CAPÍTULO 5

1K 168 69
                                    

Jungkook bajó de aquel auto frente al edificio en donde vivía con su amigo, el cual desde hace rato estaba esperándolo en el pequeño balcón de su habitación.

En el camino a casa no podía dejar de sonreír mientras apretaba los tirantes de su mochila. Había pasado toda la tarde con Taehyung que creía que todo era un sueño, es decir, ¿en realidad lo contrataron para ser su amigo?, ¿¡ese trabajo siquiera existe!?

Al entrar a su departamento sintió rápidamente los golpes de Jimin regañándolo por no haber tomado el teléfono desde que salió de la universidad.

— ¿Acaso no pudiste siquiera mandarme un mensaje? —preguntó molesto—. ¡Pensé que te había pasado algo malo. —alzó la voz—. Todos decían que te habías ido en una camioneta muy lujosa y además acompañada de unos gigantones y... ¿¡Me estás oyendo!?

— Ya, ya, hyung —rió sintiendo un último golpe—. Lo siento, es sólo que... aún no puedo creer lo que me sucedió.

Park frunció su entrecejo para luego acercarse mas y así revisar su cuello, manos, parte de su abdomen y espalda en busca de alguna marca que dijera que había ido a algún lugar para "eso".

— ¿Estuviste con una chica?

— No.

— ¿Tuviste sexo con alguien?

— ¿Qué? Claro que no...

— No puede ser... —se asombró— ¿entregaste tu flor? Jungkookie, ¿estas bien? —fingió llorar revisándolo una vez más.

— ¡Hyung! —se quejó levantándose para así ir a la cocina por un poco de agua.

Jimin lo siguió mientras entrecerraba sus ojos buscando alguna pista de lo que había pasado con su amigo. Se veía más feliz, se veía incluso más tonto también, su aroma no era el mismo, de hecho, olía a alguien con dinero y no con un perfume de avon con forma del Rayo Mcqueen. ¿Qué estaba sucediendo?

— ¿Vas a dejar de acosarme? —preguntó abriendo el refrigerador para buscar algo de comida.

— Es que... no lo entiendo. ¿Por qué hueles diferente?, ¿por qué luces más tonto?, ¿por qué veniste hasta estas horas?, ¿dónde estabas?, ¿con quien estabas?, ¿eres gay?

— ¡Te dije que no, ya basta! —se quejó frunciendo su entrecejo para luego suspirar y comenzar a lavar sus manos para cocinar.

— Dime, ¿qué sucedió?

Jungkook dio un último vistazo a su amigo para luego volver a lo que estaba cocinado. Al recordar todo, una sonrisa apareció en su rostro, fue ahí cuando comenzó a explicar lo que había sucedido. Su tono de voz se escuchaba diferente, era más suave y cálido, además de que estaba cocinando cuando no le gustaba hacerlo.

— Espera, espera, espera del verbo perar. ¿Me estas diciendo que fuiste al palacio para trabajar siendo amigo del Rey? —preguntó muy confundido recibiendo un asentimiento—. Jungkook... dime de cual te fumas, te conseguiré una cara porque las baratas te están haciendo mal.

— ¡Te digo la verdad!, es más... mira — extendió su teléfono al adverso—. Me contrataron porque él tuvo un accidente...

— Oh si, lo oí.

— Sus padres murieron y él quedó sordo debido al fuerte choque que tuvieron.

— Uy...

— Entonces las personas que conviven con él necesitan que salga de su zona de confort para que... pueda ser el mismo de antes. Me dijeron que debo aprender lenguaje de señas, pero... si hubieras escuchado su risa... —sonrió sintiendo sus mejillas calentarse un poco.

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora