Al día siguiente
— ¿Es necesario llevar todos esos guardias?
— Su majestad, no puede salir sin protección, es muy peligroso.
— Jungkook irá conmigo, su familia, no puedo sólo parecer con casi 20 hombres detrás de mi. Dile al señor Choi que estaré bien.
— Discúlpeme pero, él me dio la orden y recalcó que no saldría de aquí sin protección.
Taehyung suspiró rodeando los ojos sintiendo tanta molestia por salir un sólo día. Era incómodo ver a más de 20 hombres cuidando de él las 24 horas del día y en la calle era mucho peor, quería ser una persona normal y hacer cosas normales.
— Está bien, pero, diles que sean discretos entonces. Y a las damas, que no es necesario que vayan, mi ropa no se ensuciará y tampoco arruinaré el maquillaje —lo observó fijamente mostrando que estaba bastante molesto.
Sin más qué decir, sólo dió una última mirada a aquel hombre para así dirigirse hasta su habitación tratando de calmarse pues, no quería que lo vieran de esa forma.
Estaba harto de ser Rey, no quería eso, nunca lo quiso.
Suspiró de nuevo y volvió a arreglar aquella boina sobre su cabeza logrando hacer que parte de su cicatriz no se viera aunque, era algo difícil ocultar los algodones y la tela que cubría sus oídos.
En ese momento, gracias al reflejo del espejo pudo notar a su novio entrar, el cual fue directo a abrazarlo por detrás con un muy evidente puchero. Siempre que hacía eso era porque algo le molestaba.
— ¿Qué sucedió? —preguntó girándose para poder verlo de mejor forma.
Jungkook se acomodó mejor y suspiró totalmente devastado.
— Papá quiere quitarme mi lugar a tu lado —respondió al fin— dice que él quiere sostener tu manita.
El mayor al lograr entenderle, rió. Se acercó hasta su rostro y, sin decir nada (por el momento), unió sus labios en un tierno beso que se extendió por pequeños piquitos alrededor de todo su rostro logrando ver su sonrisa de nuevo.
— Tranquilo —musitó— daré la orden de que vayas a mi derecha. No dejaré que mi príncipe no vaya al lado de su novio —sonrió.
— Pero él está de necio —volvió a quejarse.
— Tú eres el que "trabaja aquí" así que debes ser tú el que esté a mi lado —volvió dejar un pequeño "piquito" sobre sus labios.
— Está bien —asintió tiernamente— ¿podemos ir a comer pollito asado? Se me antoja comerme uno entero yo solito.
— ¿Puedes con eso? Además comes muy rápido, puedes atragantarte —rió.
— No me atraganté contigo ayer, ¿no? —sonrió pícaro— además, ya te diste cuenta que mi garganta es muy profunda y... no puedo atragantárme tan fácil.
Taehyung tragó saliva sintiendo su rostro calentarse por lo que desvió la mirada tratando de disimular su nerviosismo además de su sonrojo.
— Hmm —suspiró— si no te llenas, ya sabes que tienes algo aquí que puedas comerte —respondió de la misma forma volviendo la mirada a él.
El menor no pudo evitar reír nervioso por lo que sólo dejó otro beso sobre sus labios para luego alejarse y salir de la habitación yendo hasta el auto donde todos irían.
Taehyung mantuvo la mirada en su cuerpo, específicamente... "abajo" mientras su novio se alejaba. Desde la noche de ayer, no podía sacarse de la mente lo que habían hecho y siempre se "calentaba" o le daba vergüenza. Estaba en un punto donde sabía que estaba como puberto ya que desde mucho tiempo atrás no había estado con alguien pero, no de esa forma, no... había sentido lo mismo.
— Agh... que cochino eres —susurró para sí mismo.
Suspiró por milésima vez en el día, se giró al espejo para así arreglar su cabello pero, fue en ese momento en dónde Lily salió corriendo hacia afuera totalmente roja y avergonzada.
Taehyung ni siquiera se había percatado que ella estaba arreglando el clóset. Eso quería decir... que los había escuchado hablar.
— Dios mío... —musitó sintiéndose avergonzado también.
Esa chica debería estar traumada ya.
Sin más qué esperar, salió de aquella habitación para luego dirigirse a dónde todos estaban. Específicamente al auto dónde su hermoso novio seguía discutiendo con su padre sobre dónde iba a sentarse cada uno. Después de todo, el señor Jeon seguía siendo un gran fanático de Kim y, estar a su lado, era todo lo que había esperado toda la vida.
— Le voy a decir que te pedorreaste para que no se siente a tu lado —amenazó el mayor.
— ¿Yo? Mira quien habla, pues yo le diré que cierto anciano anda botando canas y pueden ensuciar su lindo traje —atacó el hijo.
— ¿Sí? Pues... p-pues yo le diré que--
— ¿Están todos listos? —sonrió viendo a aquella familia, siendo la madre la única tranquila la cual seguía harta de aquellos dos.
— ¿Puedo sen--
— ¿Puedo sentarme a tu lado? —habló más rápido el menor.
Taehyung rió y sólo asintió. Fue ahí cuando SeungHo con molestia se subió al lado de su esposa viendo cómo aquel chico tomaba la mano de su hijo ayudándolo a subir.
Una sonrisa se formó en sus labios siendo cada vez más evidente que esos dos andaban en algo más, pero, al darse cuenta de que su pequeño lo observaba, de nuevo fingió molestia desviando la mirada.
Todos subieron al auto y al estar listos, comenzaron a dirigirse hasta el zoológico botánico que acababan de inaugurar en la ciudad. Todos estaban emocionados por verlo pero, la mujer estaba que se desmayaba, lo había visto en las noticias y desde ese entonces, quiso hasta vender a su esposo para poder ingresar.
Jungkook desvió la mirada hasta la ventana, al punto donde su novio no dejaba de ver y, notó su molestia. Habían casi 6 autos yendo detrás, al lado y adelante de ellos. Sabía que a él no le gustaba eso pero, estaba agradecido por toda la protección.
Desde la muerte de sus padres, él también era el punto de mira de muchas personas, y, no sabría qué pasaría si algo llegaba a pasarle a él. Estaba seguro de que... si eso llegara a hacerse realidad, él ya estaría con el arma en la cabeza.
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SEÑALES | TAEKOOK
FanficLa vida del príncipe Kim Taehyung era bastante buena y normal dentro de la realeza. Este chico era un total prodigio en el ámbito de la música; siendo la clásica su favorita. Pero, ni siquiera él se pudo liberar del cruel destino. No se imaginaba q...