SEÑALES | TAEKOOK

CAPÍTULO 74 - MINI MARATÓN 3/5

— ¡¿Dónde está!?

Los pasos sonaban cada vez más fuerte y desesperados. Los gritos de aquella mujer retumbaban las paredes del palacio llamando la atención de todo el personal, siendo Choi el primero en salir a enfrentarla.

— ¿Dónde está Taehyung? —espetó molesta.

— Él no se encuen--

— ¡¿Te pregunto dónde está!?

Choi permaneció serio. Podía ver en su rostro lo molesta que estaba, pero, por suerte, el Rey había partido ya desde hace unas 2 horas.

— Mi señora —trató de contenerse de reír— él ahora está en un vuelo muy importante.

— ¿Vuelo? —bufó— ¡dile a ese tonto niño que lo quiero aquí AHORA MISMO! Él sabía la cita que tendría con esa princesa hoy, así que, dile que lo quiero aquí en este maldito instante.

— Lo siento, mi señora —mantuvo la frente en alto. Ya no se iba a inclinar ante ella—. Como ya mencioné, el joven Rey no está dentro del país. Me parece que es mejor cancelar cualquier cita pendiente con las princesas a conocer. Él no volverá hasta... —se quedó en silencio por unos segundos— dentro de 2 meses —sonrió. Era mentira clara-mente pero, no iba a dejar que arruinaran el viaje de ese chico.

— No voy a cancelar nada, Kim Taehyung debe de esposar a alguien para seguir con la jerarquía, y no quiero que cometa el mismo estúpido error de su padre.

— Sé equivoca. Sumgyeojin no fue ningún "estúpido error" —corrigió—. Como Rey, tienen el poder de enamorarse de la persona que deseen. Ya no estamos en el siglo XIX, mi señora —sonrió—. Pero no se preocupe, si usted lo que quiere es que él mantenga un matrimonio, le aseguro que en poco tiempo podrá tenerlo.

— Viejo nefasto, ¿qué no entiendes?, esto es por el bien de la dinastía Kim. Debemos ampliar nuestra jerarquía, no mancharla con asquerosos impuros —habló con asco.

— Con todo respeto, mi señora. El Rey Kim tiene todo el derecho de hacer lo que él quiera. A usted nadie la detuvo cuando mató a miles de campesinos inocentes, ¿por qué ahora él no tendría la libertad de ejercer sus decisiones?

Aquella mujer frunció aún más su entrecejo. ¿Cómo se atrevían a decirle eso?

— Él cumplirá 24 en unas semanas, usted cumplirá 82. Este es tiempo del joven Rey Kim Taehyung, mientras que su mando ya culminó muchos años atrás.

— ¿Quién te crees que eres?

— La única familia que el Rey puede tener. Usted... dejó de serlo desde que le provocó la sorde--

Un fuerte golpe sonó. Su rostro se tornó rojo y su mirada permaneció en el suelo.

Al escuchar cómo las chicas querían ir con él, hizo una señal para detenerlos. No quería que ellas salieran afectadas también.

— Tú no sabes absolutamente nada.

— Todo el país lo sabe —respondió rápido.

— ¿Qué? Eres un idiota —levantó su mano de nuevo en señal de querer golpearlo—. Vas a respetarme ahora y siempre, no eres más que un tonto campesino —espetó.

Al querer dar de nuevo aquel golpe, pudo escuchar pasos provenir del pasillo. Se detuvo y observó al fin a los guardias entrar seguido de las sirvientas.

— Por favor, acompáñenos a la salida. Por ordenes del Rey, usaremos la fuerza bruta si llega a agredir a alguno de los trabajadores en el palacio —informó en voz alta.

Aquella mujer bufó totalmente molesta.

— Te prometo que tendré tu cabeza decorando mi templo —amenazó con una mirada "asesina".

Sin decir nada más, salió de inmediato de aquella sala yendo hasta la salida acompañada de los guardias reales.

— ¡Abuelo! —exclamó asustada Lily yendo hasta él— ven, te pondré hielo.

— Mi niña, estoy bien —sonrió.

— Esa estúpida mujer —se quejó Sonwoo viendo por la ventana—. Espero tanto el día de su muerte.

Choi permaneció en silencio. Las palabras de aquella mujer rondaban en su mente y claro que tenía miedo. Ella mató a tantas personas, ¿por qué él sería una excepción?

— Abuelo...

— Llama a Lee Chang Wan —ordenó—. Necesitamos más protección, aquí y en donde el Rey esté.

— ¿Qué pasó?

— Presiento... que esa mujer está por hacer cosas horribles de nuevo. Y necesitamos proteger a Taehyung —habló serio—. No voy a permitir que lo mate —tragó saliva— él no tendrá el mismo destino que sus padres.

14 horas después.
Francia, París ; 01:30 a.m.

Jungkook frunció su entrecejo al sentir los movimientos en su cuerpo. Estaba durmiendo y lo estaba haciendo tan bien que no quería ni moverse pero, al no hacerlo, poco tiempo después su rostro fue rellenado de besos hasta que por fin abrió sus ojos.

— Déjame... —se quejó.

— Ya llegamos —musitó Taehyung con aquella voz ronca pues, también había dormido—. Vamos, ya es hora de bajar —susurró metiendo su rostro en la curvatura del cuello adverso.

— Taehyungie... —murmuró en tono de queja aún— deja que los demás pasajeros bajen —bostezó.

— Nosotros somos los únicos aquí.

Jungkook puchereó. Mantuvo sus ojos cerrados y trató de no prestar atención. Se sentía muy cansado, además, por alguna extraña razón seguía sin poder abrir bien sus ojos.

Kim al ver esto, volvió a acercarse lo suficiente en su cuello, pero esta vez, los besos se convirtieron en pequeñas secciones que dejarían algunas marcas rojizas. Acción en donde el menor rápidamente se apartó abriendo sus ojos pues, no quería tener problemas al salir de aquel lugar.

— Hyung~ —se quejó— no hagas eso.

— Bien, vamos. Todos nos esperan afuera —sonrió poniéndose de pie extendiendo su mano.

Jungkook sin poder negarse, estrechó su mano para luego ir detrás de él. Sus ojos aún no se acostumbraban a la luz del jet por lo que era un poco difícil de caminar, siendo esa la razón que haría que Taehyung tomara su mano para poder guiarlo de una mejor manera.

— Su majestad, ¿cómo estuvo el vuelo? —preguntó una de las chicas que había ido con ellos— su hotel ya está--

— ¿Cómo puedes hablarle así al Rey? —preguntó una de las azafatas con algo de molestia. Ella no sabía que el susodicho ya podía oír—, no puedes dirigirte de esa forma hacia él. Ten algo de clase y respeto por los superiores.

— Muy bien —respondió Taehyung— ¿cómo estuvo el suyo, señorita Lyn? —preguntó sonriente mientras le invitaba a caminar junto con él.

Jungkook soltó una pequeña risa al ver a aquella azafata muy avergonzada. Ahora Taehyung podría darse cuenta la forma en que todas las personas adversas trataban a las chicas del palacio. El hecho de que eran "sirvientas" no hacía que Kim las tratara como algo inferior.

— Jungkookie —llamó volteando— ven —extendió su mano de nuevo.

— Soy un guardaespaldas, debo ir--

— Ven aquí —ordenó.

El menor sin poder negarse, obedeció.

— No hay personas aquí, por lo que el título de "guardaespaldas" lo tendrás que cambiar por "novio" —habló bastante seguro.

— ¿Frente a todos ellos? —hizo referencia a sus acompañantes.

— Claro, ellos ya tienen idea de que incluso serás el próximo Rey —sonrió.

— ¿Rey...?

Taehyung sin decir nada más, volteó hacia el frente. Se sentía tan feliz de estar tan lejos de su "familia". Seguramente su abuela ya estaba haciendo un revuelo en el palacio pero, ya había dado una orden hacia ella, y debía respetarse.

Ahora solo debía disfrutar con su novio de aquella hermosa ciudad. Mejor dicho, en unas horas podrían disfrutar mejor.