- Cap. 55 -

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Dos años más se sumaron desde que Julieta cayó en ese profundo coma, y durante ese tiempo, Olivia, había atravesado un viaje emocional abrumador.

La sala de cuidados intensivos se había convertido en un lugar de profundo sufrimiento y tristeza. Las cuentas sin pagar, las amistades que se desvanecían y las oportunidades perdidas la obligaron a tomar una decisión dolorosa. Había llegado a un punto en el que se dio cuenta de que tenía que continuar con su vida, incluso si eso significaba dejar atrás la figura inmóvil de Julieta. 

Tenía que volver a ser ella, volver a salir con sus amigos, volver a interactuar, volver a dedicarse a su trabajo y familia como lo hizo algún día. 

Con el corazón pesado, regresó al trabajo como antes y trató de reconstruir su vida. Reconectó con amigos y familiares que habían estado preocupados por su bienestar durante tanto tiempo. A medida que pasaba el tiempo, las visitas a la sala de cuidados intensivos se volvieron menos frecuentes. Se sentía culpable, pero también aliviada, sabiendo que necesitaba cuidarse a sí misma.

Los años avanzaron implacablemente, y mientras Olivia reanudaba su vida, el recuerdo de Julieta permanecía en su corazón como una herida que nunca sanaría por completo. La historia de amor que compartieron quedó suspendida en el tiempo, y aunque encontró la fuerza para seguir adelante, nunca podría olvidar a Julieta ni el amor que compartieron.

Con el tiempo también encontró a alguien más, fue difícil aceptar que si podía sentir algo por alguien más pero sabía que era lo mejor, sus amigos la apoyaron y le hicieron entender que era lo mejor. Ed Tucker, un impopular detective por todas las sospechas que tenía en contra de los detectives de la UVE, logró de alguna manera cautivar a Olivia

A pesar de que Olivia aún tenía el recuerdo vivo de Julieta en su corazón, decidió que era momento de darle paso al amor nuevamente y quizá, poder superar toda esa situación. 

Tucker conocía la historia entre Julieta y Olivia, sabía lo afectada que estaba Olivia con toda esa situación pero aún así aceptó salir con ella. 

Su relación se fue fortaleciendo con el tiempo, Noah se estaba acostumbrando a Tucker con cierta facilidad y dentro de todo, podían decir que eran una familia normal y feliz. 

Una tarde donde Olivia decidió ir al parque con Noah, se encontró con un niño que estaba solo y armado en un arenero, lo vio gracias a que Noah estaba jugando con él. Protegió a Noah y con toda la delicadeza posible desarmó al niño.

Empezó un caso para poder descubrir que hacía ese niño solo y armado en el parque, descubrieron que venía de una familia rusa, que su abuela lo acompañaba pero murió al ser atropellada por una bicicleta. Mientras investigaban a la familia, se metieron a su apartamento donde encontraron una alarmante cantidad de armas. 

Debido a eso el FBI se vio obligado a intervenir, Olivia e Isobel se vieron las caras luego de mucho tiempo. 

- Has seguido con tu vida bastante bien ¿Verdad Benson? - preguntó Isobel viendo una foto que Olivia tiene sobre su escritorio junto con Tucker y Noah

- Hace tres años que está en coma, en algún momento tenía que seguir adelante, no es vida vivir pendiente de alguien que no tiene claro su futuro en ningún sentido 

- Hay un cuadro en su honor en la oficina, aún la recordamos como se debe

- ¿Crees que porque seguí con mi vida no la recuerdo? ¿Qué no la extraño? Fueron tres años de sufrimiento Castille, estoy saliendo adelante por mi y nuestro hijo, porque Noah merece crecer en un ambiente cálido y no le estaba dando eso. Amo a Julieta y eso no va a cambiar, pero debo continuar mi vida

La pelea fue interrumpida por trabajo, con el ambiente tenso ambas salieron para cumplir con sus puestos. 

La vida en Nueva York pareció volver a la normalidad, ya no habían visitas, ni llantos, no llegaban más regalos y las únicas personas que abrían la puerta de la sala de Julieta eran enfermeras. 

Hasta donde se sabe nada pasa por la mente de una persona en coma, su actividad cerebral está alterada lo que lleva a que su nivel de conciencia este gravemente disminuido o ausente y las posibilidades de que algo este pasando por la mente de alguien en esa situación en casi nula. 

Una noche normal como cualquier otra, la enfermera a cargo del turno, comenzó con la rutina de siempre visitando a cada paciente. 

- Buenas noches Julieta, vaya, hoy estuvieron entusiasmadas a la hora de peinarte - comentó 

Siempre la saludaba e incluso algunas veces, si no tenía nada para hacer, como era la única a su cargo que estaba en coma, se quedaba con ella y le contaba alguna historia o le ponía música. Le había dado algo de pena ver como lentamente las visitas empezaron a disminuir hasta ser completamente nulas y no era el primer caso que veía que dejaban solo. 

- Bueno hoy no tengo muchas ideas para ti, creo que solo te haré compañía - le informó mientras se sentaba a su lado

La última vez que Julieta mostro alguna respuesta fue la vez que Olivia estuvo con ella. La enfermera, con sus años de experiencia, ya es consciente de que a pesar de ser una persona en coma, puede dar algunos movimientos involuntarios como el que hizo con Olivia que no significan nada en especial. 

Pero conocía a Julieta desde hace ya tres años y para ella, lo que acababa de hacer era totalmente nuevo, solía tener algunos movimientos en las manos e incluso algunas veces en las piernas pero ahora, la parte menos movilizada de su cuerpo, su rostro, se estaba moviendo. Sus labios temblaban al igual que sus parpados y su ritmo cardiaco empezó a variar. 

- ¿Estás segura? No es la primera vez que Julieta tiene algún movimiento nervioso 

- Es su rostro, algo que jamás tocamos y aún así se movió, además su ritmo cardiaco aumento por unos segundos - insistió la enfermera 

El doctor cedió ante las insistencias y mandó a hacer algunos análisis, también le pidió que permaneciera con ella el resto del turno por si algo más pasaba. 

Luego de eso se encargó que en todos los turnos alguien la vigilara de cerca. También se llamó a su madre para darle la noticia. 

Podría ser un indicio de que lentamente Julieta estaba volviendo.   















































































































































































































Soy Olivia Benson, un gustoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora