- Cap. 53 -

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La sala en sí está iluminada con luz tenue, creando una atmósfera de calma y solemnidad. El silencio es interrumpido ocasionalmente por los sonidos suaves de los dispositivos médicos. 

En este momento, todo en la sala parece estar suspendido en el tiempo, mientras la vida y la esperanza se entrelazan con la incertidumbre y la fragilidad. Es un recordatorio poderoso de la importancia de la atención médica, el apoyo emocional y la compasión en momentos de crisis de salud.

Entrar a una sala donde una persona recientemente operada de la cabeza yace en coma es una experiencia que se siente profundamente emotiva y sombría. Al cruzar la puerta, me golpea la sensación de quietud y solemnidad en el ambiente. La atmósfera es tensa y cargada de emociones, y puedo sentir la preocupación en el aire.

- ¿Ustedes son familiares de la paciente? - preguntó un hombre de bata blanca, lentes, un barbijo colgando de su cuello y unos guantes de látex colgando de su bolsillo 

- Soy su tío y ella es su pareja - informó Fin

Las voces de ambos sonaban tan lejanas, no estaban hablando en voz baja, es como si allí dentro todos los sonidos se opacaran automáticamente. 

- Hablemos unos segundos afuera por favor, luego los dejaré verla - los tres salimos de la sala - Soy quién operó a Julieta, supongo que ya están algo informados de la situación, es extremadamente delicado pero es de mi agrado poder darles una noticia buena entre tanto caos, la cirugía salió bien, logramos extraer la bala y detener la hemorragia cerebral 

Fin me rodeó con su brazo en una clase de abrazo, en su rostro se veía una sonrisa tímida, una que aún expresa miedo pero ahora con un poco más de esperanza.

- Nada es definitivo aún pero medicamente lo único que podemos hacer en este momento es monitorearla, la cirugía fue larga y complicada así que ahora le daremos unas horas de reposo, luego comenzaremos con análisis y pruebas para ver en que punto estamos - el doctor extendió su mano para despedirse - Fue un gusto conocerlos, lamento las circunstancias, si tienen alguna duda pregunten por mí 

- El gusto fue nuestro do-

- ¿Se recuperará? - fue lo primero que dije en mucho rato, era la pregunta que daba vueltas en mi cabeza desde hace horas - ¿Realmente se recuperará?

- ¿Señorita.. ?

- Benson 

- Señorita Benson, como dije, medicamente no podemos hacer mucho más, ahora todo queda en Julieta, las fuerzas y las ganas que tenga de recuperarse, puede parecer tonto o irónico pero ahora lo más importante es la fuerza mental y física que tenga como para recuperarse, volveré en unas horas y veremos que sucede 

El doctor se fue y una enfermera abrió la puerta. 

- Ya pueden pasar - informó 

Entramos juntos,  mis piernas apenas sostenían mi cuerpo mientras me aferraba al alivio. Las lágrimas inundaron mis ojos, y mi corazón latía con fuerza, entrar y verla con cables y tubos conectados a su cuerpo, era realmente impactante pero estaba viva, y eso era lo único que importaba. Me acerqué a su lado, tomé su mano con cuidado y susurré palabras de amor y aliento. 

- Ya los dejo a solas, solo estoy ultimando detalles - mencionó la enfermera mientras revisaba una de todas las cosas que la rodeaban - No sé que les informó el doctor así que me veo en obligación de decirles que las siguientes horas para ella son cruciales, el avance que se vea en este tiempo determinará su salud y recuperación, no hay nada exacto aún pero no creo que sea una perdida de tiempo hablare, contarle cosas o incluso cantarle, los estímulos externos son muy importantes y el auditivo puede ayudarla a mantener la mente despierta aunque no nos lo haga saber físicamente, si algo sucede, toquen el botón rojo y alguien vendrá de inmediato, mucha suerte 

Soy Olivia Benson, un gustoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora