CAP. 6

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Al anochecer volvimos a casa y fui la primera en sentarme por qué no sentía los pies.

A lilith la dejaron en su altar y su castillo es custodiado por espectros por todos lados, si antes había presencia maligna ahora es peor.

Lo único que se es que no volverá a despertar en mucho tiempo.

_¿Cómo te sientes?.

_Me duele la espalda.

Le confieso a rowan cuando se acerca a mi quitándose la corbata.

_Somos dos.

Dice mientras se sienta en la mesa de cristal cruzando sus pies y apoyando sus manos en ella.

_¿Como una mesa puede aguantar tanto peso?.

Sonríe.

Una simple y encantadora sonrisa.

_Estoy seguro de que puede aguantar más.

Su sonrisa perfecta se curva haciendo que mis bellos se levanten.

_Eres un pervertido.

_¿Que?, No dije nada malo.

_Si claro.

_Todo está potenciado con energía de demonio_Chasquea los dedos y una ola de energía negativa me golpea acelerando los latidos de mi corazón. Líneas rojas empiezan a aparecer cubriendo el techo, las paredes e incluso el piso.

Cuando todo vuelve a la normalidad siento que puedo respirar nuevamente.

_¿Que fue eso?.

_Un espejismo.

_¿Todo es espejismo?.

_Creeme cuando te digo que no vas a querer ver la vida como es realmente.

_¿Es tan malo?

_Es escalofriante.

Siempre vi todo de color de rosa, mis padres bien felices hasta que papá murió y luego de eso e tenido una vida simple hasta que rowan apareció.

_Dice polar que se irá con su papá a su casa para que no duerma solo.

_Bien.

_Mientras tanto, ¿No quieres probar el peso de la mesa.

_Ya probamos con la casa completa, la cama es la mejor opción.

_¿Estás segura?.

Sus ojos me dicen ven y con dos pasos me estoy subiendo en sus piernas.

Entra las manos por mi vestido y puedo sentir como lo desgarra con sus dedos. Sus labios se unen a los míos y mientras más tiempo pasa más ardiente se vuelve todo.

El vestido se vuelve nada en sus manos y lo lanza lejos.

Las luces se apagan y la sala queda a oscuras, sus ojos rojos no me intimidan para nada y dejo que me deje en la mesa mientras el va por mis bragas.

Las separa un poco y de tan húmeda que estoy no es necesario más lubricación. Hunde un dedo dejándome con la respiración agitada mientras lo va moviendo despacio y con delicadeza.

Me ayuda abrir las piernas y se coloca entre ellas.

Recuesta su cuerpo un poco y empieza a lamer y morder mi cuello. Sus dedos húmedos se desplazan por mis pechos y terminan en mi boca.

No es necesario que me obligue a nada ya que con un simple toque estoy a su disposición.

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_¿Por que no nos tomamos unas vacaciones?.

_No suena mal.

_Podemos ir a un lugar relajante y disfrutar de la rica brisa.

_Que conste que no serán vacaciones.

_¿Por qué?.

_Tu buscas relajarte y yo busco hacerte mia unas mil veces más.

Sonrió cuando me besa.

_Tenemos mucho tiempo sin estar solos, tu y yo.

_La casa siempre está vacía.

_Y yo pertenezco a esa casa vacía.

_Siento mucho que te quedes sola pero no quieres hablar con la chica de Joseph, recuerda que si no hubiera sido por ti ella no estuviera aquí.

_Es mejor así.

_Claro que no lo es, ustedes las chicas siempre tienen una indiferencia.

_Rowan esa chica nos odia.

_Tu también me tenías odio.

Se levanta del sillón haciéndome a un lado.

_Y mágicamente tu odio cambió por amor.

Toma su traje y se va dejándome allí con la boca llena de saliva sin saber que decir.

Odviamente odiaba con todo mi ser a rowan pero son cosas diferentes a esa chica.

Me cubro el cuerpo con la sábana y limpio todo el desastre que creamos en la sala. Quiero recordar los momentos que pasamos juntos anoche que fueron estupendos pero simplemente la memoria se me bloquea.

No quiero hablar con ella por qué nos llamó monstruos y nos despreció diciendo que nunca saldría con un ser de la noche.

Igual que a mí el karma la golpeó con todas sus fuerzas.

Al subir al segundo piso rowan ya está vestido y sin decirme nada sale de la habitación dejando su rico aroma por el aire.

No puedo creer que se enojó conmigo por que no quiero hablar con la niña de mami.

Increíble el humor de este hombre.

Con la boca salada me ducho y me visto.

Nuevamente me doy cuenta de que me quedé sola.

No me gusta quedarme sola aunque aveces siento una pizca de felicidad ya que puedo hacer cualquier cosa pero no es tan fácil.






Sumisa de un demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora