Le di un beso a un demonio, mi madre me matará cuando se de cuenta de tal barbaridad que he hecho.
Me levanto de la cama y me doy una ducha rápida, me coloco una túnica y oculto mi cabello debajo de un pañuelo, salgo afuera después de tantos días acostada.
Me olvidó por un momento del demonio y me desayuno con ricas frutas, nado un rato en el manantial y ayudo a mi madre con lo que necesita.
Acepté el trato de un demonio y no se que pasará ahora, al anochecer estoy tan agotada que me dirijo a mi habitación rápidamente, me quito la túnica y me quedo desnuda.
Me quedo descalza y me meto a la ducha, enjuagó mi cuerpo y salgo con una toalla, tomo el cepillo de dientes y abro el grifo.
Alzo la mirada y el corazón se me acelera con el reflejo que está detrás de mi, tomo valor y giro la cabeza pero no hay nadie y con la vista fijamente en el espejo lo puedo ver detrás de mi.
Sus ojos que eran rojos ahora son verdes, me vuelvo a voltear asustada pero no veo nada y en el espejo si.
Siento que me cubre la boca y en el espejo veo claramente como masajea mis cenos, siento sus mordidas en mi cuello aunque no puedo verlo lo siento.
La toalla se cae y siento sus manos bajar por mi entrepierna.
Cierro los ojos por qué esto me gané y tengo que soportarlo, se muestra cuando me voltea.
Puedo ver sus ojos que ahora son negros llenos de deseo, la maldad pura le recorre las venas. Me alza una pierna y estoy tan perdida en mi mundo que no me doy cuenta cuando masajea mi clítoris.
Suelto leves gemidos sintiendo como mueve los dedos con experiencia, siento que me quita la energía y apenas le pido que me deje.
_Pero si estoy empezando.
Me sube en el lavado y empieza a mirar mi cuerpo con una mirada turbia que da miedo, separa mis piernas y no entiendo por qué no puedo moverme.
Quiero gritarle y arrancarle la cara pero simplemente dejo que haga conmigo lo que quiera.
_No por favor.
Le hablo cuando veo sus intenciones ya que es lo único que puedo hacer.
_Tengo hambre.
Su dedo se mueve sobre mi clítoris despacio haciendo que se me escapen gemidos innecesarios.
_Mi madre se dará cuenta.
_No puede escucharte.
_Por favor déjame.
Estoy siendo tocada por un demonio y lo peor de todo es que me hechizo para no poder moverme.
_Shhhh.
Pasa las manos por mis piernas y me las marca con sus garras, me doy cuenta de que estoy completamente a su disposición con las piernas abiertas y prácticamente atada.
Sus labios tocan mi piel y perdida del placer no me doy cuenta cuando llega a mi vagina.
Desata un montón de chispas eléctricas cuando empieza a lamen mi punto débil.
Nunca en mi vida me había tocado, nisiquiera sabía que era tener un orgasmo y resulta que me estoy dejando chupar la vagina por un demonio.
_Para, por favor.
Logro decir apenas pero está tan concentrado lamiendo y chupando que me deja con la palabra en la boca.
Los gemidos se me escapan y parece disfrutarlo, tengo miedo de que mi madre entre a verme y me vea en ese estado, con las mejillas calientes y dejándome dar un oral de lo que se supone es mi enemigo.
_Ya no aguanto...
Los sentimientos se me atascan en la garganta junto con la saliva cuando siento lo que se aproxima.
Una lágrima cae de mi ojo cuando me derramo y el sigue chupando como si no quisiera dejar nada de mi.
Se levanta y puedo verle la cara, tiene restos de mi derrame en la nariz y saca su lengua larga para terminar con el, el corazón me late en el pecho rápido mientras que los ojos se me llenan de lágrimas.
_Gracias por alimentarme, mi sumisa.
_No soy tu sumisa.
_¿Se te olvida que puedo ver el futuro?_se ríe y trago saliva, no puedo creer que en un futuro sea su supuesta sumisa.
_Ya déjame tranquila, no quiero esto.
_Pero si apenas estoy empezando.
Tengo la piel roja y me arde por sus arañazos.
_Ya no quiero.
_Firmaste el trato con tu sangre y ya no hay vuelta atrás_Es lo último que dice cuando desaparece con una nube negra.
Salgo de mi trance en el que estaba metida y bajo las piernas avergonzada, me bajo del lavado y vuelvo a lavar mi cuerpo como si quisiera eliminar algo que no va a desaparecer, estoy mareada y apenas puedo caminar sin sostenerme.
Nisiquiera oro cuando me acuesto por qué estoy tan avergonzada de mi misma que no puedo servirle a Dios mientras un demonio hace conmigo lo que quiera.
Cierro los ojos despacio y no dejo de llorar de impotencia, tenia que haber salido de ese baño sin cepillarme nada.
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Sumisa de un demonio
FantasyLos demonios invadieron la iglesia, estoy asustada pero también ciertos ojos rojos me cautivaron. Los demonios son seres despiadados que se alimentan de sus víctimas. Yo era una simple chica que amaba a Dios hasta que lo conocí, su imponente figura...