CAP. 23

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Me dejaron en mi casa como a las cuatro de la mañana y luego de dormir unas horas me desperté y me duche.

Extrañaba mi hogar y a mi mamá.

Me levanto del piso luego de orar un rato y me pase el día ayudando en casi todo, tengo que estar ocupada en lo que sea pero no puedo estar sola, definitivamente siento que no quiero volver a ver al demonio de ojos rojos.

Si el no está dispuesto abrir su corazón hacia mi entonces tampoco tengo que hacerlo.

Al terminar con todo no sabía que más hacer, así que me puse a regar las plantas a las siete de la noche por qué no quería subir a mi habitación y ver al señor engreído sentado en mi cama esperándome para quedarse conmigo por una semana.

Así que con pena subo a mi habitación y me alivio cuando no hay nadie, me relajo un poco en la ducha y me quedo con la toalla puesta peinando mi cabello en el tocador.

No estoy tan cansada físicamente pero mentalmente necesito unas vacaciones lejos de los demonios y todo lo que tenga relación con ellos, necesito descansar bien y sentirme libre.

_¿Preparándote para mí?.

_No creo que se note mucho.

Comento cuando lo tengo detrás de mi y no dejo de peinar mi cabello intentando llevar mi mente a otro lado.

_Vine a verte.

_Me extraña.

_...¿Estás enojada?.

_No para nada, ¿Cómo crees?.

_¿Te hice algo?.

_Nada.

_Sabias que puedo hacer que sueltes la sopa.

_Pues no será necesario por qué yo sí puedo soltarla y tú no, yo sí puedo ser la presa pero tú no, yo sí puedo hablar de mi pasado o cualquier cosa pero tú no.

Dejo el cepillo de lado levantándome de mi lugar más cansada que nunca, solamente su presencia me pone al borde.

_Estas enojada...

Repite y solo aprieto los dientes para no soltarle una grosería.

Busco mi pijama y la dejo sobre la cama.

_Escucha_me preparo mentalmente_Ya no quiero esto, no quiero que sigamos juntos por qué no seré yo sola, no podré yo sola en la supuesta relación que llevamos_Acomodo mi toalla_No puedo poner sola el cien por ciento y que tú no pongas nada.

_No quiero hacer berrinches...

_Ni quiiri hicir birrinchis.

_¿Me acabas de mofar?

_Si, lo he hecho y que?.

_Eva, fíjate como le hablas a tu amo.

_¡Un amo a la mierda!_Exclamo sin creer que de verdad acabo de decir una grosería_Yo no quiero esto, no quiero ser yo sola, quiero que seamos dos, estoy cansada de esto ¿Por qué simplemente dejas la frialdad y pones de tu parte? No muerdo.

Evito que las lágrimas se me salgan.

_Vistete, saldremos, no regresas hasta mañana.

Me muerdo los labios y me dirijo hacia el baño cerrando la puerta con pestillo como si eso lo detuviera.

Simplemente me habló e ignoró todo lo que dije.

¿Por qué?, No he hecho nada malo, simplemente intento que me quiera un poco, que lo demuestre, se supone que es incubo también debería enamorarse de su víctima.

Me miro en el espejo del baño sintiendome una mierda por el hecho de no hacer que un demonio me quiera como lo quiero yo a él.

Por el simple hecho de que solo quiero un poco de atención por qué no estoy acostumbrada a tanta frialdad, estoy acostumbrada a lo cálido, a lo cariñoso y me cayó un balde de agua fría en el cuerpo y no se cómo secarme.

Seamos uno...

Las palabras se me van en la mente seguido de las lágrimas que caen sin parar, lo hago en silencio como si el demonio que estuviera detrás de esa puerta no pudiera atravesarla y ver qué estoy hecha un mar de lágrimas por amor.

Por qué no recibo el amor suficiente que hará latir mi corazón y que me darán ganas de vivir.

Respiro profundo y calmo mis lágrimas luego de unos minutos que parecieron eternos para mí, es como algo que se me pega en el corazón y solo unas simples palabras lo pueden despegar.

Quizás tenía razón al decir que ser lo que soy no es tan bueno, no estoy hecha para esto y nunca lo estaré.

Me quedo pensativa en mi burbuja y escucho los toques en la puerta, nisiquiera me esfuerzo en verla por qué no quiero ver su cara, no quiero ver nada que tenga que ver con el.

_Se que no soy romántico_Lo escucho hablar y no me inmuto_Solo necesito tiempo y no me lo das, te dije que no creo en el amor por qué lastima y necesito a alguien que se quede a mi lado, que me ame pero no quiero demostrar amor por qué por más que sienta lo mismo no lo diré, lo demostraré con hechos, no con palabras.

Siento como la mente se me va dejando aquellas palabras en mi corazón, no quiere decir te amo pero si quiere demostrarlo.

Creo que puedo vivir con eso.

¿Quién me entiende?

_Y vístete que llegaremos tarde.

Escucho sus pasos alejarse y al salir está de espaldas, me coloco la vestimenta que normalmente uso estando con el ya que nunca se sabe con que tontería saldrá.

Me coloco un abrigo y como siempre no tengo que avisarle que ya terminé por qué simplemente chasquea los dedos y aparecemos en su casa.

Estan todos aquí y mirando a una esquina está su hermano con su chica tomados de las manos, es linda con cabello corto por la barbilla, negro azabache, es pequeña y de ojos amarillos, sujeta su mano como si tuviera miedo a algo.

Se ven tan bien juntos que mirando sus manos tomadas puedo ver la dedicación que le da a ella mientras la mira a los ojos, ella le dedica sonrisas y le aprieta la mano, lo mira con admiración con delicadeza, con hermosura, puedo ver sus mejillas sonrojadas desde aquí y puedo decir que esos son mi pareja favorita.

Espero tener una así o moriré de depresión.






Sumisa de un demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora