SEÑALES | TAEKOOK

CAPÍTULO 52

8:20 p.m.

La noche finalmente había llegado. Toda aquella familia se había reunido en uno de los restaurantes más cercanos a dónde se estaban hospedando, siendo acompañados por algunos amigos que habían creado a lo largo de aquel tiempo en que llegaban a ayudar. Adultos y ancianos que querían pasar un buen momento con la familia Jung.

Yoongi observaba con sutileza cómo todos estaban tan felices. Ji-woo hablaba con unas chicas que al parecer eran hijas de algunos señores que estaban en la mesa, los padres reían a carcajadas con dichas personas y Hoseok no podía dejar de comer aquella deliciosa comida que habían preparado sólo para ellos pues, los dueños del restaurante también eran ayudados por tal familia.

Era extraño ver cómo todos convivían entre sí, todos parecían ser tan alegres y provocaban un ambiente bastante cómodo.

Así era cómo se sentía estar en una verdadera familia.

— Hyung —llamó en susurro tocándolo con el codo— ¿Quieres más? —Llevó sus palillos hasta aquel cuenco con fideos y otras cosas.

— Uhm no... yo, creo que ya estoy satisfecho —musitó algo apenado. En realidad, si quería, la comida había sido muy deliciosa.

— ¿Seguro?

— Sí.

— ¿Seguuuuuro? —entrecerró sus ojos mostrando una sonrisa juguetona, algo que hizo reír al adverso— ya caíste, ahora ten —habló tomando un poco más de comida con los palillos para luego colocarlo sobre su plato.

— Oh, Yoongi-shi, ¿tienes hambre? Toma un poco de esto —habló Ji-woo tomando un poco más de kimchi colocándolo sobre un plato más pequeño a su lado.

— No, no, no, yo sólo--

— Ah... —rió el señor Jung— vamos, muchacho, no seas modesto —sonrió— come lo que quieras, yo lo pagaré, es más, toma —Extendió una botella de soju a su hijo.

— Pueden tomarla entre ustedes tres —habló la mujer viendo a sus dos hijos y a Min— no se preocupen por nada, en este pueblo nos conocemos todos, nada malo pasará.

Yoongi inmediatamente agradeció, algo que enterneció más a aquellos dos adultos.

— Por cierto, ¿no te he visto en televisión? —habló la dueña del restaurante mientras secaba sus manos con el delantal.

— ¿A mi? —preguntó sorprendido— uhm...

— ¡Cielo, ven aquí! —Habló a su esposo.

— No, no, no, yo no soy nadie... —sintió su rostro arder.

— ¿Eres famoso, cariño? —Preguntó la señora Jung sorprendida— seguro debe ser de esos youtubers que están ahora y--

— ¡No puede ser! —alzó la voz aquel otro hombre al recordarlo— t-tu eres... tú eres Min Yoongi, nosotros--... ah, y-yo no

— ¿Min Yoongi? —preguntó el señor Jung sin entender tanto.

Hoseok al ver cómo su amigo comenzaba a sentirse un poco presionado por todas aquellas miradas de sorpresa y además también se hacía daño en sus manos, llevó la suya hasta la de él apretándolo levemente para evitar que siguiera quitando la piel alrededor de las uñas. No iba a dejar que se hiciera daño.