SEÑALES | TAEKOOK

CAPÍTULO 73 - MINI MARATÓN 2/5

Taehyung mantenía la mirada en su chico sin poder borrar su sonrisa. Observaba cada una de sus expresiones al estar dentro de aquel Jet y es que parecía un niño en una tienda de juguetes. Estaba tan asombrado por todo, incluso por las camas que habían en tal lugar, algo que le hizo mucha gracia por cómo probaba todo a su paso.

— Podría vivir aquí perfectamente —habló acercándose a la ventanilla— ¿Puedo vivir aquí?

— ¿Aquí? —preguntó Taehyung sentándose en la silla frente al menor— ¿no prefieres tener una casa conmigo?

— Claro que sí —rió sintiendo su rostro calentarse.

Justo segundos después, su atención se dirigió hasta la mujer que se acercaba a ambos dando explicaciones sobre el despegue que harían en ese momento. Esta les pidió ponerse los cinturones para luego exponer lo de siempre, las medidas de seguridad, los servicios, etc. Más que todo para el menor quien era su primera vez volando y ya estaba entrando en pánico al recibir las indicaciones de lo que debía hacer en caso de un accidente.

— Creo que no debí haber visto "Destino Final" —murmuró para sí mismo al sentir el temblor.

— Tranquilo... —susurró Kim tomando su mano— solo será un par de minutos, pronto estaremos en el aire y podrás acostarte en la cama.

— E-está bien, pero--

Cesó sus palabras al sentir la turbulencia al despegar. Hizo tanta presión en su cuerpo hacia su asiento que creía que en algún momento apretaría de más y algún gas podría escaparse de su cuerpo, tenía miedo y también del avión.

— Cariño, tranquilo, esto es normal —siguió hablando.

— Padre nuestro que estás en los cielos... santificado s-sea tu nombre, venga a nosotros t-tu reino —tartamudeó orando para sí mismo.

Taehyung al espectar aquello no pudo evitar reír por lo divertido que había sido aquello. ¿Estaba rezando?, ¿ahora desde cuando era un niño religioso?

— Hey... —llamó luego de unos segundos, una vez que las turbulencias terminaran— tranquilo —susurró tomando su mano— estoy aquí, todo está bien. Confía en mi, ¿si? Nada malo sucederá.

— Creo que me oriné —susurró con la mirada cristalina en los ojos adversos.

Taehyung desvió la mirada hasta su propio asiento para así quitar el cinturón, siendo el de su novio el siguiente. Una vez todo estaba normal, se puso de pie extendiendo su mano al castaño.

— Ven —sonrió— quizás estando en otro lugar te sientas mejor.

— ¿Otro lugar?, ¿hay una ciudad aquí o qué? —habló rápidamente debido a los nervios.

Kim desvió la mirada hasta la azafata en señal de que (por el momento) estaban bien. Esta hizo una reverencia para luego ir hasta su lugar, dejando así a aquellos dos completamente solos en dicha zona.

Jungkook mantuvo la mirada en su novio hasta que este por fin llegó al lugar que quería; la cama.

Soltó la mano del menor y, como acto seguido, se acostó sobre aquel colchón dejando su espalda apoyada en la cabecera. Extendió una de sus manos mientras que con la libre palmeó su regazo, haciéndole entender al castaño que debía sentarse en dicho lugar.

— Taehyungie...

— Nadie nos verá, los guardias están detrás de esa puerta —explicó tratando de hacerle sentir más seguro.

— Es que... —observó todo el lugar de nuevo— no quiero causarte problemas —se acercó un poco más— ¿Qué tal si las azafatas entran?

— Saben que deben tocar antes de entrar, y no lo hacen hasta que doy la orden —sonrió— ahora ven.

Jungkook suspiró. Quitó sus tenis y, con cuidado subió a aquella cama para luego acostarse sobre el regazo de su novio.

— Tranquilo —musitó— siempre que esté yo aquí, no tienes por qué temer. Ni a las personas, ni al lugar, ni a las alturas, ni al vehículo, nada, ¿entendiste? —acarició sus muslos— yo estaré aquí para cuidar siempre de ti.

— ¿Quieres hacerme llorar? —puchereó riendo al final.

Se acomodó y recostó su cabeza sobre el hombro adverso. Cerró los ojos, aspiró aquel delicioso aroma y poco a poco fue tranquilizando sus nervios, al punto en que casi estaba logrando dormir sobre su novio.

— Taehyungie...

— ¿Hm?

— ¿Cuánto dura el vuelo?, ni siquiera le avisé a mis padres de que saldría del país —musitó muy cerca de su oído, haciendo que la piel adversa se erizara. ¿Eso era normal?

— Creo que... entre once a catorce horas. No me fijé, luego vemos eso —acarició la espalda de este.

— ¿Qué haremos en el transcurso?, ¿solo permanecer aquí... y comer?

— Pues... podemos hacer más cosas —sonrió coqueto.

— ¿Si? —se separó un poco viéndolo directamente a los ojos— ¿como cuáles?

Taehyung soltó una pequeña risa mostrando una mirada que parecía brillar. Sus acariciaron sus muslos hasta llegar a la cintura, siendo ahí el momento en que tocó por fin aquella suave y cálida piel.

— Podemos descubrir si eres capaz de tener bebés —musitó relamiendo sus labios al final— o sólo nos quedamos en el intento —sonrió coqueto mostrando aquella voz profunda.

El castaño sonrió soltando una pequeña risa para luego volver a acostarse de la misma manera que antes. Escondía su rostro en la curvatura del cuello adverso mientras trataba de calmar su agitado corazón y aquellas sensaciones en su cuerpo que hacían enrojecer sus mejillas, no quería mostrar su rostro pero... el contrario si lo quería.

Taehyung sin pensarlo más, con cuidado se giró quedando sobre el menor. Apresó sus manos a los costados de su cabeza y se acomodó al medio de las piernas de este mismo.

— ¿Qué estás haciendo? —preguntó totalmente avergonzado tratando de ocultarse pero era algo difícil— no puedes hacer esfuerzo.

— El abuelo Choi dijo que debía hacer ejercicios.

— De oído, no de caderas —corrigió.

— Eso no importa —susurró acercándose su rostro un poco más.

Jungkook sin poder contenerse más, cerró sus ojos para luego terminar de acortar la distancia entre ambos. Posó sus labios sobre los adversos y se dejó llevar por él.

El miedo había desaparecido, los nervios seguían presentes pero no como antes. Ahora... solo estaba prestando atención en lo que pasaba entre ambos, disfrutando cada segundo que pasaba.

¿Sería muy arriesgado hacer lo que estaba pensando... en ese lugar?