SEÑALES | TAEKOOK

CAPÍTULO 11

6:00 p.m.

Jimin se recostó en aquel asiento mientras observaba a sus amigos hablar y seguir comiendo. De nuevo estaba bebiendo y parecía no tener ningún tipo de cambio en su mente, quería olvidarse de Jungkook.

Su corazón estaba doliendo cómo nunca antes y es que... ¿Por qué estaba así? Ya habían pasado casi 6 años desde que se dijo así mismo que debía dejar esos sentimientos de lado, lo hizo, sí, e incluso se alegró al saber la última relación de él, pero, era con una chica y... ¿Por qué ahora de nuevo? ¿Era porque estaba conviviendo más con un chico?

— Vamos, Jimin-ah, disfruta con nosotros. Hoy le toca pagar a SongJi. —Sonrió pasando su brazo sobre los hombros del susodicho.

Éste solamente sonrió triste y tomó la botella de Soju para así dar otro trago más. Los amigos adversos en aquella mesa sólo se quedaron observándolo sabiendo perfectamente qué era lo que le sucedía. Todos sabían el secreto de que le gustaba Jungkook y de hecho, lo supieron desde mucho tiempo atrás dónde se dedicaban a tirar indirectas que el antedicho nunca captó.

— Ya no importa. —Habló dejando la botella en la mesa—. Es inútil seguir pensando en él y... quiero dejar de hacerlo pero no puedo. —Llevó su mano hasta su cabello para así acomodarlo hacia atrás.

— ¿Y por qué no sólo le dices? —preguntó Kang, otro de los amigos más cercanos de Park.

— ¿Qué le diré? "Oye, Jungkook, me gustas desde que eramos niños, ¿Puedes hacerme caso y ser novios?" ¿Eso? —habló irónico.

— ¿¡Pero por qué me hablas así!? —se quejó frunciendo su entrecejo para luego meter comida a su boca.

— Ya, no les hagas caso. —rió Hoseok—. ¿Ahora no te ha mandado mensaje?

Jimin bajó la mirada sacando su teléfono dándose cuenta que su amigo ni siquiera había respondido los mensajes que le había mandado muchas horas antes. Se sentía tan triste que sólo quería seguir bebiendo y así ni sentir cuando algún auto lo atropellara.

Todos decían "hazlo" pero, ¿y si la relación se arruinaba? Jungkook había sido siempre su mano izquierda, lo ayudó a no caer en tantas cosas malas que ahora se sentía tan vacío sin tenerlo a su lado riendo y disfrutando juntos. Estaba perdiendo a su amigo, estaba perdiendo a la persona que más amaba y... dolía demasiado sentirse tan sólo.

— ¿Y si sólo lo estás imaginando tú? Me refiero a que, quizás por el hecho de que sea un chico... creas que te está alejando. Jungkook era heterosexual, ¿no es así?

— Eso me dijo a mi, siempre. —Apoyó su cabeza en el hombro del pelirrojo—. Pero si tan sólo hubieras visto, sus ojos... brillaron tanto con tan sólo contarme de él. Sentí celos pero lo disimulé y... sólo sentía cada apuñalada más fuerte al ver su sonrisa.

— Entonces deberías decirle antes de que se enamore del principito ese —tomó un sorbo de su botella.

— ¿Y si tratas de enamorarlo? Tú lo conoces más que nadie. —Habló SongJi.

— Cierto, haz que se sienta más cómodo contigo, y no en el ámbito de amistad sino... algo romántico. ¡Nosotros te apoyaremos! —Exclamó feliz Kang.

— ¿Ustedes... me ayudarían?

— Pues claro, somos amigos, ¿no es así? —Sonrió Hoseok—. Ahora ven, sigamos comiendo, bebiendo, siendo felices y olvidándonos de los demás.

Jimin sonrió para luego asentir y así seguir degustando de aquella deliciosa panceta junto a los demás. Aunque su corazón seguía dolido, ahora sentía más esperanza al saber que aquellos 3 al frente de él lo ayudarían.

Tenían razón, conocía a Jungkook de pies a cabeza, de adentro hacia afuera y muchas cosas más, no iba a rendirse contra Kim Taehyung, si uno de los dos iba a enamorarlo, entonces sería él.

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Las risas de ambos chicos en aquella habitación eran cada vez más fuertes. A Taehyung realmente le hacía gracia ver a su nuevo amigo tratando de imitar lo que aquella aplicación decía para que él pudiera entenderlo pero era tan gracioso ver cómo incluso se tiraba al suelo de la risa. Ni siquiera era tan gracioso pero para ellos, si lo era.

— ¡Ya no! Ya no... —rió acostándose en el suelo— siento que me orinaré si sigo.

— ¿Qué te parece si jugamos a algo más?

— Uhm... —se quedó observándolo fijamente— Oh, ¿otro juego? —sonrió al ver al adverso asentir— ¿Qué podríamos... ¡oye, eso es mio! —alzó la voz poniéndose de pie rápidamente para así ir tras Taehyung que había comenzado a correr por todo el castillo con el teléfono en mano.

Ambos reían de nuevo pues al estar con aquellas pantuflas pues se resbalaban y eso lo hacía mucho más gracioso.

Los trabajadores solamente sonreían al ver a Taehyung ser él de nuevo. Tan juguetón, risueño y... feliz. Estaba volviendo a ser él y eso les daba incluso ganas de llorar. Jungkook era la persona indicada para él y agradecían haberlo encontrado.

Por otro lado Jungkook finalmente tomó más ventaja para así llegar hasta el jardín en dónde tomó de la camiseta al mayor haciéndolo caer para luego subirse en su regazo para así aprisionarlo y comenzar a hacerle cosquillas.

— J-jungkookie... ya basta, ¡por favor! —Pidió riendo tratando de quitar al menor de encima.

Le gustaba que el susodicho lo tratara cómo una persona más, que no lo "tratara suave" solamente por ser el Rey. Le gustaba sentirse libre de ser él y no estar bajo "ordenes", le gustaba estar con Jungkook.

Ambos chicos permanecieron así hasta que Taehyung pudo entrelazar sus manos con el adverso logrando detener las cosquillas. Se quedaron viéndose fijamente y sus sonrisas no desaparecieron. Sus respiraciones estaban muy agitadas por lo que se quedaron unos momentos tranquilos para poder retomar su energía.

— Jungkook-ah... —llamó—. Me gustan mucho tus ojos. —Sonrió.

— Hyung... —rió tímido desviando la mirada— a mi también me gustan... —observó aquel bello rostro— me gustas tú... —musitó.

En ese momento pudo escuchar el sonido de su teléfono. Desvió la mirada hasta él, se quitó de encima del mayor y rápidamente lo tomó entre sus manos. Su sonrisa desapareció y los nervios aparecieron.

Comenzó a pensar en que al momento de estar corriendo recibió aquella llamada y sin darse cuenta, él había contestado. Pero había algo que le preocupaba en ese momento.

Taehyung ni siquiera lo había entendido por haberlo dicho demasiado rápido por lo que no pudo leer sus labios, pero Jimin... si lo había escuchado.