CAPÍTULO 78

288 54 2
                                    

6:30 p.m.

Jungkook mantenía la mirada en aquel chico risueño que desbordaba felicidad al bailar al centro de todas aquellas parejas. Sus ojos estaban fijos, y su sonrisa demostraba lo enamorado que estaba de ese castaño, algo que nunca se le vino por la mente, y menos... del mismísimo Rey.

— Ven —llamó extendiendo su mano aún en la pista.

Nos pueden ver.

Taehyung sonrió aún más, se le hacía tierna la manera tan formal en que se comunicaba por medio de señas. ¿Cómo era posible que extrañara algo así?, ahora podía oír un poco más que antes y eso era un gran cambio pero, desde el primer momento en que lo vio comunicarse con dicho lenguaje, se le hizo muy tierno ya que muchas veces solía confundirse.

Nadie nos conoce aquí, quiero bailar con mi novio.

— Me da miedo —puchereó levemente—, aunque estén los guardias, ellos--

Ni siquiera pudo completar la oración pues su chico ya había tomado una de sus manos para arrastrarlo hasta el punto donde se encontraba anteriormente con la clara intención de bailar juntos. ¿Qué más da si los veían?, habían más parejas homosexuales y nadie decía nada, ni una sola mala mirada, ¿por qué a ellos si?

Quizás porque él no era una persona corriente, era el Rey.

— Hyung, yo no...

— Shh —silenció deslizando su mano delicadamente por la curvatura en la cintura adversa—, pon tu atención solo en mi, mírame a mi —musitó sonriente—, nosotros somos el personaje principal aquí.

Jungkook sonrió enternecido cayendo rendido ante la hermosa mirada adversa. Sus manos se posaron suavemente en las manos adversas para luego sólo seguir sus pasos disfrutando de la música en el lugar. Fue ahí cuando poco a poco su miedo fue desapareciendo y su cuerpo fue más al ritmo, siendo así, la pareja más vista en aquella pista, sin darse cuenta de que algunos (fascinados por la escena ante sus ojos) comenzaban a grabarlos. No era con una mala razón, pero para ciertas personas en su país natal, si lo era.

Al cabo de unos segundos, la música comenzaba a llegar a su clímax, además de que... tal canción decía cosas sobre cómo era la intimidad entre dos personas que se amaban, algo que cautivó mucho más al castaño, llevándolo así a querer finalizar su baile con un beso. No estaba pensando bien en las consecuencias, solo quería hacerlo pero... por suerte, Jungkook si estaba más al tanto de aquello, por lo que, al darse cuenta de la cercanía que Kim estaba tomando, dio una vuelta disimuladamente para luego posar una de sus manos detrás de la cintura de este y así finalizar en una postura bastante "de película"; evitando así aquel peligroso beso.

Las personas aplaudieron, la música volvió a sonar y la pista se llenó de parejas queriendo ser como los anteriores chicos.

¿Nadie sabía quiénes eran ellos?, seguramente uno que otro pero, los demás no, por lo que el primer pensamiento fue que eran una pareja en su luna de miel.

— Hyung, eso fue... —tomó aire, estaba muy agitado por el miedo a que todo se descontrolara— fue...

— ¿Hermoso?

— Sí, pero, me refiero a--

— ¿Fantástico?, ¿majestuoso?, quizás--

— Peligroso —respondió al fin—. Cariño, no somos personas normales, tú... —bajó la mirada por unos segundos— tú tienes una reputación, y no quiero mancharla.

Taehyung borró su sonrisa y solo pudo fijarse en aquel brillo en los ojos adversos indicando que quería llorar. ¿Tanto era su miedo?

— Jungkook...

— Ellos no aceptarán esto —tragó saliva con la voz rota—, n-ni siquiera... —tomó aire— ni siquiera soy parte de la realeza. Soy...

— No lo digas.

— Soy como una "sangre sucia" a tu lado.

— Mi amor...

Jungkook parpadeó dejando salir las lágrimas que se habían acumulado, y sin decir nada más se alejó de aquel lugar para poder ir hacia la calle principal para poder distraerse pero, al abrir la puerta, el frío lo invadió, dándose cuenta de que estaba lloviendo a cántaros, pero no importó, solo quería estar solo, quería dejar de sentirse de esa manera, un "don nadie" al lado de su novio, un simple trabajador, pero, era difícil cuando sabía que a cada segundo debía pensar qué hacer para no arruinar su reputación. Tenía miedo.

Por otro lado, Taehyung tomó sus cosas rápidamente para ir detrás de su chico, pero en cuanto estaba a punto de tomar su mano, este salió corriendo debajo de la lluvia. Siempre hacía eso, irse, y no le gustaba, quería encontrar una manera para que él no se sintiera inferior o un peligro para su vida; por eso mismo, su idea de integrarlo a la realeza era... cada vez más grande.

— ¡Jungkook! —llamó al ver cómo este se quedaba atrapado en uno de los callejones que solamente eran alumbrados por las amarillas farolas de las esquinas—, cariño, por favor no te pongas de esa manera, sabes que no es así, no vas a arruinar nada.

— ¿Cómo lo sabes? —preguntó abrazándose así mismo para poder evitar un poco el frío—, ¿cómo sabes que no soy malo para tu vida?

— Simplemente lo sé —respondió caminando hasta él—, no me importa perder la corona si eso es lo que crees, porque estando contigo... tengo todo.

— Tú ni siquiera saber lo que es vivir en pobreza, ¿cómo puedes decir eso? —preguntó viendo con dificultad a su novio—, si esto termina para ti por mi culpa, yo... y-yo estaría--

Silenció. Su cuerpo fue acorralado contra aquella pared mientras que sus labios se encontraban con los adversos en un beso bastante... sentimental.

Sus manos se dirigieron hasta el cuerpo adverso comenzando a acariciarse con suavidad hasta que el mayor fue el primero en dar un paso más al querer que aquel beso suave se convirtiera en uno más apasionado. Metió su rodilla entre las piernas del menor y haciendo una leve presión, se acercó lo suficiente para poder hacerle olvidar lo que había pasado y todos aquellos malos pensamientos. Si no lo escuchaba, entonces lo besaría. Sabía que de esa forma él se tranquilizaría.

Los segundos fueron pasando y las ganas de querer sentirse aumentaron, por lo que Kim, sin poder esperar más, se separó tomando una de las manos del menor para así llevarlo casi corriendo hasta el hotel donde se hospedaban, el cual no estaba tan lejos del bar en donde se encontraban.

Quizás esa noche... le enseñaría de otra forma que no le importaba ser despojado del trono, solo lo quería a él.

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora