✈︎┋El Diario De Las Torres Gemelas. ᵏᵒᵒᵏᵛ

♡ᬽ 24 ♡

20 de Junio, 2001.
11:50 am.

Hace mucho que no veo a Taehyung, la última vez que lo vi fue en nuestra última sesión, hace cinco días. No me ha llamado, no ha ido a mi casa y tampoco se aparece por aquí. La vez que vino a mi sesión se fue después de que terminara diciendo que tenía que salir con Jimin, ya que querían pasear por ahí y me hizo sentir un poco mal. Taehyung nunca había sido así conmigo, siempre venía aún sabiendo que sus padres iban a regañarlo, se quedó a dormir en mi casa y en la de mis padres ¿Y de la nada me evita de esta manera? me hace sentir mal.
No tenía a quien contarle esto, se me juntaban todas las cosas en la cabeza, hoy estuve más distraído que nunca, jamás creí que me pusiera de esta manera por una tontería.
Hoy se lo contaré a las chicas, posiblemente ellas puedan ayudarme y aconsejarme, lo cual dudo mucho, no saben muy bien de este tema, como hacer sentir bien a un hombre, pues normalmente ellas aconsejan a una relación heterosexual porque ellas son mujeres y saben lo que quieren...dudo que me ayuden, pero solo quería hablar con alguien.
No me di cuenta que al escribir, de mis ojos se cristalizaron a tal punto que las lágrimas inundaban mis ojos y hacían que mi vista se nublara, unas gotas cayeron en mi escritorio y empujé mi diario para llorar en mi escritorio. Taehyung, en verdad, te necesito tanto.

Mi llanto fue interrumpido por el sonido de la puerta. Limpié mis ojos y mi escritorio en el cual habían gotas que hace rato mis ojos soltaban. Ya un poco más tranquilo, alcé la voz diciendo un "pase" y la puerta fue abriéndose lentamente. Detrás de ella estaba Wendy, con una bolsa de una tienda de conveniencia que está abajo, me saludó sonriendo y entró.

-Lamento mi visita inesperada, pero quería hoy desayunar contigo...- habló un poco nerviosa.

-Claro que sí, adelante, ven siéntate aquí conmigo.- ella asintió y se sentó en las sillas que están enfrente de mi escritorio. Wendy sacó unos tuppers lindos con florecitas, muy adorables. Al abrirlos noté en ellos un bulgogi acompañado como siempre con arroz, ella me entregó un tupper junto con unos palillos para que lo comiera.

-Se ve buenísimo.- dije y Wendy sonrío.

-Pruébalo.- me dijo. Le di el primer bocado, estuve masticando por unos segundos y el sabor me mató completamente, estaba delicioso. Le hice un gesto a Wendy haciéndole entender que aquello que había comido me había encantado.

-¿Lo compraste? ¿O lo hiciste tú?- dije encantado comiendo más y más.

-Yo lo hice justo antes de venir.-

-Cocinas muy bien, Wendy.- se sonrojó y abrió su tupper para ella comer también.

-Mi madre me enseñó a cocinar antes que nada, dice que si no se cocinar no serviré como esposa.- mantenía su vista fija en su comida, pero cuando solté una pequeña carcajada me miró rápidamente.

-Wendy, no necesitas saber cocinar, ni limpiar, ni nada de eso para ser buena esposa, lo que necesitas es saber amar de verdad.- Wendy tuvo un leve sonrojo, asintió y comenzó a comer.

-¿Hoy ni vendrán las chicas?- pregunté y Wendy tapó su boca llena de comida para responder.

-Dijeron que tenían mucho trabajo por hacer y no podían descansar, me dijeron que viniera a desayunar contigo.- ella sonrió y miré más a detalle su rostro. Su cabello es corto, casi abajo de sus hombros, es lacio y rubio. Sus ojos son muy lindos, también tienen un brillo muy bonito que hace parecer unas lindas estrellitas en el cielo. Sus labios son anchos y muy lindos. Wendy subió la mirada de su comida haciendo que sus ojos se encontraran con los míos, que provocó que Wendy se sonrojara otra vez.