CAP. 14

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Abro los ojos al día siguiente, un poco cansada pero no más que ayer.

Mi tía vino a visitarme en la noche y estaba tan desorientada que me quedé a dormir en mi mismo sitio.

Me levanto de la cama y me doy una ducha, Eve no está en su habitación y supuse ya se fue para su colegio, al terminar y bajar las escaleras me doy cuenta de que pasaré el día sola nuevamente.

Así que tomo uno de los libros del estante de mi tía y me preparo una taza de té.

Pasaré el día leyendo y si tengo que limpiar algo lo haré pero necesito descansar y ese demonio no dañará mi día.

Rowan.

Su nombre me llega a la cabeza inmediatamente.

Se llama Rowan un nombre único y aparte hermoso, me pongo a leer el libro y a tomar del te, más tarde me volveré a dormir por qué no aguanto la espalda.

El dolor a pelvis se me fue con la pastilla que tome en la madrugada espero y sea así.

Tengo un leve sangrado pero investigue un poco y resulta que es normal dependiendo a la velocidad que perdiste tu virginidad.

No puedo creer que yo misma hice eso, yo Eva Lincoln perdió la virginidad con un demonio llamado Rowan el cual mi madre matará si se entera.

Dejo la taza de te cuando termino y la limpio en el fregadero.

_Hueles bien hoy.

Me volteo rápidamente para observar a Rowan recostado en la pared.

Hoy no viene de traje si no que usa un jeans con unos tenis blancos y un polo negro y no pierde la costumbre con las manos en los bolsillos.

_Se dice buenos días.

Le digo para no ponerme nerviosa.

_¿Amaneciste bien?.

Me pregunta ignorando lo que le dije.

_Si gracias por preguntar.

_No fue un cumplido, no soy fan.

_¿Y tu? ¿Amaneciste bien?.

También ignoro sus palabras.

_No duermo.

_¿Que?.

_No nunca duermo.

_¿Y como...?.

_Te observo durante toda la noche, roncas mucho.

_Yo no ronco.

_Si claro.

Termino con la taza y es increíble que ya no me sienta amenazada a su lado.

_Termina, iremos a una fiesta.

_¿Fiesta?.

_Si.

_No soy fan de las fiestas, nisiquiera he ido a una.

_Una vez en tu vida no te matará.

_No pienso ir a ningún lado.

_No me harás obligarte y será mucho más peor el castigo.

Ruedo los ojos.

_No voy a ir a una fiesta.

En sus manos aparece una caja y empieza a caminar hacia mi para dejarme la caja en las manos, lo miro con una ceja levantada.

_Pontelo, no quieres que te obligue.

¿Enserio voy hacer esto?.

_No quiero ir a una fiesta por qué está prohibido, las monjas no pueden hacer este tipo de cosas.

_Te uniste con un demonio, ya no eres monja.

Me muerdo los labios por qué tiene razón en todo.

Paso por su lado con la caja y subo las escaleras, cruzó el pasillo y abro la puerta de mi habitación, el ya está sentado allí con los pies cruzados y ahora (no se como), se puso un traje.

Dejo la caja en la cama y la abro, adentro hay un contenido rojo de tela.

Saco el contenido y los ojos se me caen mirando el vestido, con ambas piernas abiertas y brillitos negros.

Tiene un corset y largo hasta los pies.

_No voy a ponerme este vestido.

_¿Por?.

_Es que muestra mucho, demasiado...

_¿Sabes cuánto tiempo le dediqué a ese vestido?.

_Lo siento no me pondré algo así.

Me voltea y mis ojos caen en los suyos que se tornan rojos.

_Te vas a poner todo el contenido de la caja y el vestido sin decir una sola palabra.

Mágicamente estoy cumpliendo su orden, me desvisto y me coloco unas bragas de hilo y un sostén que me queda hermoso pero no cabe el hecho de que usó un hechizo y ahora lo estoy obedeciendo.

No tengo el control de mi cuerpo cuando tomo los tirantes del vestido subiendo la tela de cuero por mi cuerpo, trago saliva cuando veo unos tacones super altos que me caería de solo imaginar.

Termino de ponerme los tacones y siento como desaparece el hechizo.

_No se caminar con tacones.

Es lo primero que digo cuando puedo hablar.

_Ellos lo harán por ti.

Se saca algo del bolsillo y me lo coloca en el cuello, me miro en el espejo y veo que es una gargantilla pero con una cadena que toma en sus manos llena de anillos.

_Por Dios parezco prostituta.

_¿Lista?.

_No.

_Nos vamos.

Chasquea los dedos y entonces entendí que valí madre.

No se a donde vamos pero tengo miedo de que alguien me vea con un vestido así de provocativo.

No es que se me vea mal, al contrario me queda divino con mis curvas bien formadas y mi trasero redondo con pechos normales.

El cabello rubio me cae en la cintura mientras camino como tal animal dejando que un hombre me lleve con una cadena en el cuello.

Sumisa de un demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora