CAP. 12

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Me despierto a la mañana con la sensación de no haber dormido nada, siento que me quedé dormida en el piso nisiquiera se cómo llegué aquí.

Me levanto de la cama y lo primero que hago es ducharme, me siento fatal por el hecho de estar pegada a un demonio y que no halla nada para separarme de él.

Evelin ya se fue a su escuela y estoy tan cansada que al terminar de ducharme me recuesto, siento que me maltrataron el cuerpo con clavos de acero.

Escucho como tocan la puerta y es mi prima.

_¿Amaneciste bien cariño?.

_Me siento horrible.

_No quiero que te quedes sola en la casa.

_No te preocupes por mi, voy a estar bien, solo no dormí bien.

_Les avisaré a las demás hermanas que no irás hoy.

_Te lo agradecería mucho.

Me da un beso en la frente antes de irse pero a los pocos minutos vuelve.

Trae una bandeja y la deja en la mesa de noche, me coloca un paño caliente y es cuando se va.

Logro comer algo y tomar del jugo de naranja.

_Te vez mal.

Alzo la cabeza para observar al demonio sentado en los sillones, bajo la cabeza fingiendo que no está aquí ya que por su culpa estoy así.

_Dejame descansar.

Le digo pero siento que la cama baja y lo veo sentado a mi lado.

_Tienes la casa completamente sola, hagamos algo.

_¿Disculpa? ¿Acaso no has visto mi estado?.

_Puedo arreglar eso.

Chasquea los dedos en mi cara y mágicamente me siento liviana otra vez.

_Aun así no iré a ningún lado contigo.

_¿Cuál es tu parte favorita de la casa?.

_La terraz...

No he terminado de decir bien terraza cuando estoy en ella, me mareo un poco pero logro calmarlo.

_¿Cómo hiciste eso?.

Se va al bar y se sirve un trago de alcohol.

Si me ven aquí no se que pasará conmigo.

_¿Quieres?.

_Lo siento, no tomo.

_¿A no?.

_Soy religiosa, nunca me verás con alcohol en las manos.

_Deberias probarlo.

_No gracias.

Me siento en las mecedoras que quedan a una esquina y tienen una excelente vista hacia las ventanas.

De pronto siento como me quedo pegada a ella y cintas salen de la nada y me atan a la silla, tengo los pies amarrados y las manos también.

_¿Que pasa?.

Intento soltarme pero todo es en vano, no se que pasó pero al ver al demonio sentarse frente a mi me abrió la mente.

_¿Que estás haciendo?.

_Yo nada.

Saca sus garras y me destroza la blusa de la pijama, mis cenos quedan libres e intento cubrirme y no puedo.

_Lindos pezones_Me dice haciendo que la piel se me erice.

_No me hagas esto por favor.

_Mirame a los ojos.

Levanto la cara y lo miro directamente a los ojos que se vuelven rojos en pocos segundos.

_Te voy a desatar y vas a ir tu sola y te acostarás en la cama sin ropa.

Asiento frenéticamente y me levanto de la mesedora cuando las cintas desaparecen.

No tengo control de mi cuerpo cuando empiezo a caminar, usó un hechizo en mi y caí fácilmente.

Me quito el pantalón pijama y justo como el lo pidió me recuesto desnuda.

Quiero llorar y no puedo, el aparece con una maleta en las manos y al intentar voltear la cara no puedo y me quedo quieta en mi sitio.

Veo como se acerca a mi y coloca algo en mis pezones que no tengo idea de que es pero me duele, separa mis piernas y me entra algo en la vagina que empieza a vibrar y a causar problemas dentro de mi.

Me ata las manos a la cama y no me puedo mover absolutamente nada.

Lo que sea que me puso sigue vibrando y mis gemidos se escapan lentamente, usa algo en mi que a mí parecer es un vibrador y lo se por que leí de ellos y vi fotos.

La vibración dentro de mi y la de mi clítoris me pone al borde del abismo y hace que haga el primer derrame y aún así no saca el vibrador si no que le pone más intensidad.

_Para por favor, no puedo más.

Hace caso omiso arrancando las pinzas que puso en mis pezones, me duele tanto que muerdo mis labios presa del dolor.

_Duele.

Le digo cuando me saca del hechizo y puedo moverme pero sigo con las manos atadas.

Me quita el vibrador pero deja el otro dentro de mi.

_Portate bien.

El vibrador hace que vuelva al derrame nuevamente y muerdo mis labios para no gritar, el placer se mezcla con el dolor por qué nunca me había puesto uno de esos y me está maltratando.

La electricidad corre por mis venas y estoy tan mojada que no se cómo describir que ya mojé la cama.

Veo la gloria cuando retira el vibrador y trato de decirle algo pero me cubre la boca con una cinta.

Le suplico con la mirada pero no me obedece subiéndose a la cama.

_No puedo follarte ahora pero si me darás de comer.

Usó los labios, la lengua, los dedos y todo lo que pudo para sacarme tantos orgasmos como quiso, me dejó con las piernas temblando en la cama y finalmente desapareció.

Sumisa de un demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora