CAP. 29

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Carta para rowan.

Nunca había pensado en la muerte y no me importa morir por alguien a quien amo, se supone que iban a ser unas dos semanas.

Que en esas dos semanas te vería y te besaría hasta cansarme, hasta que deje de sentir mis labios y que tú y yo viviríamos feliz.

No la estoy pasando bien, mi mamá me pregunta que por qué no entro en la iglesia y lo que no sabe es que hay una barrera invisible que me impide el paso, creo que por qué soy un demonio y no puedo entrar en iglesias.

Pero recuerdo que tú lo hiciste normal, ¿Por qué no puedo yo también?.

Siento que la vida se me va con el pasar de los días, te estoy extrañando demasiado y no se cómo describirlo, tengo algo en el corazón que no me deja ayudarlo a latir.

Siento que solo contigo podré ser volver a ser yo misma, te estoy extrañando y no sabes cuánto.

¿Recuerdas cuando nos conocimos?.

Tenía miedo pero también tus ojos me daban curiosidad, tenías algo tan bueno que llamó mi atención y aunque lo olvidé por un tiempo lo volví a recordar.

Puedo sentir sus uñas rasgar mis brazos mientras yo estaba desmayada en el suelo, abrí los ojos y vi tus ojos rojos y los volví a cerrar con tu recuerdo en la cabeza, yo sabía que eras real y que todas las noches que soñaba contigo eran real.

También recuerdo nuestro primer beso, estaba asustada pero tus labios me llamaban y aún así no me importó morir por ti.

Nuestra primera vez en el bosque.

Sabía que estaba mal y que no podía hacerlo con un demonio o mis problemas serían más grandes y aún así no me importó, no me importaba besarte y que la energía se me fuera, no me importaba morir por ti.

Lamentablemente llevé las flores a mi padre yo sola fue extraño por qué me dijiste que me acompañarías y estás tendido en una cama sin despertar.

Sabrá Dios cuando te volveré a ver y te prometo que cuando te vea no te voy a dejar solo por qué tu no lo hiciste cuando el mundo se nos caía.

Estar enamorada de un demonio tiene sus consecuencias, ya viví las cosas malas ¿Cuánto cuesta vivir las buenas?.

Un mes sin ti y siento que la vida se me va. La luna aún no se marchita y no es el final de nuestros días.

Vuelve a mi por qué no se que haré sin ti, te esperaré con los brazos abiertos, te lo prometo.

Sumisa de un demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora