CAPÍTULO 79

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Taehyung fue quien quiso encargarse de todo, su mirada estaba llena de lujuria y felicidad

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Taehyung fue quien quiso encargarse de todo, su mirada estaba llena de lujuria y felicidad. Su sonrisa no desaparecía, y sus pies parecían ir cada vez más rápido ignorando las gotas de lluvia sobre su rostro. Quería llegar pronto a la habitación y no solo él, su novio también lo quería pero, los nervios aparecieron.

Estando ya en aquel hotel, se dirigieron hasta su habitación en donde entraron de inmediato, para luego cerrar la puerta detrás de sí.

Fue ahí cuando el castaño tiró las llaves a la mesa más cercana para luego volver a acercarse al cuerpo de su pequeño, el cual no tardó en tocar y volver a besarlo con mucha pasión y amor. Sus cabellos estilaban al igual que sus ropas, las cuales poco a poco fueron despojándose para poder ver y sentir de una mejor forma lo que estaba a punto de pasar.

Kim, sin separarse del beso, lo llevó hasta la cama. Se acomodó sobre su cuerpo y al medio de sus piernas mientras observaba con atención el rostro sonrojado de Jungkook. En esos momentos, ya no sabía si era por el frío de la lluvia o... por estar en esa cercanía y sin nada más que su ropa interior.

- ¿Puedes poner un poco de música? -preguntó Kim acercándole el control remoto para que pudiera proceder a aquella pregunta.

- Taehyungie... -llamó tímido mientras obedecía-, algunos saben que estamos hospedados aquí, ¿qué tal si--

- Me importa un bledo lo que piensen -interrumpió quitando su camisa, botón por botón mientras su mirada estaba fija en el cuerpo adverso.

- Pero... -dejó el control a un lado luego de ya haber puesto algo- hyung, no quiero volver a lo mismo -tragó saliva al sentir cómo el susodicho volvía a acercarse hasta su cuello en donde no tardó en besar y succionar pequeñas zonas-. P-pero... -titubeó cerrando sus ojos- pero ellos...

- Shh -silenció-, no pienses en nada más que en mi y en lo que sientes ahora, ¿de acuerdo? -musitó-, concéntrate en... -lamió aquella zona luego de un pequeño beso- cómo te hago mío.

La sonrisa de Taehyung era tan preciosa, todo en él lo era y es que ese cabello mojado solo lo hacía ver mucho más atractivo. Su mirada era tan penetrante, tan llena de lujuria, de deseo.

Jungkook suspiró profundo y sólo volvió a recostarse por completo en aquella cama mientras enredaba su mano entre los pequeños rizos del castaño. Su piel se erizó y se estremeció al toque más pronunciado. Estaba sintiendo tantas cosas que solo quería que fuera ya, que él estuviera ya "dentro" pero... debían tener un proceso, de lo contrario, dolería más.

- ¿Estás seguro de que lo quieres? -preguntó en susurro mientras dirigía su mano suavemente por la cintura adversa hasta llegar a la ropa interior del menor-, si algo te asusta solo dilo, si te duele, me detendré -tomó entre sus dedos aquella delgada tela para bajar por completo y así dejarlo sin absolutamente nada.

Al escuchar aquello, las alertas en su cabeza sonaron. Esa advertencia... le asustaba. Sabía que era doloroso, pero... ¿tanto? Además, ya había visto a Kim y no era tan pequeño por lo que sabía que sí, definitivamente iba a doler muchísimo más.

- Espera... -susurró viéndolo a los ojos- es que... tengo miedo, q-qué tal si... me lastimo o... tú... -desvió la mirada al sentirse tan sonrojado.

- ¿Tú en realidad quieres hacerlo? Sé sincero, no lo hagas solo por complacerme a--

- Si lo quiero -interrumpió-, es lo que...

El mayor fue bajando su mano hasta llegar a tomar el miembro adverso.

- Y-yo...

Aún sin dejar de verlo, soltó un poco de saliva sobre la punta y procedió a esparcirlo por toda su longitud.

- ¿Decías? -Sonrió acomodándose.

Jungkook volvió a desviar la mirada mientras mordía su labio inferior tratando de calmar sus gemidos. No podía ni atreverse a voltear a verlo. Se sentía tan sumiso ante su toque y es que quería más.

Taehyung sin quitar la mirada del rostro adverso aumentó la velocidad en sus movimientos. Quería verlo tener un orgasmo, quería... verlo y escucharlo gemir, quería ver como aquel chico se derretía ante sus toques, quería verlo terminar.

Al cabo de unos minutos, al momento en que estaba alcanzando aquella sensación de orgasmo, Kim se detuvo. Tomó el lubricante que había dejado bajo la almohada y tomó dos de sus dedos para así colocar aquel gel sobre estos.

- Cuando el dolor pasa -regó el gel sobre sus dedos- el placer comienza -prosiguió.

Llevó el dedo índice hasta la entrada del menor y con otro poco de lubricante dio pequeños movimientos circulares para que este pudiera prepararse para lo que venía. Y, al tenerlo listo, finalmente introdujo dicho dedo de forma lenta y suave pues, Jungkook estaba siendo muy exagerado.

- N-no te muevas -pidió con los ojos llorosos- duele mucho -soltó la primera lágrima.

- Tranquilo, solo es uno -se mantuvo ahí- debo... prepararte, de lo contrario, no podrás tenerme dentro -puchereó comenzando a mover su mano logrando escuchar los gemidos, jadeos y lloriqueos de su pequeño.

- S-se siente raro -balbuceó entre lágrimas.

- Es porque es tu primera vez -respondió tranquilo y concentrado en hacer los movimientos bien. Lo que menos quería era provocarle un desgarre.

- Hyung... -llamó con la respiración agitada- t-tus dedos son muy... largos.

- Ya verás que no solo mis dedos son así -rió levemente.

- No te rías -se quejó cubriendo su rostro por la vergüenza. No tuvo que haber dicho eso.

Fue ahí cuando nuevamente su piel se erizó al sentir aquel líquido frío, seguido de un segundo dedo en su interior, algo que lo hizo gemir un poco más fuerte pero que no impidió que se moviera, sabía que si ponía menos tropiezos más pronto podría tener al Rey en su interior.

Mientras los minutos pasaban, el cuerpo del menor iba acostumbrándose cada vez más. Y es que no solo él estaba nervioso por aquella noche, pues... no solo él perdería su "virginidad". Taehyung había estado esperando tanto tiempo a alguien digno y hasta "el matrimonio" pero, eso era pura mentira. ¿Quién iba a esperar tanto teniendo a la persona indicada frente a él?

Quizás no era experto y no se compararía a los tipos de aquellos videos que observaba en su adolescencia pero, haría todo lo que pudiera. Tenía casi 24 años y aunque no quisiera dejarse llevar por la sociedad, no quería seguir siendo virgen a los 30.

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora