Min Yoongi.

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"De los que nos hacen cargar con el muerto a menudo mucho más vacío de lo que suponíamos." (El asesino ciego, Margaret Atwood, 2000.)




Era un día normal. La luz de la ventana entraba cada vez más a la habitación chocando con el rostro de Min Yoongi, quien se quedó en casa plácidamente dormido.

Su hogar se encontraba a 1 hora de distancia del World Trade Center, lo suficientemente para no escuchar todo el ruido.

Eran alrededor de las 9:05 de la mañana y Yoongi seguía descansando. Si no fuera por el tono de su teléfono que comenzó a sonar y lo despertó.
Se levantó de la cama molesto, ¿Quién era? Él debía dormir lo suficiente para pasar el mejor día de su vida junto con su novio.

Buscó su teléfono entre sus cajones hasta que lo encontró, estaba encima de su mesita de noche.
No iba a enojarse lo suficiente, no hasta que vio que Namjoon era quien lo estaba llamando. Sonrió automáticamente al tan solo leer su nombre.
Rápidamente abrió su teléfono para atender la llamada.

—Hola Joonie, ¿Qué tal estás?— silencio. Fue lo único que recibió.— ¿Namjoon?— volvió a preguntar esperando una señal de su novio, hasta que al fin lo escuchó toser.

—Aquí estoy, Yoongi, aquí...— habló entrecortado, su voz era ronca y rasposa, mientras que se le escuchaba como si hubiera estado llorando un buen rato.

Yoongi no era tonto, lo conocía muy bien, no por nada justo hoy cumplían 10 años juntos. Sabía muy bien cuando Namjoon estaba bien y cuando no, al parecer hoy era un momento en el que estaba mal.

—¿Namjoon? Te escuchas mal, ¿qué ocurrió? ¿Estás bien?— preguntó muchas veces.

Por otro lado, Namjoon no sabía qué responder. Detrás de él se encontraban muchas personas muertas, desmayadas o buscando algún lugar para escapar de aquella oficina en la que se habían quedado encerrados. Había humo por todos lados, apenas habían decidido romper una ventana, pero no era muy afectivo.

—Nada Yoongi...estoy bien.— dijo evitando toser gracias a que su garganta estaba totalmente seca.

—Namjoon, eres malo mintiendo.—

—¿Me puedes hacer un favor?— interrumpió el reproche de Yoongi suspirando, en verdad no era el momento para pelear.

—Claro Joonie, ¿que necesitas?— estaba totalmente decidido a hacer lo que sea que su novio le pidiera.

—Abre el primer cajón de la mesita de noche de la derecha.— intentó ocultar sus sollozos.

Yoongi se levantó de la cama y caminó hasta donde Namjoon había ordenado. Abrió el cajón y lo primero que encontró fue una cajita azul marino de terciopelo. Con mucha curiosidad, abrió la cajita y encontró un anillo dorado con un diamante pequeño en el medio.

—¿Namjoon? ¿Qué es esto? Es un anillo pero...¿Para que?— angustiado preguntó.

—...Sorpresa...— habló intentando animarse.- planeaba pedirte matrimonio hoy...—

—Namjoon...¿Por qué me lo dices? ¡Arruinaste la sorpresa!— regañó fastidiado, sentía un poco de emoción, pero le hubiera gustado más haber visto a Namjoon arrodillado enfrente de él.

✈︎┋El Diario De Las Torres Gemelas. ᵏᵒᵒᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora