CAP. 11

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Rowan...

El rico aroma de su cabello flotando con el viento me llama la atención.

Lleva un simple bikini ajustado y sus hebras platinadas entre las yema de sus dedos.

Es atractiva por dónde sea que se le mire.

_Un poquito más y tus ojos van a estallar burbujitas de amor.

_Callate.

Joseph ya está aquí y verla a ella despejar la mente frente a la playa me pone a pensar en todas las veces en que la hice mía.

Esta enojada, puedo sentir su enojo desde aquí por qué eran unas vacaciones mía y de ella pero necesito hacer esto o no sabré que hacer con ella.

_Oye, recuerdas la vez cuando fuimos de vacaciones para Asia.

_Luchaste con un maldito cocodrilo por un pedazo de carne.

_Tenia hambre y no había comido.

_Solo pasaron dos horas.

_Y casi muero.

Recuerdo ese día perfectamente, Joseph había pasado dos horas sin comer y cuando salió a cazar un cocodrilo ya tenía su comida entre los dientes.

Duró dos días comiendo carne de cocodrilo. Fue una pelea épica.

Fue una locura.

_No lo puedo creer.

_Tienes que saber que es una carne deliciosa.

_Callate puerco, no comería esa mierda ni aunque me paguen.

No dejo de mirarla ni por un segundo, está tan llamativa y tan... Tan deliciosa.

_Ok, si estuvieras atrapado en un sitio dónde no hay salida, ni comida, ni agua ni absolutamente nada y tienes un mes sin alimentarte y de repente aparece un cocodrilo, tu estómago gruñe de solo pensar que hay comida ¿Tú qué harías?

_Podria beber su sangre pero comerlo nunca.

_Vamos viejo.

_Es que no, no imagino a alguien que no seas tú comer esa porquería.

_Yo no como porquerías.

_Si claro.

Me lanza una mirada dudosa y le levanto el dedo de medio.

_Bien ya me hartaste.

Se levanta de su silla y se aleja unos centímetros colocándose en posición defensiva.

_O, eso quieres.

_Trae tu estúpido trasero aquí, te lo voy patear gratis.

Lo miro incrédulo.

_Viejo nunca me has ganado una pelea.

_Estoy perdiendo tiempo, gallina.

_Ok ya me acabas de enfurecer.

Me levanto y dejo la bebida de lado, me paro frente a unos centímetros de el y lo miro a los ojos.

Los mueve anticipando mis movimientos, sabe que soy astuto y no sabrá cómo lo atacaré.

_¿Que es eso?¿Un cocodrilo?.

Aprovecho su distracción y con mis pies logro que caiga al suelo golpeándose las nalgas.

_¿Un cocodrilo?¿Es enserio rowan?.

Me encogí de hombros.

_Levantate.

_¿Enserio están peleando?.

_Me llamó gallina.

_No estás lejos de ser una.

_Ven aquí te voy a destrozar.

Empieza a correr por la playa y lo persigo como si fuéramos niños.

Estos momentos los vivíamos juntos todo el tiempo, desde pequeños.

Empezamos a ser serios cuando cada uno se dió cuenta de que nuestras vidas no serían iguales.

Que éramos un demonio y un híbrido y que teníamos que cambiar nuestras formas de vida, aparte de que Joseph empezó a trabajar y mi madre me obligó a construir mi propia empresa.

Eso nos separó casi de todo pero aún así no dejamos de ser hermanos.

_¡Oigan dejen de pelear!, Preparé pasta!.

Joseph se desaparece y con su velocidad de vampiro llega al lado de Eva.

Camino hasta estar cerca de ellos.

_¿No vas a comer?.

Lo miro de arriba abajo y me siento tomando el trago de la mesa.

Joseph se atraganta con la pasta por qué dice que Eva tiene unas manos divinas para cocinar pero yo no como comida humana ni aunque me encierren.

_No gracias, estoy bien.

_Vas a dejar a Eva seca.

Eva se pone roja de la vergüenza al darse cuenta de la referencia de Joseph.

Solo me alimento de orgasmos y aveces de sangre.

Suena extraño pero no tengo mas nada que decirles.

La esposa de Joseph no ha salido desde que llegó, dice que se siente mas cómoda si está dentro pero es obvio que no quiere estar cerca de Eva y ella tampoco parece querer.

Voy a lograr que esas dos sean amigas o me quitaré el nombre.

Al anochecer estábamos sentados junto a la fogata yo y Joseph, Eva está nadando y la esposa de Joseph busca leña no se dónde pero cada cinco minutos viene con un montón.

Luego de un rato Eva se colocó una toalla enorme para el frío y se sentó junto a nosotros.

Su rostro es más claro cerca del fuego y el color anaranjado de la fogata se refleja en sus ojos. No puedo negar que tengo una chica hermosa.

_Oye rowan ¿Que tal si vamos al bar?.

_¿Bar? Estamos en una isla y no hay más lugares, ¿Donde encontrarás el bar?.

Yo y Joseph nos miramos y empezamos con el plan.

_A unos metros de aquí hay otra isla pero llegaríamos en la madrugada.

_¿Y piensan ir?.

_¿Piensan? Pensamos ir todos.

Fase número uno: Completa...

Fase número dos: En curso...


Sumisa de un demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora