CAPÍTULO 69

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Jungkook mantuvo su mirada en aquella fuente mientras trataba de tranquilizar su llanto. Sus ojos no dejaban de generar lágrimas y eso era un problema pues, después el dolor de cabeza sería fatal pero, era tan difícil no hacerlo.

Estaba sintiéndose tan mal al saber que él no podía hacer nada para impedir aquello. No era nada ante la sociedad y no podía manchar la imagen de alguien tan importante como Taehyung.

No podía... hacer que odiaran a alguien sólo por su culpa pero, ¿cómo obligaría a su corazón a dejar de amarlo?, ¿cómo podría soportar saber que ahora sería alguien más quien estuviera a su lado? Ni siquiera... podía imaginar lo horrible que se sentiría verlo de la mano de alguien que no era él.

Sabía que algún día eso sucedería, nada era color de rosa ni era como un libro de fantasía. La realidad era otra, la estúpida realidad donde incluso una gran parte de la sociedad preferiría ejecutar a las personas con "gustos diferentes" a querer convivir con ellos, un país... que era tan rudo con alguien que sólo quiere amar.

— Joven Jeon...

Al escuchar aquella voz, el susodicho limpió de inmediato sus ojos sintiéndose algo avergonzado por haber sido encontrado de aquella manera.

— Lamento... interrumpirlo —musitó aquella chica con timidez— sé que esto no me incumbe pero, yo... quería saber cómo se encontraba.

— Estoy bien —respondió de inmediato cabizbajo.

Lily suspiró caminando poco a poco hasta llegar a aquella banca para luego sentarse al otro extremo con la mirada en él.

— Puedo entender lo difícil que será esto para usted y para su majestad —habló suavemente— es una lastima que todo siempre se lleve a cabo tal y como la familia lo decida pero, no se de por vencido tan fácil. Desde que usted llegó, nunca lo había visto tan feliz, todos se sorprendieron y fue casi como un ángel caído del cielo, para todos —sonrió—. Incluso... rechazó ir al psicólogo porque no servía de nada, pensé... que él ya no saldría de eso por la forma tan... triste en que estaba —musitó al recordar todo— pero cuando usted llegó, le juro que... nunca lo vi sonreír así. ¡Incluso usted lo hizo comer!, yo estuve luchando días para que al menos probara una fruta pero no quería y... —suspiró de nuevo— bueno, creo que todo ya lo contó el abuelo Choi.

Jungkook finalmente llevó la mirada hasta ella sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas una vez más. No sabía ni siquiera qué debía decir.

— Por favor, no deje que esa mujer lo haga sentir así —llevó su mano hasta la del adverso— además, estoy segura de que Taehyung no lo dejará ir tan fácil —sonrió— él lo ama demasiado y no dejaría que un matrimonio se interponga en su relación.

— ¿En serio... crees eso?

— Claro que sí, ¿es que usted no se da cuenta? —preguntó con indignación— usted y él son... como personajes creados para una historia de fantasía, amor, y... todo eso —rió—. Quizás piense que estoy loca o que... —acarició su cabello con vergüenza— soy de las que escriben sobre ustedes —balbuceó.

— ¿Qué?

— N-nada —desvió la mirada— no dije nada...

— ¿Escriben sobre nosotros?

— Yo no--

El sonido de un carraspeo interrumpió a ambos. Al notar que se trataba de Taehyung, Lily se puso de pie inmediatamente para luego irse y así no estorbar, mientras que por otro lado, Jungkook sólo volvió su mirada al frente tratando de no seguir llorando.

— ¿Puedo sentarme? —preguntó en un tono suave mientras observaba a su novio.

Este asintió.

Suspiró profundo y sin decir nada por unos momentos, tomó asiento con la mirada en el mismo punto que el adverso tratando de buscar las palabras adecuadas para él en ese momento.

La noticia había sido fuerte, también lo fue para él; no obstante, ¿quizás a su novio le afectó más?

— Lamento... que hayas escuchado eso —habló al fin—. Yo... sinceramente... no sé cómo llevar esto —tragó saliva sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas— sabía que era algo que se aproximaba pero no me imaginé que fuera tan pronto —llevó la mirada al castaño—. Traté de tener todo bajo control pero creo que fallé una vez más...

Jungkook desvió la mirada a él en el mínimo segundo en que aquel sollozo sonó.

— Lo lamento tanto... —soltó un poco de aire— lo siento, no quise fallarte a ti, no quería... n-no quería que nuestra r-relación...

Mordió su labio tratando de contener todo aquel dolor sobre sus hombros pero, no pudo. En ese momento... se derrumbó ante aquel chico mostrando la forma tan triste y desgarradora en que lloraba mientras pedía perdón por haber "fallado" de nuevo.

— Si tan sólo yo... —sorbió su nariz— si tan sólo yo fuera alguien más, t-todo... todo esto no estaría ocurriendo. Me siento tan... tan avergonzado, tan miserable, tan... estú--

Se quedó en silencio de inmediato.

Sus ojos permanecieron abiertos por unos segundos, sus lágrimas se deslizaron por sus mejillas y su corazón pareció ser abrazado tan fuerte que no sabía cómo reaccionar.

Por otro lado, Jungkook frunció su entrecejo cerrando sus ojos; dejando así que aquellas lágrimas también cayeran sobre sus mejillas. Sus labios se posaron sobre los del castaño buscando callarlo al fin pues, este no prestaba atención al momento de querer comunicarse con él, siendo esa la única forma de detener sus duras palabras.

Al cabo de unos segundos más, el menor se separó logrando así ver directamente a los ojos contrarios.

No me importa lo que diga ella o lo que digan los demás —señaló— nadie podrá separarme de ti. Pueden patearme, pueden golpearme, pueden quemarme vivo, pueden tirarme de un rascacielos pero nadie podrá separarme de ti. ¿Sabes por qué?, porque te amo, te amo de aquí... a la luna, a las estrellas, a todos los planetas, a todas las galaxias; a pasitos de la hormiga más pequeña, de ida y vuelta por millones de veces —sonrió—. Pueden incluso matarme, pero mi alma te ama tanto que sería capaz de buscar en la siguiente vida, y en la siguiente hasta poder encontrarte.

— ¿Cuando aprendiste tan bien el lenguaje de señas? —preguntó limpiando sus lágrimas.

Jungkook rió para luego acercarse de nuevo y volver a besar a su novio, siendo esta vez, un beso esquimal.

— No permitiré que te alejen de mi... —susurró Kim—. Pude perder muchas cosas, pero no te perderé a ti —musitó viéndolo directamente a su rostro—. Buscaría entre mar y tierra, haría un pacto con el diablo, recorrería todo el mundo hasta poder llegar a ti —acarició su mejilla quitando aquella lágrima— incluso... mataría por ti.

Ambos se sonrieron sintiéndose tan tontos por ser demasiado cursis pero... tan bien de saber que lo que ambos sentían era mutuo y que nada ni nadie lograría acabar.

Ni la muerte... sería capaz.

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora