Soy Olivia Benson, un gusto

- Cap. 79 -

El ambiente en la oficina era palpable; el equipo se preparaba para llevar a cabo el plan que Julieta había diseñado para desmantelar la operación criminal que habían estado investigando. Después de días de análisis y estrategia, había llegado el momento de actuar. Isobel notó que se estaba esforzando por hacerlo lo mejor posible y que la charla que habían tenido, sirvió para motivarla a hacer su trabajo, nuevamente demostrando que no se habían equivocado al quererla de regreso en su equipo. Julieta se sentía impulsada, con una adrenalina que le corría por las venas y el voto de confianza tanto de Isobel como de Jubal para llevar a cabo el plan diseñado por ella, solo la emocionaba más. Claro estaba que solo uno no estaba de acuerdo con su plan, pero no le quedaba de otra que aceptarlo.

Mientras se vestía con su chaleco antibalas y revisaba su arma, una determinación férrea se apoderó de ella. No podía permitirse distracciones. Olivia y Elliot estaban en un rincón, discutiendo detalles, pero Julieta decidió ignorarlos por completo. Su enfoque estaba en el caso y en lo que debía hacer. 

Al llegar a la ubicación del enfrentamiento, una vieja fábrica en desuso, Julieta dio órdenes a su equipo. Con la seguridad de que todos estaban listos, se acercaron a la entrada principal, preparados para lo que iba a ser un intenso intercambio de fuego. La tensión era casi eléctrica. 

—¡Recuerden, el objetivo principal es capturar a los sospechosos! —gritó Julieta, su voz resonando en el silencio que precede a la tormenta.

Entraron, y de inmediato se desató el caos. Disparos resonaron en el aire, y Julieta se lanzó a la acción, moviéndose con agilidad entre los escombros. Cada decisión que tomaba era crucial; sabía que la vida de su equipo dependía de ello. Sus instintos estaban afilados, y su mente, clara. Sus superiores, estaban aún en la oficina, viendo todo desde las cámaras de sus chalecos y de los drones que habían ingresado junto con ellos, cubriendo los puntos ciegos de su equipo y guiándolos como podían. 

Mientras se enfrentaba mano a mano con uno de los sospechosos, Julieta recordó el momento en que Elliot la había menospreciado, y esa memoria la impulsó a luchar con aún más fervor. Esquivando ágilmente un golpe que iba dirigido a su rostro, tomó el brazo de su oponente, lo elevó por encima de su espalda hasta que este dando un giro por encima de ella, cayó duramente contra el suelo, momento perfecto para que Julieta lo inmovilizara. 

—Buen movimiento —escuchó por su auricular, era la voz de Jubal

El tiroteo continuaba, y Julieta se dio cuenta de que el fuego enemigo estaba aumentando. Al coordinarse con su equipo, tomó la iniciativa de despejar un área cubierta por las balas. Sin pensarlo dos veces, lanzó una granada de humo para crear una distracción.

—¡Ahora! —gritó a su equipo, moviéndose hacia la siguiente cobertura.

La estrategia funcionó. Con el humo cubriendo su avance, Julieta y su equipo pudieron acercarse y comenzar a desmantelar la operación criminal. Ella tomó el mando, señalando a los miembros de su equipo dónde apuntar y cómo dividirse para cubrir todos los ángulos.

Mientras tanto, una balacera estalló a su izquierda. Sin dudarlo, Julieta se lanzó hacia el lado opuesto, desenfundando su arma. Disparó con precisión, desactivando a otro enemigo y asegurando el área. Cada movimiento era metódico, cada disparo, efectivo. Se sentía en control. La adrenalina volvía a correr por sus venas recordándole lo mucho que amaba esa sensación y lo gratificante que era volver a las andadas. 

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el último de los criminales fue sometido. Julieta miró a su alrededor, su pecho subiendo y bajando rápidamente por la adrenalina. Su equipo se reunió a su lado, y el aliento se les escapaba en risas nerviosas de alivio. Habían ganado. Stuart, con esa mirada de orgullo que ya conocía, le palmeó la espalda a su compañera.