Taehyung mantenía la mirada en aquellos tres que parecían disfrutar tanto entre sí.
Podía notar la felicidad en los ojos de su novio, la forma en que bromeaban y charlaban mientras comía junto con sus padres. Parecía que se estaba poniendo al día después de estar tanto tiempo separados.
Era lindo ver cómo aquellos señores trataban a Jungkook como lo mejor del mundo. Adoraba que él mantuviera buena relación con ellos y... de alguna forma, lo hacían recordar a su niñez junto a los suyos.
Los extrañaba demasiado, y ahora que los veía a ellos siendo de esa forma, sólo le hacían recordar las muchas veces en que sus padres jugaban con él a la hora de comer. Dejaban de lado el "ser de la realeza" para pasar un buen rato con su hijo sin importar los modales, sólo eran felices y eso era todo.
Se lamentaba tanto y seguía pensando a día de hoy que todo había sido su culpa. Si tan sólo él no hubiera asistido a esa presentación, sus padres no hubieran salido del palacio, sus padres... no estarían muertos.
En ese momento, su atención fue llamada por parte del castaño quien había tomado su mano debajo de la mesa al darse cuenta de que nuevamente estaba sintiéndose triste. Lo conocía muy bien y sabía con sólo su expresión que, no la estaba pasando tan bien.
— ¿Y cómo fue Jungkook al inicio? —preguntó el señor Jeon— ¿se conocen hace mucho?
Taehyung volvió a su expresión neutra para luego sonreír y asentir.
— Fue... muy amable —respondió con la mirada en aquellos mayores— el conductor del auto que lo trajo y los guardaespaldas me comentaron que llamó a alguien para fingir que si algo llegaba a sucederle, el padre de su amigo era parte de la policía y que... iría por él, algo así —rió.
— ¿Policía? ¿De qué hablas? —preguntó burlón aquel hombre— ¿Hablabas de HyunShi? —rió— él tiene una pollería, nada que ver con algo del gobierno.
— Ese era el chiste —se quejó.
— No intentó coquetear con las chicas de aquí, ¿no? —preguntó ahora la mujer— cuando era niño andaba de coqueto con todas las niñas de su clase, que porque quería tener 20 novias al mismo tiempo.
— ¿Si? —soltó algunas pequeñas risas- no, sólo coqueteó conmigo.
— ¿Qué? —preguntaron ambos al unísono.
— ¡Nada, nada, nada! —interrumpió— ¿ya terminaron? ¿Quieren postre? —cambió de tema.
Aquella mujer entrecerró sus ojos sin quitarle la mirada de encima a su hijo notando lo nervioso que actuaba. Además, de verlo tanto, pudo notar que una de sus manos estaba sin moverse y sólo por debajo de la mesa por lo que, con mucha curiosidad fingió tirar sus palillos para así ver por fin qué ocultaba su hijo pero, lo que encontró fue más de lo que esperaba, tanto que incluso su propio rostro se ruborizó.
— ¿Les gustaría quedarse aquí hoy? —preguntó Taehyung— el viaje es muy largo y sería mejor si descansan por hoy —sonrió— es más, sería bueno salir los 4, ¿no creen?
—Ah, ¿sería una cita? —sonrió tímido el mayor de todos— por mi estaría más que bien, quizás ahora tenga mi romance de telenove-- ¡auch!
Se quejó ante el evidente pellizco que su esposa le había dado.
— Te vas a quedar una semana durmiendo con el perro —Condicionó SaeYun antes su esposo, algo que hizo reír a los dos menores al frente de ella.
Los cuatro siguieron disfrutando de su agradable almuerzo hasta que por fin terminaron, siendo ese el momento en dónde se dedicaron a caminar por todo el lugar, siendo la madre quien más entusiasmada estaba por recorrer el jardín. Su sueño siempre había sido tener una florería mezclada con una cafetería y, eso era lo más cercano a estar rodeada de bellas flores y plantas.
No obstante, a pesar de la emoción de tales adultos, no pudieron evitar ver cómo su hijo observaba al Rey y viceversa. La forma en que se dedicaban sonrisas tan... indescriptibles al igual que pequeños coqueteos de parte del mayor de ambos, algo que... hizo a los dos dudar sobre la relación amistosa entre su hijo y Kim.
Les gustaba verlo feliz, no lo había visto de tal forma con alguien que no fuera Jimin pero, eso había sido mucho tiempo atrás. Ahora Jungkook era un adulto y, a pesar de tener comportamientos un tanto "infantiles", no se comportaría de aquella forma con otro hombre, menos con alguien que se consideraba el más importante de Corea.
— Jungkook... —susurró Taehyung picando suavemente su cintura con uno de sus dedos para que este le prestara atención— ¿Puedes venir conmigo? Necesito cubrir mis oídos, el frío hace que me duela un poco.
— Oh, si —asintió de inmediato— Mamá, papá, volveremos en unos momentos, ¿si?, debo ayudarlo con algo.
— Pueden seguir observando el lugar, en unos minutos el mayordomo los llevará a la habitación dónde podrás hospedarse -sonrió dando una leve reverencia.
— Sí, si, muchas gracias.
— Jungkook, ten mucho cuidado con él, ¿si? —pidió su padre.
— Mamá... —frunció su entrecejo haciendo un pequeño puchero— cuida a tu esposo o haré que lo echen de aquí —tomó la mano de su novio para luego alejarse de aquel lugar.
El padre de este rió pero, al ver la mirada de su esposa, tal sonrisa se esfumó.
— ¿Qué?
— Estoy dudando mucho si eres hetero —murmuró— ¿Acaso quieres el divorcio?
— Pero, mi amor... —rió acercándose a ella abrazándola de la cintura.
— No, suéltame —posó sus manos en el pecho adverso alejándolo.
— Ah, mi linda esposa —sonrió sin soltarla— sabes que mis ojos son sólo para ti, y mi corazón, y todo yo —musitó tímido— además, ese muchacho es como si fuera nuestro hijo. Nada más siento admiración por él.
— Uy si, admiración, ¿crees que ya lo olvidé,
— ¿Eh?
— Ese niño se parece mucho a su padre, y tú —frunció más su entrecejo- no tengo ninguna duda en que a ti te gustaba su padre.
— ¿Qué? —rió de nuevo— ¿Cómo podría gustarme? No soy gay.
— Ajá, pero ya eramos novios cuando él se casó con Sumgyeojin y tú pasaste un día llorando por él —se cruzó de brazos.
— Es que, cariño, hasta tú estabas enamorada de él, yo debería ponerme celoso.
— Sigo pensando que esa vez que el Rey llegó a nuestro pequeño pueblo, pasó algo entre ustedes dos.
SeungHo rió algo nervioso desviando la mirada.
— No, ¿cómo crees que alguien de la realeza estaría conmigo? Además, para ese tiempo, la homofobia era peor que ahora —tragó saliva.
— Ajá... —se separó al fin siguiendo su camino— eso explicaba por qué olías a un perfume de hombre, uno que ni siquiera nos alcanzaba para comprar una muestra —musitó sin voltear atrás.
Aquel hombre rascó su cabeza sintiendo algo de nervios pero, sólo disimuló con su particular risa mientras volvía a abrazar a su esposa para poder contestarla. Era bastante celosa, pero, le gustaba. Cuando se ponía de esa forma, le parecía bastante tierna.
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SEÑALES | TAEKOOK
FanficLa vida del príncipe Kim Taehyung era bastante buena y normal dentro de la realeza. Este chico era un total prodigio en el ámbito de la música; siendo la clásica su favorita. Pero, ni siquiera él se pudo liberar del cruel destino. No se imaginaba q...