Sumisa de un demonio

CAP. 26

Todavía no es mi hora part 3...

_¿Dónde estoy?.

Hablo.

Mi voz suena lejos, como si estuviera en un vacío.

Esta oscuro y me levanto del piso caminando en la oscuridad sin saber a dónde ir o que hacer o donde estoy.

Todo está tan confuso.

A lo lejos escucho voces, como en una reunión donde todo el mundo da su opinión sin dejar hablar al otro.

Una voz tras otra pero una de ellas llama mi atención.

Empiezo a caminar nuevamente hacia la voz y me detengo en ese punto específico dónde la voz se escucha más cerca.

_Despierta...

Susurros empiezan a llenar mi mente y empiezo a dar vueltas intentando buscar al dueño de la voz.

_Despierta...

Me giro cuando escucho un estruendo, no logro ver bien.

Es como si miles de personas corrieran a un sitio.

Vienen hacia mi.

Empiezo a correr temiendo por mi vida, no se que está pasando pero esas cosas no son personas, son criaturas extrañas con pezuñas en vez de manos y pies.

_Corre hacia la luz...

Los susurros me guían y a lo lejos veo ese túnel que irradia una esfera de luz y mis pies se mueven más rápido hacia ella.

Las criaturas siguen detrás de mí cada vez más cerca. Luchando por alcanzarme.

Más cerca...

Más cerca...

Más cerca...

Y cuando pienso que me van atrapar logro alcanzar el túnel.

Mi mano pasa a través de la luz y mis ojos se abren.

Me despierto desesperada, el pecho me late fuerte y mi boca se abre buscando esa bocanada de aire fresco que me llena los pulmones.

Mi vista se empieza aclarar y el cuerpo me pica.

_Eva...

Llevo la vista hacia la voz.

Polar.

Me mira con un brillo en los ojos que nunca lo había visto antes, delante de mi están Lilith y polar, luciendo radiantes ambos.

Sonrío hacia su sitio y mi vista empieza a buscar otra persona.

_¿Rowan...?.

_No creyó que esto funcionaría y se fue, dijo que debíamos superarlo.

_¿Dónde está?.

Polar me ayuda a salir del sitio en el que estoy metida, un ataúd.

_Esta en el claro, cerca de la mansión.

_¿Enserio acabo de regresar de la muerte?.

_Eso parece.

_Tenia miedo, miles de personas si se puede decir me estaban persiguiendo, había una voz diciéndome que corriera hacia la luz.

_Esas personas eran almas que buscaban un cuerpo para poder salir de las penumbras, si no hubieras llegado al túnel antes que ellos, se hubieran apoderado de tu cuerpo y renacer como tú.

_Asi que antes de dejarte ir tenemos que hacerte algunas preguntas.

Las preguntas consistían en algunos recuerdos de mis pasados, con suerte pude superarlas todas.

A las pocas horas me dejaron en la mansión de rowan y caminé sola hacia el bosque intentando buscarlo.

Vi su figura justo donde dijo polar, está parado de espaldas y me encuentro raro que no sintió mi presencia.

El lago está más interesante.

_Rowan...

Lo llamo pero no obtengo respuesta alguna.

Me acerco un poco más y juego con mis dedos, nerviosa por lo que vaya a suceder.

_Rowan.

Se gira lentamente, sus ojos están rojos por al parecer un llanto.

_¿Cómo estás?.

Le pregunto preocupada pero su reacción me deja con la boca abierta.

Cae de rodillas, el pantalón de su traje se mancha de tierra, sus ojos empiezan a lagrimear.

Me acerco a el y me arrodillo también, seco sus lágrimas con las yemas de mis dedos y lo acerco a mi para que vea que soy real, para que sienta el calor de mi pecho.

_Soy yo... Estoy aquí.

_Lo siento...

_¿Por qué?.

_No creí, no pensé que te podría traer de vuelta, lo siento, me rendí.

_Esta bien, estoy aquí.

_La luna se marchitó, te perdí. No pensé que ibas a volver, no tuve fe en Lilith.

_Tranquilo.

Le beso la frente y hago que me abrace, empieza a oler mi cabello y de la nada sonríe.

Me besa la frente y con un llanto débil sonríe.

_Estas hermosa.

_Gracias...

Me levanto y lo ayudo también.

_¿Acaso mi madre sabe que morí?.

Asiente.

_Enterro tu cuerpo.

_Entonces como le diré que estoy aquí.

_¿Polar no te dijo?.

_¿Que cosa?.

Lo duda, se muerde los labios.

_Rowan... ¿Que cosa?.

_El hechizo necesitaba una persona libre de pensamientos impuros, polar habló con tu madre y si estás aquí ella ya no lo está, dió la vida por ti.