- Cap. 19 -

220 24 0
                                    

Durante los días que estuve en Nueva York, conseguí un trabajo de reponedora en una tienda, no quería quedarme sin hacer nada para ayudar y también mantuve mi entrenamiento yendo a un gimnasio.

No veía mucho a Fin ya que pasaba mucho tiempo trabajando, algunos días le llevaba comida a él y su equipo y me quedaba a comer junto a ellos.

Luego de unos días, me llegó la notificación del viaje a Virginia.

Le pedí a Fin que solo él estuviera, no quería más despedidas, tenía que empezar a guardar discreción y tener a todo un equipo de policías a mi alrededor no era muy discreto.

Así fue, me llevó hasta el aeropuerto y solo éramos él y yo, pero antes de subir al avión, Olivia llegó casi que corriendo.

— ¡Julieta! — exclamó y me detuve — Yo.. solo quería desearte suerte

— Liv.. yo.. gracias, no era necesario que vinieras — conteste

— Lo sé, pero quería despedirme

Mi lucha interna en ese momento era muy grande, aún pensaba mucho en la noche en la que cenamos juntas, sabe lo que siento por ella y me tiene lastima por ello entonces intenta ayudarme pero solo complica más las cosas, no puedo enojarme con ella, no lo hace a propósito, pero de verdad duele.

— Nos volveremos a ver, eso tenlo por seguro, mientras tanto — mire tanto a Fin como a ella — cuídense

— Así será — aseguró Fin

Le di un abrazo corto a cada uno y me subí al avión sin mirar atrás, era lo mejor.

Solo me dediqué a leer un libro durante todo el camino, no quería dormir, conozco a esta gente, son capaces de hacer alguna clase de simulacro así que prefería tener mis sentidos alertas.

Quedaba menos de una hora de viaje, empezaron algunas turbulencias y ya sentía mi corazón comenzar a alterarse, la azafata pidió calma y dijo que ya pasaría pero las cosas solo fueron empeorando por lo que ella y su compañera entraron a la cabina de los pilotos.

Salieron asustadas, eufóricas pidiendo ayuda, ambos pilotos se habían desmayado. Me levanté de mi asiento y en una clase de zig zag por el tambaleo del avión, me metí a la cabina, quité al piloto y tome el control del avión, uno de los chicos me siguió.

— ¿Hay algo en lo que te pueda ayudar? — preguntó

— Siéntate ahí — dije señalando el asiento del copiloto — yo te daré las indicaciones

Me hizo caso y juntos pusimos el avión en su lugar. Tome el comunicador.

— Tripulación, todo está en orden, retomamos el control del avión y ya no tienen de que preocuparse — o eso quería creer

Puse el piloto automático para lo que quedaba de viaje. Las azafatas con ayuda de algunos chicos se llevaron a los pilotos a unos asientos vacíos, tenían pulso y respiraban, pero algo no estaba bien, no era un simulacro, de verdad no despertaban.

Miré al chico que me ayudó.

— Albert Robinson — dijo presentándose mientras me extendía la mano

— Julieta Tutuola — contesté estrechando su mano — Gracias por la ayuda

— No fue nada, hiciste todo el trabajo — contestó — Es genial que sepas manejar algo así

— Jamás creí que realmente usaría mis conocimientos de pilotaje, pero aquí estoy

Me comunique con la central más cercana, informe el problema y pregunté dónde debíamos aterrizar.

Llegando al destino, las manos me temblaron un poco, pero lo logré, aterrizamos en Virginia y todos estábamos bien.

Me quedé unos minutos más en el asiento, Albert se bajó, una de las azafatas se acercó a felicitarme y agradecerme.

Cuando salí unos paramédicos estaban con los pilotos, me acerque a ellos.

— ¿Estarán bien? — pregunté

— Están bien, pero tenemos que llevarlos al hospital, creemos que puede ser intoxicación o envenenamiento — respondió uno de los paramédicos

Alcé ambas cejas sorprendida, tome un par de guantes de látex y entré de nuevo al avión. Busqué entre sus cosas, habían dos botellas de agua en la cabina y entre sus maletas un tupper con comida casera.

Llamé al supervisor que iba con nosotros en al avión, es un agente del FBI retirado por una lesión en su rodilla que ahora se dedica a educar, aún no se fueron, le pedí que viniera.

— ¿Que sucede Voight? — preguntó mientras entraba a la cabina

— Los pilotos.. los paramédicos dijeron que podía ser envenenamiento, el agua se ve limpia pero la comida tiene una textura extraña, como si le pusieran un polvo encima

— ¿Crees que lo que les paso fue a propósito?

— No creo que sea una coincidencia que les pase a ambos

— Tiene sentido, hablaré con la policía local, deja las cosas donde están este avión no será tocado hasta que vengan los forenses

Hizo su llamada y nos encaminamos hacia el resto de estudiantes de nuevo.

— Bien hecho Voight, sigues demostrando que tienes la talla para ser parte del FBI — dijo el supervisor y sin dejarme contestar se subió al ómnibus que nos llevaría hasta el instituto.

Al llegar nos mostraron nuestras habitaciones, nos dieron horarios y dijeron que nos explicarían más a fondo mientras fueran pasando las cosas, comenzaríamos mañana. Hoy teníamos el día para acomodarnos en nuestros dormitorios y conocer la institución.

Me tocó con dos chicas, Sandra Flores y Lucy Morton, ambas son amables y buena onda así que esperaba llevarme bien con ellas.

Luego de tener todo en su lugar, me di una ducha de agua fría, necesitaba sacarme el nerviosismo de encima.

Siempre que me toca viajar, recuerdo las clases de aviación que tomé una vez con Fin, el ya sabía pilotar un avión y quería que yo aprendiera también, la experiencia fue genial, odio las alturas, son uno de mis miedos más grandes, pero debo admitir que cuando le agarras la mano, se vuelve genial. Personalmente fue una experiencia que me subió la adrenalina al 1000 y hoy no fue diferente. Trate de verme profesional y confiada de lo que hacía, pero en el fondo sabía que nunca dejaron de temblarme las manos.

Las chicas salieron a conocer el lugar y aproveché que estaba sola para llamar a Fin.

Estaba trabajando, con el estaban Rolins, Carisi y Olivia. Le conté toda la historia, se veía muy sorprendido.

— No puedes contarle eso a tu madre, le dará un infarto de solo imaginarlo — dijo Fin

— ¿Con quién hablas Fin? — preguntó Rolins

— Estoy con Julieta — apuntó la pantalla hacia Amanda y nos saludamos con un movimiento de manos, luego ella se acercó a Fin para que los pudiera ver a los dos

— ¿Cómo va todo por ahí? — preguntó la rubia

— Bien, aún estoy nerviosa pero que luego Fin te haga el cuento, ahora debo irme, quiero encontrar algún lugar para comer

— Nos vemos Julieta — se despidió Rolins

— Descansa y cuídate, cualquier cosa me llamas — agregó Fin

Dije un último adiós y corté la llamada, le envié mensaje a Hank diciéndole que ya estaba en Virginia y que me llamara cuando pudiera. Me puse ropa cómoda para salir, me recorrí todo el lugar y sus alrededores.

Soy Olivia Benson, un gustoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora