CAPÍTULO 8

840 145 32
                                    

A la mañana siguiente.

Jungkook suspiró y lentamente abrió sus ojos viendo el techo por unos segundos. Estaba cansado, se había desvelado terminando sus tareas y además no se había estado alimentando bien, una vez al día... no era nada bueno.

Con toda su fuerza de voluntad se puso de pie y así comenzó a vestirse para ir a la universidad. Llevaba tan sólo un mes dentro y ya sentía que el mundo se le venía encima. Dejaban tantas cosas que no podía ni siquiera con su propia vida, estaba tan agotado mentalmente y el estrés parecía ser su nuevo mejor amigo ahora.

Luego de unos minutos tomó sus cosas, con algo de curiosidad fue hasta la habitación adversa viendo a Jimin dormir completamente torcido aún con la ropa mal puesta por lo que rió. No quiso ni siquiera despertarlo pues sabía lo que se sentía estar con resaca.

Caminó hasta la puerta y colocó sus zapatos para así finalmente ir a la universidad. En cuanto llegó se sentó en el lugar más lejano del profesor y ahí sacó los libros que el Señor Choi le había entregado. Suspiró, colocó sus auriculares y ahí fue cuando abrió aquello para luego ver por "encima" de todo lo que se trataba. Al ver todas aquellas manos sintió que estaba leyendo en otro idioma, que... en realidad lo era, pero ni siquiera él sabía qué quería pensar.

— La a... —musitó colocando su mano tal y cómo en aquella ilustración—. B... c... d... ¡auch! —Se quejó al sentir aquel pellizco en su costilla por lo que frunció su entrecejo volteando a su derecha—. ¿Qué te pasa?

— No seas tan gruñón —respondió el adverso—. ¿Y Jimin?

— No quiso venir hoy... —musitó sin despegar la mirada del libro.

— Ya veo... ayer se pasó mucho de copas —rió.

— ¿Y te ríes? ¿Cómo se les ocurre dejarlo beber tanto? ¡Me vomitó encima! —exclamó en un tono bajo viendo a Hoseok reír—. Ya les había advertido que no lo dejaran... —suspiró.

—Tranquilo, hermano. Jimin... quería sacar sus penas, está bien de vez en cuando, ¿no lo crees?

— No. Ustedes saben que no me gusta que se embriague, él no sabe cuando parar. —volteó la página—. Además pudo pasarle algo en las escaleras... pudo haber tenido un accidente y ustedes sólo... —se quedó en silencio tratando de no molestarse.

— No lo dejamos sólo, es nuestro amigo también. Puede que te preocupe pero él ya tiene 23 años, puede hacer lo que quiera.

Jungkook se limitó a responder y sólo siguió intentando aprender lo de aquel libro. Al menos así el pelirrojo había dejado de interrumpirlo, pero después de unos minutos siguió hablando de nuevo.

— Sabes... Jimin dijo muchas cosas ayer.

— Siempre lo hace.

— Si, pero... —mordió la parte de arriba de su bolígrafo—. Nunca escuché que... estuviera tan mal por alguien.

— ¿Por alguien? —desvió la mirada al mayor esperando obtener más información de aquello.

— Si, pero... juré que no le diría a nadie.  —Sonrió.

El peliazul soltó un leve puchero y volvió su mirada a su libro. No quería parecer tan chismoso pero... era inevitable pensar qué era lo que su amigo había dicho, y para que fuese un secreto... debía ser algo muy importante. 

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora