- Cap. 38 -

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A la mañana siguiente, llevé a Hank hasta el trabajo para poder quedarme con el auto, fuí a entrenar y al volver me encargue de el almuerzo para su equipo.

💬 Olivia

Ya terminé el examen ¿Tienes libre?

Llevare el almuerzo a papá y su equipo y paso por ti

Okey, te espero

Le dejé la comida a los chicos, saludé rápido a Hank y me llevé unos minutos a Kevin y Kim.

— ¿Que sucede Tutuola? — preguntó él con confusión mientras bajaba las escaleras detrás de mi

— Hay algo que quiero contarles

Nos fuimos a un lugar más solitario y luego de ver qué no había nadie, hablé.

— ¿Recuerdan a Benson? — pregunté

— Cómo no hacerlo — contesto Atwater

— Bueno, ayer me buscó para decirme que terminó con Cassidy y aprovechó que estaba en Chicago para arreglar las cosas conmigo

— ¿Volviste con ella? — preguntó Kim con un tono entre sorpresa y enojo

— No me mires así Kim, no es nada oficial aún de todos modos — expliqué

— Así te fue la última vez por eso — recordó el chico

— Lo sé, oigan no se los digo para que me regañen — dije cruzando mis brazos — Se que no es lo mejor, pero de verdad me gusta demasiado y no quiero perder está oportunidad, hay muchas cosas por aclarar y por mejorar, pero si ella está de mi lado ya es una cosa más a nuestro favor

Kevin me tomó por un hombro, sonriéndome

— Creo que me había dado cuenta con conocerte, pero esto confirma lo inocente y enorme que es tu corazón, disfrútalo pero no dejes de tener cuidado — advirtió

— Kevin tiene razón, eres muy buena y mereces ser feliz, pero cuídate, quienes te vimos luego de lo que te hizo, estamos seguros de que no queremos verte así de nuevo, jamás — agregó Kim

— Prometo que tendré cuidado chicos, gracias por entenderlo

Ambos me abrazaron y se fueron a almorzar. Me subí al coche, conduje hasta el hotel de Olivia y ya estando allí, la llamé para avisarle que estaba esperándola.

A los pocos minutos apareció. Subió al auto y cuando tuve la intención de abrir la boca para saludarla, sus labios estaban sobre los míos.

— Debo admitir que me sorprendes cada día más — dije sonriendo

— Vale la pena — contesto viendo mi sonrisa.

La llevé a un restaurante para poder almorzar, me contó sobre lo complicadas que estaban las cosas en su unidad, con Munch y Cragen fuera, Amaro con algunos problemas y más.

Luego me pidió que le contará que había hecho estos días aquí y eso hice. Entre charlas, terminamos nuestro almuerzo y ella ya debía empacar para volver a Nueva York.

— ¿Cómo está tu mamá? Hace tiempo que no se de ella

— Bien, disfrutando de su vida — contesté mientras me sentaba en la cama

Soy Olivia Benson, un gustoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora