- Cap. 58 -

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Dicen que todo lo que sube tiene que bajar, la relación de Olivia y Tucker tuvo su pico de felicidad y ahora las cosas ya no se ven ni se sienten igual. 

Ed tomó la decisión de retirarse, mientras que Olivia considera que esta muy lejos de tomar una decisión así entonces se dan cuenta que sus vidas están en etapas totalmente distintas y su relación comienza a tener una alarmante inestabilidad. 

En las últimas semanas los pensamientos de Olivia divagaban mucho, habían pasado demasiadas cosas. 

Hoy tuvo un caso que le hizo revivir viejos sentimientos, unos que reprimía hace mucho tiempo. Le tocó ayudar a una pareja de mujeres a quienes trataron de quitarle a su hijo. 

Resulta que esta pareja tenía un tercero que quería llevarse al niño por tener un parentesco, las chicas tenían mucho miedo e incluso pelearon en medio de la desesperación. 

Cuando todo terminó, la última vez que Olivia vio a la pareja, ellas se fundieron en un abrazo que de solo verlo, se podía notar el cariño. Eso fue más que suficiente para que en su cabeza apareciera alguien y claramente no fue Tucker. Durante todo el papeleo Olivia estuvo pensando en si era una buena idea. 

De camino a casa, cambió de ruta y emprendió su camino hacia el hospital. Sabía que por más que intentara convencerse de lo contrario, siempre terminaba en el mismo punto, el que fuera mientras Julieta estuviera allí. 

Los nervios le invaden mientras camina por los pasillos tan familiares del hospital, cada paso parece más pesado que el anterior. Se comienza a preocupar lentamente por cómo será este encuentro después de tanto tiempo, y un cúmulo de emociones la envuelve en una nube ansiosa.

Durante el trayecto, le inunda un torrente de pensamientos y preguntas. La ansiedad le recorre el cuerpo mientras los recuerdos de los momentos compartidos inundan su mente.

Al llegar a la habitación, el corazón late con fuerza en su pecho. La máquina de monitoreo cardíaco zumba suavemente en el fondo, a través de la puerta y la luz tenue de la sala se refleja levemente en el pequeño vidrio de la puerta. 

Pero se sorprende enormemente al ver que la cama estaba vacía, analizó toda la sala como si pudiera estar escondida en algún rincón. La cama destendida dio el indicador de que alguien la ocupa. Salió rápido y se asomó en la enfermería. 

- ¿En que puedo ayudarla? - preguntó un enfermero

- Busco a Julieta.. Julieta Voight, la paciente en coma

- ¿No está en su sala? - preguntó a lo que Olivia negó - Entonces búsquela en el gimnasio, tercera planta a su derecha, seguro esta con Amara 

Sin decir nada, Benson se encaminó al ascensor, su cabeza estaba confundida ¿En el gimnasio? ¿Estaba despierta? ¿Quién es Amara? ¿Desde cuando esta despierta? Veía atenta como la pantalla del ascensor iba pasando los números. 

En cuanto las puertas se abrieron, tuvo un impulso que la hizo casi que saltar del ascensor hacia el pasillo. Toda la pared a su derecha era completamente de vidrio y dejaba a la vista un enorme gimnasio con maquinas de todo tipo. 

Casi en el medio, Julieta, completamente despierta, caminaba apoyada en las barras de marcha paralelas. Sus piernas y brazos temblaban, se la veía adolorida, pero allí estaba, viva. 

Delante de ella estaba una enfermera, Amara, cuidando de Julieta en cada paso que daba, completamente atenta a cualquier paso en falso. 

- Quiero hacerlo sola - pidió Julieta

Amara acomodó las colchonetas en frente de ella. Olivia se paró en la puerta del gimnasio, aún perpleja de lo que veía. 

- Debo ir al baño ¿Estás segura de que quieres hacerlo?

Soy Olivia Benson, un gustoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora