente figura...