Basado en hechos reales. Información no exacta, los personajes no existieron en la vida real y no tienen ninguna relación con los hechos originales.
–Es usted...¿Min Yoongi?– una mujer muy bien arreglada de pelo corto estaba sentada enfrente suyo sosteniendo una tabla con unas cuantas hojas siendo sostenidas por ella, llevaba una pluma en su mano mientras leía su información.
Min Yoongi se encontraba en un edificio el cual era para abogados, había sido llamado para un caso muy especial que se trataba de su ex comprometido, Kim Namjoon.
Hacia unos días atrás, un abogado popular llamó a los familiares de las víctimas del 9/11 y así ofrecerles dinero después de la pérdida de su familia. Aquella noticia voló por todas partes, ¿Abogados ofreciéndoles dinero por la muerte de un ser querido? Para todos era ridículo.–Sí.– Respondió en seco, sin ninguna emoción reflejada en sus palabras.
–¿Su apellido no cambió?– volvió a preguntar y Yoongi negó con la cabeza. En sus manos sostenía el documento impreso donde explicaba con exactitud los planes de la indemnización por la muerte de Kim Namjoon.
Ambos estaban sentados en una mesa larga café en una habitación rodeada de cristales que daban al pasillo de ese edificio. Hacía mucho tiempo que Yoongi no estaba dentro de un edificio
Sentía coraje, sus dedos apretaban los papeles al sentirse impotente. Pensó que todo era un mal chiste o una noticia falsa, pero tenerlo de frente con un simple papel estúpido que reflejaba toda la verdad de la noticia lo hizo sentir molesto.
–Ustedes estaban comprometidos, ¿Cierto?– la mujer continuaba cuestionando, mientras Yoongi solo asentía sin mirarla a los ojos, fijando sus ojos en su anillo.
–Estuvimos buscando en los registros de los familiares del señor Kim, pero lamentablemente el no contaba con hermanos y sus dos padres habrían fallecido hace ya mucho tiempo atrás...Al parecer, usted es la única persona más cercana a él..– continuó.– ¿Le gustaría platicarnos acerca de su prometido?–
Yoongi tomó una gran cantidad de aire y suspiró tratando de buscar tranquilidad.
–Namjoon y yo trabajamos en el complejo.– había pequeñas pausas, sus ojos a veces se distraían en la telegrafa que estaba sentada al fondo escribiendo en una máquina de escribir toda su conversación.– Yo trabajaba en la Torre Sur, mientras que él trabajaba en la Torre Norte...Ese día no asistí al trabajo, era nuestro aniversario y quisimos quedarnos juntos pero...a él no le dieron el día libre.– la mujer enfrente suyo hacia muecas, sintiéndose triste de escuchar la experiencia de Yoongi.– Ese día yo...dormía tranquilo por la mañana sabiendo que iríamos a comer a algún lado después de que regresara del trabajo...pero una llamada...ah, una llamada me despertó. Era Namjoon, sonaba ronco, con la voz cortada...– Las lágrimas comenzaron a salir por los ojos de Yoongi, sintiéndose triste de recordar y volver a contar la peor historia que le pudo haber ocurrido.– Namjoon me estaba llamando para despedirse...– al terminar su ulrima oración, no pudo seguir hablando, sus ojos se llenaron de lágrimas impidiéndole seguir viendo mientras su voz se cortaba y comenzaba a asfixiarse con aquel nudo fuerte que apretaba su garganta.
–Al parecer el se había suicidado, ¿Estoy en lo correcto?–
–Sí, así fue, pero no lo hizo porque estaba deprimido, el jamás tuvo ningún problema mental o algun trastorno que le hiciera llevar a esa decisión, yo...– comenzó a explicar molesto, molesto de que la historia de su comprometido fuese mal contada por la mayoría.
–Entiendo, señor, estaba desesperado.– Yoongi se quedó callado después de asentir.– Sabe...está indemnización...no cubre a parejas del mismo sexo, pero...créame que haremos lo posible para que pueda recibirla, hay casos como el suyo, miles.– afirmó. Yoongi soltó una risa burlona, miró al techo y después miró hacia la ventana a su derecha.
ESTÁS LEYENDO
✈︎┋El Diario De Las Torres Gemelas. ᵏᵒᵒᵏᵛ
Fanfiction❝-¿Te interesa la historia de las torres gemelas?-❞ ❥ "Es lo que haría la mayoría de nosotros. Preferimos el conocimiento a pesar de todo, aunque nos mutile; estamos dispuestos a mantener las manos en las llamas si es necesario. La curiosidad no e...