CAP. 2

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_Debiste aver planeado todo incluso el clima.

_No lo recordé.

_Puedes sentir tormentas, dime si viene una y olvidamos el plan de dormir al aire libre.

_No, no viene ninguna.

_Bien, entonces listo.

Me medio sonríe y se queda parado con las manos en los bolsillos, esa actitud es poca de el e inmediatamente me doy cuenta de que me quiere decir algo o tiene vergüenza o simplemente no le interesa hablar.

_¿Tienes algo más para decirme?.

_Cuando yo estaba... Cuando Lilith me lanzó el hechizo yo...

_Habla, no tengas miedo_Me siento en la cama y el decide por quedarse parado.

_Yo te soñé_Me dice y el corazón se me envuelve en ternura_Yo te veía y creía que te ibas a ir y nunca lo hacías, te quedabas a mi lado siempre sin apartarte de mi.

_Y nunca lo haré, siempre vamos a ser uno aunque recuerdo que morí por tu culpa.

Digo y sonríe sin mostrar los dientes.

_Yo no quería eso, yo simplemente quería volver a sentir calor, y decidí que en vez de tener una pareja tendría una sumisa con la que pasaría la mayor parte del tiempo.

_Me querías como un pasa tiempo.

Asiente.

_Yo lo siento si aveces te hice sentir menos.

_¿Todavía sigo siendo tu sumisa?.

_El trato aún no acaba.

Le sonrió para aliviar la tensión que se sintió de repente.

_Es la primera vez que acepto ser tu juguete.

_Y nunca me cansaré de jugar.

_Los incubos no duermen_Le digo señalando la cama con mis manos.

_No es para dormir.

De un momento a otro lo tengo frente a mi con los ojos rojos, recibo sus labios lentamente y poco a poco se vuelve más ardiente con un dije de deseo, la lujuria está presente en sus ojos y el vicio de querer probarme no se le quita cuando chupa mis cenos.

Arqueo la espalda y dejo que acaricie mi cuerpo con sus uñas que me lastiman pero poco me importa soltando leves gemidos. Cierra las cortinas que cubren la cama y me vuelve a besar con más intensidad, con más pasión.

_Quítate la ropa_me dice e inmediatamente empiezo a retirar mis prendas.

Me quito el baby doll con su ayuda, las bragas y el sujetador. No se que me pasa cuando estoy cerca de este hombre pero todo lo que hace me llama, me excita y me pone al borde con solo un susurro.

_Se una niña obediente y vamos a disfrutar nuestra luna de miel.

_Todo lo que quieras.

Se quita su ropa y dejo que siga con los besos mojados que me erizan la piel, su miembro erecto toca mi entrada y me estremezco hasta tal grado de soltar un jadeo inesperado.

Empieza a entrar suavemente y siendo cuidadoso con mi estrechez, no se si es que yo soy muy pequeña o el es muy grande así que me voy por la segunda opción sin mas remedio, sus gemidos se unen a los míos y la respiraciones abandonan nuestros cuerpos con sus embestidas que me dejan cansada.

Poco a poco me voy soltando y dejando que haga conmigo lo que el quiera, y lo que le da la gana. Me toma del cabello sin piedad, me marca la piel, me embiste duro sin necesidad y hace que llegue a varios orgasmos en la noche.

Sumisa de un demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora