CAP. 5

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Escondo el libro bajo mi cama y me apresuro abrir la puerta con el corazón en la mano.

_Buenos días.

Me saluda el chico que llevé anoche a su habitación.

_Buenos días en que puedo ayudarte?.

Le pregunto aún más asustada que antes.

_Solo quería agradecerte por lo de anoche, le pedí ayuda a varias chicas más pero no me ayudaron.

_Es un honor poder ayudarlo.

Le digo un poco más tranquila.

_¿Te encuentras bien?.

_Si gracias por preguntar.

_¿Segura?, Te vez pálida y tienes orejas.

_No es nada, solo necesito un descanso.

_No descansarás si sigues leyendo ese libro.

Veo que señala algo y el corazón me vuelve a latir rápidamente cuando veo el libro sobre la cama, juro por Dios que lo guarde debajo.

_¿Por qué?

Pregunto tragando saliva.

_Es un libro extraño, puede dar pesadillas, yo lo leí una vez y casi no dormí.

_¿Enserio?.

No dejo de mirar la cama.

_Si pero ya te dejo, descansa por qué enserio te vez mal y gracias por ayudarme.

_Siempre estoy a tu disposición.

Cierro la puerta y me quedo paralizada por qué ese tipo es el mismo de mis sueños.

Ese libro habla de el y el es un demonio que posee víctimas, no puedo hablar con el ni acercarme pero ya está dentro del convento y se que esto traerá problemas.

Dejo el libro en el tocador y me siento en la cama asustada.

Su cabello negro, sus ojos rojos, su piel blanca.

Por Dios estoy hablando con un demonio y no creo que me deje tranquila por qué hice un trato con el.

Lo mejor será no hablarlo con mi madre por que la conozco y se que no la pasará bien.

Un demonio me persigue.

.
.

Fueron días en los que no dormía bien y sentía que alguien me miraba mientras dormía, días en los que no comí y mi aspecto empeoró con el tiempo.

Los bultos debajo de mis ojos están más negros, estoy perdiendo peso y tengo pesadillas cada vez que cierro los ojos.

Dormí con mi madre y tenía que dejarla sola por las noches para no despertarla cada que me levantaba con un sueño y una pesadilla nueva.

Estoy atrapada y no se que hacer.

Me coloco una túnica blanca y guardo mi cabello rubio debajo de un pañuelo.

Intento no verme tan delgada y salgo de la habitación con mi biblia en las manos, si hay un demonio que me persigue y no me deja dormir tengo que enfrentarlo.

Me escabulló en la habitación de los padres y toca su puerta por qué se que nadie puede verlo pero yo sí.

La puerta se abre sola y entro mirando que nadie me vea.

Abro la biblia en mis manos y empiezo a mirar toda la habitación dándome cuenta de que está vacía.

Miro hacia todos los rincones hasta que siento su mirada fría sobre mi, me volteo y desde la oscuridad salen esos ojos rojos y a la luz son negros nuevamente.

_¿Te puedo ayudar en algo?.

_¿Que quieres de mi?.

Le pregunto con la biblia y las manos temblando.

_¿Disculpa?.

_No te hagas el tonto, se que eres un demonio y me dirás ahora mismo que quieres de mi.

_Veo que ya te diste cuenta.

Se ríe metiéndose las manos en los bolsillos, viene en traje como siempre y miro los ojos que estuve evitando por días.

_Dime que quieres de mi.

_No quiero nada de ti.

_¿Entonces por qué estoy delgada?, Tengo ojeras por qué no duermo bien y miles de pesadillas, ¿Que estás haciendo conmigo?.

_Te robo energía.

Responde encogiendo sus hombros.

_¿Te parece normal?.

_Es así, llegarás hasta un punto donde no podrás levantarte de tu cama y allí es donde entro yo.

Empieza acercarse y tomo la biblia fuerte entre mis manos.

_Ya que sabes de mi no te puedo ocultar nada y ya que eres mía no puedes escapar de mi.

_No soy tuya.

_¿A no?.

Chasquea los dedos y mágicamente aparece un papel, el mismo papel de todos mis sueños y la huella de sangre firmada por mi en el.

_¿Que quieres de mi?.

_¡Quiero dominarte!.

Me arrebata la biblia y la envía no se a donde para sujetarme del cuello.

_Quiero quitar esa sonrisa de tu cara y que lo único que tengas es amargura, hueles tan bien y ya no puedo esperar más para tenerte junto a mi.

_No soy tuya_logro decir apenas.

_No por ahora, espero escucharte rogarme y te prometo darte los mejores orgasmos que nunca has probado en tu pequeña vida.

_Alejate de mi_no suelta mi cuello y la piel se me eriza cuando una lengua larga sale de su boca y me lame la mejilla.

_Te veré pronto mi sumisa.

Vuelvo a respirar nuevamente y la habitación está vacía cuando levanto la cabeza, las lágrimas corren por mis mejillas sin descanso.

Tomo la biblia y salgo de la habitación, empiezo a correr y me tranco en mi habitación sin dejar de llorar.

Estoy completamente jodida.

Sumisa de un demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora