CAP. 7

6.3K 354 1
                                    

Dos días.

Estoy agotada, tengo los labios secos, siento que el corazón casi no me late, la garganta me duele, la cabeza también, no siento los pies y apenas muevo los dedos.

Las consecuencias de un trato con un demonio.

Mi madre me visitó hace unos minutos y con un último suspiro hablo.

_Para ya esto, se que estás aquí, siento tu mirada, déjame.

_¿Ya te decidiste?.

Aparece a mi lado con las manos en los bolsillos.

_Por favor, quítame esto, no aguanto más _Susurro.

_Lo puedo hacer, solo necesito una cosa.

_¿Que cosa?.

_Un beso.

Este tipo está loco, nisiquiera se besar y no besaré al hombre que me tiene así.

_Lo siento.

Siento como la vida abandona mi cuerpo.

_No... Puedo...

Un último suspiro y los ojos se me cierran.

.
.
Rowan...

Poseer víctimas a lo largo de mis años fue uno de mis mejores dones que mi madre me pudo regalar.

Pero ver a una simple humana cerrar los ojos y verla perder vida en su último suspiro me toca el corazón muerto.

Ruedo los ojos y chasqueo mis dedos y la humana vuelve a la vida respirando aire como si se hubiera ahogado.

El color le vuelve a la mejilla y las ojeras desaparecen, vuelve a tener su mismo peso y empieza a mirarse las manos y mover los pies como si no fuera real.

_Decide ahora_le digo sacándola de su burbuja_Esto seguirá sucediendo hasta que a mí me de la gana.

Su energía es lo que me da vida pero si es mi sumisa no puedo matarla.

_Muchisimas gracias.

Me agradece.

_Pero tu eres un demonio y yo soy una simple humana.

_Soy un demonio y tú eres mi sumisa.

_No soy...

_Seguira sucediendo hasta que tomes una decisión, morirás y no podré traerte de vuelta.

_¿Que tengo que hacer?.

_Besarme.

_Pero... No se... Cómo.

_Solo un beso.

Me acerco hasta su altura oliendo su rico aroma a rosas que trae en el cabello.A pesar de los días que estuvo en cama su olor no la abandonó.

Se queda quieta como si no supiera que hacer y poso mis labios en los de ella.

Me separó un poco y me alejo cuando llega su madre.

Empieza a decirle lo bonita que está y lo único que responde es "te dije que iba a estar bien".

Cuando la madre por fin abandona la habitación se me queda viendo por varios segundos.

_¿Cómo funciona esto?.

_No tengo que explicarte, leíste el libro.

_Osea tengo que tener relaciones sexuales contigo?.

_Tan inocente la bebé.

_Soy virgen...

_Mucho mejor.

Se queda sentada en la cama sin saber que hacer o decir, le acabo de salvar la vida y no niego que cada vez que la folle la dejaré sin energía pero no morirá al menos que yo lo quiera.

Es mi sumisa, mi propiedad y puedo hacer lo que me da la gana con ella.

Me voy y la dejo allí perdida en su mundo.

La tortura aún no acaba, esto apenas comienza.

Seguiré observándola dormir, robaré su energía y la visitaré en sueños hasta que decida ser mía completa.

Sumisa de un demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora