Sumisa de un demonio

CAP. 19

Feliz cumpleaños Rowan.

La cacería.

_Buenos días prima.

_Oh! Cariño estás bien.

_Si amanecí muy bien.

Gracias a Dios hoy no desperté con sueño ni con dolor de cuerpo, en cambio me siento nueva.

Cómo si ayer no hubiera hecho un ritual.

_¿Vas al convento hoy?.

_No, hoy no, iré al supermercado y luego haré algunas cosas.

_Bien, te acompaño.

_No, está bien, necesito que me ayudes con la casa, hay unas cajas en el sótano que necesito que estén en mi habitación, ¿Crees que puedas arreglar eso en mi habitación?.

_Por supuesto, si así te ayudo.

_Bien, en el refrigerador está la comida, desayuna que no se cuándo vuelvo.

_No te preocupes prima.

_Bien.

A los pocos minutos mi prima se va y como ella me dijo al bajar al sótano están más de diez cajas.

_Bueno, ¿Por qué no?...

Así me entretengo un buen rato.

Subo las cajas una por una y las dejo en la sala.

_Bien..._miro las escaleras y respiro_A la carga.

Subo con las cajas y las dejo en la puerta de la habitación, solo me queda una y descanso un poco sentada en las escaleras.

Despertar bien no me ayudó mucho, ya me estoy mareando y me está dando hambre.

Bajo las escaleras y en vez de subir la última caja me voy a la cocina, la alacena está llena y me ayuda mucho en decidir que comer.

Me preparo algo rápido y vuelvo hacer mi trabajo, subo la última caja y me quedo parada como una vela cuando veo que todas las cajas que subí ya no están donde las dejé.

La puerta de la habitación de mi prima está abierta y con el corazón acelerado camino y al entrar no hay nadie.

Pero todos los objetos que habían en las cajas están perfectamente arreglados en los estantes y en el clóset.

Dejo la caja sobre la cama y todavía sigo sorprendida por qué no se quién lo hizo ya que solo una persona que me viene a molestar la vida haría algo así.

Confirmo mis sospechas en la habitación, Rowan está sentado tronando sus dedos en los sillones de cuero blanco.

Sonrió un poco y llego sentándome a su lado.

_¿Cuáles aventuras tienes para hoy Alicia?.

_¿Alicia?.

_En el país de las maravillas.

_Que graciosa.

_Eres el sombrerero loco.

_Tu eres la reina de corazones.

Se acerca a mi y deja sus labios plantados en los míos haciendo que mis mejillas ardan.

_Hoy es mi cumpleaños_Dice y vuelvo a sonreír.

_Feliz cumpleaños.

_Como sea, iremos de cacería, vístete.

_¿No estoy bien así?.

_No irás como una monja a una cacería.

_¿Y que me pongo?.

_Yo que se, un jeans, converse, una playera.

Se encoje de hombros.

_A diferencia de ti que siempre andas en traje, no vine con mi clóset.

_Solo vístete ok.

_Como digas sombrerero loco.

Busco lo que me pidió en el clóset.

_Oye, ¿Cuántos años cumples?.

_En la vida humana veinticinco y en la de demonio, unos trescientos.

_Increible.

Me visto rápido y me coloco las converse.

.
.

_¿Cómo es eso de cacería?.

Pregunto cuando llegamos a su casa y me sorprende que no me halla asustado y creo que esos son los efectos del ritual.

El me dijo que supuestamente di mi corazón para amarlo y creo que en realidad no hay vuelta atrás.

_Es fácil, te dejaremos escapar por un minuto y luego las cazamos.

_Suena fácil.

_No lo es_ Joseph aparece no se de donde y viene con las dos chicas de la última vez_Al que encuentre a la primera se quedará con ella por una semana y podrá hacer lo que quiera con ella.

_¿Por qué no me asusto?.

_Efectos del ritual, si hubieras sido la simple humana de la última vez ya hubieras corrido.

_O volado.

_¿Se estan burlando de mí?.

_No para nada_ dice Rowan mientras se coloca unos guantes de cuero.

Mientras ellos se preparan yo tomo mucha agua, no se que rayos me espera y nisiquiera se por que acepté esto.

Bueno Eva, es el cumpleaños de Rowan, trata de que el la pase bien.

Tres tipos más aparecen no se de donde rayos, son altos y parecen trillizos con caras casi iguales, misma vestimenta negra con guantes de cuero y cabello negro.

Cada uno viene con una chica.

_Feliz día de tu muerte.

_Espero que no dures mucho.

¿Así lo felicitan?.

Volteo la cara cuando uno de ellos me mira.

_¿Es tu...?.

_Si, mi linda y pequeña sumisa.

Los tres juntos se acercan, mantengo los ojos en mis pies como si nunca los había visto antes.

_Lindo cabello.

Me dice uno y trago saliva.

_¿De dónde vienes?.

_Responde Eva.

_Vengo de un convento.

_¿Una monja?.

_Si...

_Me gusta.

Se alejan de mi como si no hubiera pasado nada y se alinean unos con otros.

_Bien pequeñas, disfruten de la cacería.

_Corran.

Es suficiente para empezar a correr no se a donde pero me estoy metiendo a un bosque desconocido, el corazón se me acelera mientras más voy corriendo.

Trato de que no tropezar y salto los troncos caídos, no se cómo es esto supongo que lo hacen cada vez que celebran un cumpleaños pero es extraño y ya tengo miedo de participar en el.

Tengo que sobrevivir, a los pocos pasos escucho un chillido y asustada empiezo a trepar un árbol más alto que el ego de Rowan.

No se que hago pero si es una cacería no quiero morir en esto, me quito el abrigo y me quedo con la playera, subo un poco más y cuando estoy casi en la punta ato el abrigo en árbol y me lo paso por la cintura con un buen nudo.

No se si esos seres tienen super oídos o super narices pero tendrán que durar un buen poco para saber dónde estoy.

Las ramas con hojas me cubren lo suficiente y calmo mi respiración con el pasar de los minutos, sigo escuchando chillidos a lo lejos y tengo miedo de que les pasará a esas chicas.

Al menos con Rowan me siento segura.