CAPÍTULO 13

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El peliazul al ver aquello rápidamente alejó a Taehyung de Park para así pedirle muchas disculpas y asegurarse de que estaba bien. Se sentía tan apenado y molesto, no entendía por qué había hecho tal cosa, si entendía sus celos pero ¿era tanto para golpearlo de aquella manera?

— Estoy bien... no te preocupes —susurró Taehyung manteniendo su mirada en Jungkook quien seguía cuidándolo de su amigo.

— ¿Qué es lo que te pasa? —preguntó molesto volteando hacia el rubio—. ¿Qué te hizo él para que lo golpearas? Es más... ¿¡Cómo se te ocurre golpear al Rey!? —exclamó acercándose a Park quien lo veía bastante serio.

— Es mejor volver a casa... —habló Hoseok tomando del brazo al susodicho—. Jungkook, es mejor que volvamos y--

— Yo no voy a volver. —respondió serio—. Y tú... deja tus berrinches, deja de beber de esta forma que me da incluso nauseas, vete a casa y te encierras ahí, ¿de acuerdo? Y es mejor que te vayas olvidando de que volveré a vivir ahí contigo.

— ¿Qué? Jungkook, ¿no crees que esto está yendo demasiado lejos? —habló Hoseok.

— ¡Si! Por esa misma razón no quiero volver con él, ¿¡sabes qué me harían si a él le pasa algo!?

— ¿Ahora... te importa más él, no es así? Lo escuché en la llamada. Siempre fuiste un idiota mentiroso. —Atacó Jimin sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas.

— Tú ni siquiera me hables. No voy a perdonarte esto, Jimin. Si ibas a golpear a alguien entonces me hubieras golpeado a mi y no a él... —tragó saliva dándole la espalda para así ir hasta dónde se encontraba el castaño— si no fuera por él de seguro ya estuvieras bajo el mar. —acotó.

— No... ¡Jungkook! Lo siento, ¡lo siento! No puedes dejarme aquí... —Pidió caminando hasta él pero la mano de Jung lo detuvo.

— Déjalo... no estás en condiciones para ir tras él.

Por otro lado Jungkook se adentró al auto y sin más comenzó a llorar de la impotencia que sentía. Odiaba siempre convivir con alguien ebrio, toda su niñez había aguantado a su padre, tenía una especie de trauma con alguien así y Jimin lo sabía. Todo volvía a su mente y... tenía mucho miedo.

Luego de unos segundos sintió la mano de Taehyung dando caricias sobre su espalda y cabeza por lo que se tranquilizó un poco. Jimin jamás se había involucrado en una pelea, él jamás iba a dar el primer golpe, pero esta vez... creía desconocerlo por completo.

— ¿Te llevo a tu casa?

— No... —musitó al mismo tiempo que movió su cabeza— buscaré algún hotel o... algo así, no quiero volver a ese lugar.

— Ya es tarde... no creo que haya algo abierto —musitó para luego encender el auto y así finalmente irse de aquel lugar.

Aún seguía pensando el por qué aquel chico lo había golpeado, aunque, siendo sincero, ni siquiera le había dolido pues no lo había dado con fuerza. No lo conocía además de lo que Jungkook le contaba, siempre hablaba sobre sus historias cómo buenos amigos que eran y verlos así de la nada... era extraño.

Luego de unos minutos se estacionó a la orilla de la calle. En cuanto ambos hicieron contacto comenzó a pedirle que durmiera en el palacio al menos hasta que consiguiera un lugar en el cual vivir o hasta que se arreglaran las cosas con aquel rubio.

— ¿Qué? Pero... ya han hecho mucho por mi, no puedo... no puedo aprovecharme de esta forma —respondió limpiando sus ojos y mejillas con un pequeño pañuelo.

No es ninguna molestia. Nadie se enfadará ni nada por el estilo, sólo... mientras no tengas un lugar —sonrió apenado.

— Pero mañana debo ir a la universidad y me quedaría más lejos, no tengo transporte y me costaría mucho--

— Yo te llevo. —sonrió de nuevo—. Por favor, acepta.

El peliazul se quedó observándolo por unos momentos para luego suspirar y sonreír. De hecho había un lugar al cual tenía pensado ir pero no tenía las llaves. Con su paga estaba juntando para irse a un lugar más grande y cercano a la universidad junto a Jimin, pero ahora, ni siquiera sabía si iba a poder hablarle de nuevo sin reclamarle por lo que hizo.

— Está bien... —tragó saliva—. Muchas gracias.

El castaño con una hermosa sonrisa en su rostro sólo asintió y volvió a encender el auto para así dirigirse a su hogar. Estaba feliz de que ahora tendría muchísimo más tiempo con el menor. Incluso estaba pensando ya en cual habitación quería que se hospedara. La que estaba al lado de la suya.

Por otro lado Hoseok seguía en aquel puente junto a Park quien se había sentado debido al mareo para luego vomitar pero justo caía al mar. Se sentía mal, odiaba estar así pero prefería pensar en cómo detener sus vómitos a tener que pensar en Kim y su amigo.

— Debo hacer que vuelva conmigo... no quise golpearlo, y-yo... sólo... s-sólo lo hice —balbuceó hipando al final—. Fui un tonto...

— Sí, lo fuiste.

— Oyee —se quejó volteando hacia el adverso quien no pudo evitar reír—. Tengo que pedirle disculpas... ¿y si... me manda a matar? L-los... Los reyes pueden hacer eso, ¿no? —preguntó preocupado.

— Probablemente.

— Ya me cargó el payaso —hipó de nuevo.

Hoseok rió de nuevo y ya sólo ayudó a levantar al adverso pues el taxi había llegado. Jimin parecía estar más calmado e incluso se reían de lo que había sucedido pero se ponía a llorar al recordar a Jungkook. Sus mil maneras de pedirle perdón vinieron a la cabeza y se las contaba al pelirrojo quien sólo se reía de cada una de ellas pues eran muy absurdas.

— Entiendo que fue mi culpa... ya estaba ebrio así que —tragó saliva—. Supongo que lo imaginé, Jungkook y ese principito no son nada más que amigos, al... Al igual que tú y yo —sonrió recargando su cabeza en el hombro adverso.

— Sí... cómo tú y yo... —respondió distante al recordar cómo Jungkook tomaba de la mano a aquel chico al igual que dejaba que este limpiara su rostro.

No sabía qué pensar, pero... ahí seguramente había algo más que amistad.

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora