- Cap. 6 -

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— ¿No vas a acompañarnos Julieta? — pregunto Nick mientras se arreglaba la corbata

— Me encantaría pero tengo que esperar a la doctora, no debe de demorar. De todos modos van con Fin, están en buenas manos

Fin me sonrió, Amaro le puso una mano en la espalda y luego hizo un gesto señalando la puerta, terminaron de despedirse y se fueron.

Fui a mi habitación a ponerme un pantalón deportivo y una camiseta, volví a la sala y me senté a esperar a la doctora la cual en menos de 10 minutos estaba golpeando la puerta.

...

Luego de hacer todos los ejercicios, tomar medicamentos y recibir más de diez sermones sobre lo que tengo que hacer y lo que no, la mujer se fue dejándome una tarjeta con su número por si sucedía algo o tenía alguna duda.

A todo esto Fin y sus amigos seguían fuera así que tome mi celular para llamarlo pero antes, otra llamada llegó a mi celular.

Llamada entrante: Hank Voight

No tenía ganas de contestar, pero aún así lo hice.

— Julieta

— Sargento

— Estás fuera de servicio, dime Hank — pidió sin perder su tono severo

— Dígame que necesita sargento

Se escuchó un suspiro al otro lado de la línea y un par de voces

— Estoy con tu hermano y me preguntaba si querrías venir a conocerlo... — su voz era temblorosa y se sentía la duda que tenía de decirlo

No podía hacerlo, no aún

— No, hoy no sargento, necesito más tiempo...

— Lo comprendo, si necesitas algo, tus compañeros y yo estamos a las órdenes

— De momento está todo bien, pero gracias

Hubo unos segundos de silencio y luego solo el sonido de finalización de la llamada. Me recosté al respaldo del sofá mirando a la nada. No sabía que pensar, él seguía insistiendo, sabía que era mala idea aceptar trabajar aquí.

Respiré ondo, me calmé y le marqué a Fin, me dijo que estaban dando un paseo por un parque en no se dónde (no le estaba prestando tanta atención ), le dije que saldría y que dejaba la llave bajo la roca de siempre.

Tomé las llaves de mi auto y salí, pase por una florería, conseguí un ramo de flores rojas y blancas para luego si ir a mi destino.

Llegué a la estación de bomberos, no estaban ni los camiones ni la ambulancia así que probablemente estaban en algún incendio salvando la vida de alguien.

Me acerque al reconocimiento de Otis.. Hermann llamo a mi mamá y a mi cuando su compañero falleció, fue un dolor enorme para toda la estación 51 y aunque no lo conocía tanto, también me dolió su perdida.

Deje las flores al lado, poniendo una mano sobre el casco, sonreí y me agache haciendo una reverencia en honor a Otis. Mientras estaba agachada el ruido de los camiones hizo que levantará la vista.

— ¡Es Julieta! — se escuché a la distancia

Entonces empezaron a tocar las bocinas mientras gritaban cómo unos locos, me levanté con cuidado y riendo. El primero que se acercó fue Hermann

— ¡Pero si es Julieta Tutuola! — exclamó con una sonrisa mientras me abrazaba

— Hola Hermann — lo abrace susurrando que no tan fuerte

Luego de unas sacudidas suaves, Hermann me soltó

Joe me miraba con algo de sentimiento al ver que estaba reconociendo a Otis

— Gracias por el gesto

Estrechamos nuestras manos y tire de él para darle unos golpes suaves en la espalda

— Nada que agradecer Joe, ustedes son como mi familia, lo de Otis también me afectó y hoy espero que este descansando en paz

— Que en paz descanse — dijeron todos

— Vamos Julieta, acompáñanos a almorzar — invito Matthew

— Será un gusto Matt — contesté, el rubio sonrió y paso su brazo sobre mis hombros mientras todos entrabamos a la estación

Kelly preguntaba que hacía aquí en Chicago, las chicas, Sylvie y Stella ( las cuales menos conocía ) preguntaban por cosas de mi pasado junto a los chicos de la 51, como los conocía y esas cosas.

Pase una tarde agradable junto a los de la 51 como en los viejos tiempo, tenía ese sentimiento hogareño que solo una buena compañía lo genera.

...

Luego del almuerzo, mire mi celular y ví que Fin ya estaba en casa con los de su equipo, ayude a uno de los chicos nuevos, Gallo, a juntar los platos, pero no me dejó limpiarlos así que volví a la mesa.

— Julieta ¿Que tal si vas a Molly's hoy? Nos encantaría recibirte, la casa invita — menciono Hermann

— Está bien, iré y probablemente lleve a unos amigos, no puedo beber alcohol pero ellos si

— ¿Llevarás a tu equipo de investigación? — pregunto Kelly

— No es precisamente mi equipo, son los chicos de la unidad de víctimas especiales de Nueva York, el equipo de Fin

— ¡Oh! ¡Oh! ¿Odafin Tutuola en Chicago? Necesito ver eso — menciono Munch

— Lo verás hoy Munch, lo prometo

— Confío en ti Julieta — me guiño un ojo sonriente y siguió con su periódico

Me levanté, está vez estirandome con cuidado por la herida

— El almuerzo estuvo fantástico, gracias por invitarme, les debo una — dije

— Nada que agradecer, serás bienvenida siempre — dijo Matt

— Y cuando quieras puedes venir a una noche de chicas con nosotras — dijo Brett

— Estaremos encantadas de que nos acompañes — agrego Kidd

— Lo tendré en cuenta, vendré a visitarlos de nuevo, iré a Molly's y algún día me unire a esa noche de chicas — les sonreí y la alerta empezó a sonar

La voz por el megáfono les indico a dónde tenían que ir y rápidamente se pararon todos, ya que el llamado los necesitaba así.

Hermann paso a mi lado y me dió un abrazo antes de subirse al camión.

Me despedí agitando mi mano y volvi a mi coche para volver a casa.

...

Hablé con los chicos y les agradó la idea de ir a Molly's así que envié un mensaje de confirmación a Chris el cual solo contesto un "Los esperamos".

La tarde fue tranquila, Fin y yo hablamos sobre mi tratamiento y los medicamentos, por otro lado sus amigos vieron películas hasta que llegó el anochecer y la hora perfecta para ir al bar de Christopher.

Soy Olivia Benson, un gustoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora