Escondo el libro bajo mi cama y me apresuro abrir la puerta con el corazón en la mano.
_Buenos días.
Me saluda el chico que llevé anoche a su habitación.
_Buenos días en que puedo ayudarte?.
Le pregunto aún más asustada que antes.
_Solo quería agradecerte por lo de anoche, le pedí ayuda a varias chicas más pero no me ayudaron.
_Es un honor poder ayudarlo.
Le digo un poco más tranquila.
_¿Te encuentras bien?.
_Si gracias por preguntar.
_¿Segura?, Te vez pálida y tienes orejas.
_No es nada, solo necesito un descanso.
_No descansarás si sigues leyendo ese libro.
Veo que señala algo y el corazón me vuelve a latir rápidamente cuando veo el libro sobre la cama, juro por Dios que lo guarde debajo.
_¿Por qué?
Pregunto tragando saliva.
_Es un libro extraño, puede dar pesadillas, yo lo leí una vez y casi no dormí.
_¿Enserio?.
No dejo de mirar la cama.
_Si pero ya te dejo, descansa por qué enserio te vez mal y gracias por ayudarme.
_Siempre estoy a tu disposición.
Cierro la puerta y me quedo paralizada por qué ese tipo es el mismo de mis sueños.
Ese libro habla de el y el es un demonio que posee víctimas, no puedo hablar con el ni acercarme pero ya está dentro del convento y se que esto traerá problemas.
Dejo el libro en el tocador y me siento en la cama asustada.
Su cabello negro, sus ojos rojos, su piel blanca.
Por Dios estoy hablando con un demonio y no creo que me deje tranquila por qué hice un trato con el.
Lo mejor será no hablarlo con mi madre por que la conozco y se que no la pasará bien.
Un demonio me persigue.
.
.Fueron días en los que no dormía bien y sentía que alguien me miraba mientras dormía, días en los que no comí y mi aspecto empeoró con el tiempo.
Los bultos debajo de mis ojos están más negros, estoy perdiendo peso y tengo pesadillas cada vez que cierro los ojos.
Dormí con mi madre y tenía que dejarla sola por las noches para no despertarla cada que me levantaba con un sueño y una pesadilla nueva.
Estoy atrapada y no se que hacer.
Me coloco una túnica blanca y guardo mi cabello rubio debajo de un pañuelo.
Intento no verme tan delgada y salgo de la habitación con mi biblia en las manos, si hay un demonio que me persigue y no me deja dormir tengo que enfrentarlo.
Me escabulló en la habitación de los padres y toca su puerta por qué se que nadie puede verlo pero yo sí.
La puerta se abre sola y entro mirando que nadie me vea.
Abro la biblia en mis manos y empiezo a mirar toda la habitación dándome cuenta de que está vacía.
Miro hacia todos los rincones hasta que siento su mirada fría sobre mi, me volteo y desde la oscuridad salen esos ojos rojos y a la luz son negros nuevamente.
_¿Te puedo ayudar en algo?.
_¿Que quieres de mi?.
Le pregunto con la biblia y las manos temblando.
_¿Disculpa?.
_No te hagas el tonto, se que eres un demonio y me dirás ahora mismo que quieres de mi.
_Veo que ya te diste cuenta.
Se ríe metiéndose las manos en los bolsillos, viene en traje como siempre y miro los ojos que estuve evitando por días.
_Dime que quieres de mi.
_No quiero nada de ti.
_¿Entonces por qué estoy delgada?, Tengo ojeras por qué no duermo bien y miles de pesadillas, ¿Que estás haciendo conmigo?.
_Te robo energía.
Responde encogiendo sus hombros.
_¿Te parece normal?.
_Es así, llegarás hasta un punto donde no podrás levantarte de tu cama y allí es donde entro yo.
Empieza acercarse y tomo la biblia fuerte entre mis manos.
_Ya que sabes de mi no te puedo ocultar nada y ya que eres mía no puedes escapar de mi.
_No soy tuya.
_¿A no?.
Chasquea los dedos y mágicamente aparece un papel, el mismo papel de todos mis sueños y la huella de sangre firmada por mi en el.
_¿Que quieres de mi?.
_¡Quiero dominarte!.
Me arrebata la biblia y la envía no se a donde para sujetarme del cuello.
_Quiero quitar esa sonrisa de tu cara y que lo único que tengas es amargura, hueles tan bien y ya no puedo esperar más para tenerte junto a mi.
_No soy tuya_logro decir apenas.
_No por ahora, espero escucharte rogarme y te prometo darte los mejores orgasmos que nunca has probado en tu pequeña vida.
_Alejate de mi_no suelta mi cuello y la piel se me eriza cuando una lengua larga sale de su boca y me lame la mejilla.
_Te veré pronto mi sumisa.
Vuelvo a respirar nuevamente y la habitación está vacía cuando levanto la cabeza, las lágrimas corren por mis mejillas sin descanso.
Tomo la biblia y salgo de la habitación, empiezo a correr y me tranco en mi habitación sin dejar de llorar.
Estoy completamente jodida.
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Sumisa de un demonio
FantasyLos demonios invadieron la iglesia, estoy asustada pero también ciertos ojos rojos me cautivaron. Los demonios son seres despiadados que se alimentan de sus víctimas. Yo era una simple chica que amaba a Dios hasta que lo conocí, su imponente figura...