CAPÍTULO 22

695 115 35
                                    

Una semana después.

Jungkook caminaba junto con sus otros amigos hasta la salida de aquella universidad. Una larga y cansada jornada de clases por fin había terminado, los exámenes culminaban y la semana de descanso comenzaba.

Todos comenzaron a caminar hasta aquel restaurante de comida rápida. Iban a celebrar que por fin tendrían tiempo para sí mismos sin preocupación por alguna tarea o clase pendiente. Todo había sido tan agobiante que incluso creían que iban a volverse locos.

Estando sentados en aquella mesa Jimin pudo notar lo inquieto que estaba su amigo. Estaba viendo su teléfono a cada instante y no participaba en la charla que tenían por lo que sólo suspiró y desvió la mirada no queriendo pensar que se trataba del principito, pero, "lastimosamente" si era.

— Chicos. ¿Les molestaría si... Taehyung puede venir a comer con nosotros? —Sonrió manteniendo el contacto visual con todos—. Quiero... integrarlo a nuestro grupo un poco, ha estado muy sólo desde mis últimos exámenes y--

— ¿¡Qué!? ¿El rey--

— Shh, baja la voz. —Interrumpió Jungkook tapando la boca de Kang.

— ¿El vendrá? —Susurró—. Pero, mira cómo estamos, parecemos vagabundos y no cómo los de Estados Unidos, sino, cómo los de países latinos. —Se quejó.

— ¿Países latinos? ¿Cuando has visto los vagabundos ahí? —preguntó Hoseok riendo.

— Los vi en YouTube, no sé cómo, no entendía qué pasaba pero les regalaban comida y así...

— Bueno, chicos, ¿puede venir Taehyung? —puchereó— Digan que si.

— Pues, por mi no hay problema. —Respondió la única chica entre ellos.

— Por mi tampoco. —Respondió Hoseok y Kang al unísono.

Jungkook desvió la mirada hasta su izquierda para así ver directamente a los ojos de Park dándole una mirada de "cachorrito". Además, esa podría ser la oportunidad de disculparse.

— Por mi... —suspiró sonriendo al final— no hay problema.

El peliazul sonrió arrugando un poco su nariz para luego abrazar al rubio. Estaba tan emocionado de que sus amigos convivieran con él, no era una mala persona y además se comportaba cómo cualquier persona de su edad.

Sin decir nada más se puso de pie tomando tomando teléfono para así seguir escribiéndole a Kim quien ya venía en camino.

Por otro lado, todos al ver cómo éste salía del restaurante, voltearon inmediatamente hacia Jimin. Tenían miedo de que aquella pequeña reunión saliera mal, tal y cómo las anteriores.

— Por favor, no caigas en algún ataque de celos.

— ¿Y quién dice que soy celoso? —respondió soltando un pequeño puchero para así desviar la mirada.

— Esa ni tú te la crees. —Respondió SongJi.

Todos desviaron la mirada al ver a través de la ventana a su amigo caminar hasta un auto bastante lujoso del cual salió aquel castaño. Momentos después notaron cómo cuatro guardaespaldas se "camuflaban" entre las personas, cosa que era muy evidente. Al ver cómo aquellos dos caminaban hacia dónde ellos se encontraban, rápidamente arreglaron su ropa al igual que el desorden en aquella mesa.

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora