- Cap.74 -

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La mañana en la oficina del FBI comenzó con un aire de urgencia palpable. Los murmullos y pasos apresurados llenaban los pasillos, y cada miembro del equipo sabía que el caso de Kathy Stabler necesitaba atención inmediata. Julieta, aún sintiéndose algo revuelta por la conversación con Stuart, trataba de concentrarse en la tarea que tenía por delante.

Isobel había dividido al equipo en grupos para abordar las distintas líneas de investigación. Julieta, junto a Stuart, se encargaría de revisar los antecedentes de Kathy y las circunstancias que rodeaban su muerte, mientras que Olivia y Elliot se enfocaban en los detalles de la escena del crimen. El hecho de que Olivia y Elliot estuvieran trabajando juntos solo intensificaba la incomodidad de Julieta, que se sentía como un espectador en su propia vida.

Mientras revisaban los documentos, Julieta no podía evitar distraerse, lanzando miradas furtivas hacia Olivia y Elliot, que discutían animadamente al otro lado de la sala. La conexión entre ellos parecía fluir con naturalidad, como si el tiempo no hubiera pasado. El corazón de Julieta se apretaba al recordar su conversación con Stuart, y la necesidad de hablar con Olivia se hacía más urgente.

Finalmente, la presión acumulada llegó a un punto crítico. Mientras revisaban un informe sobre las posibles sospechas del caso, Julieta sintió que era el momento adecuado.

—Stuart, ¿puedes revisar esto por un momento? —dijo, intentando sonar calmada. Él asintió, y Julieta se levantó, dirigiéndose hacia Olivia.

—Olivia, ¿podemos hablar? —dijo, su voz temblando ligeramente.

Olivia la miró, su expresión cambiando al notar la seriedad en la mirada de Julieta. —Claro, Julieta. ¿Qué pasa?

Se apartaron un poco del grupo, y Julieta sintió cómo el ambiente se tornaba pesado a su alrededor. —No puedo seguir así. Desde que Elliot regresó, me siento como si no importara. No has dicho una sola palabra sobre mí a él, ni siquiera has intentado presentarnos.

Olivia frunció el ceño, sorprendida por la acusación. —¿Qué esperabas que hiciera? Este es un caso complicado, y no estoy aquí para manejar tus inseguridades.

—¿Inseguridades? —replicó Julieta, sintiendo que la ira empezaba a burbujear en su interior—. No estoy hablando de inseguridades, estoy hablando de cómo me siento. Este es nuestro trabajo, pero tú pareces más interesada en lo que está pasando con él que en lo que estamos haciendo juntas.

—No es así, Julieta. Estás exagerando —respondió Olivia, cruzando los brazos.

—Exagerando, ¿de verdad? —Julieta se sintió herida, el tono defensivo de Olivia solo avivaba su frustración—. Parece que te olvidas de que tengo un lugar en tu vida. Me siento fuera de lugar, como si el pasado de Elliot pesara más que nuestra relación.

El silencio se instaló entre ellas, y Julieta sintió cómo la rabia se mezclaba con el dolor. Olivia finalmente habló, su voz más suave, pero aún firme. —No estoy tratando de excluirte. Solo... es complicado. Elliot y yo tenemos un pasado, y nunca he querido que eso afecte lo que tenemos.

—Pero lo está haciendo —Julieta apretó los puños, sintiendo que la conversación se volvía más intensa—. No puedo ignorar la forma en que hablas con él, cómo se miran. Me siento como una intrusa en nuestra vida.

Olivia dio un paso atrás, como si las palabras de Julieta la hubieran golpeado. —No sé qué más quieres que haga. Siempre he querido que estés a mi lado. Pero no puedo cambiar el pasado, y no voy a renunciar a alguien que ha sido parte de mi vida durante tanto tiempo.

—No estoy pidiéndote que renuncies a él, Olivia —dijo Julieta, tratando de mantener la voz firme a pesar del dolor que sentía—. Solo quiero que reconozcas que también tengo sentimientos en esto. No todo gira en torno a tu historia con Elliot.

Soy Olivia Benson, un gustoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora