CAPÍTULO 70

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- ¿Estás seguro que los viste?

- Eso creo pero... el arbusto cubre mucho, no pude ver quien era la otra persona.

- Todos estaban aquí, ¿quién fue el único que no?

- No lo sé, pero si le contamos a ella seguramente hará todo más fuerte para quitarlo del trono -sonrió.

- Sería una lástima que ella se enterara, ¿no? -rió SeokJin-. La abuela se enojará si... se entera que es con una criada.

Ambos sin decir nada más se dirigieron hasta el auto donde había llegado. Fue ahí cuando planearon cómo sería todo pues, no podían solo decirlo así, claro que no, debían... ponerle la guinda al pastel.




Una semana después



Taehyung mantenía la mirada en aquel chico sentado sobre el césped observando el cielo naranja sobre ambos.

Los rayos de sol dejaban ver el color castaño en su cabello, el tono carmesí en sus labios y el brillo que su blanca piel reflejaba. Parecía ser una de esas personas que dibujaban sobre lienzos, su belleza... era digna de ser enmarcada y eso sólo le hacía sentir como si estuviera viendo hacia el pasado a un hermoso chico que con cautela observaba las nubes moverse lentamente.

Era precioso en su totalidad. Una belleza que no había visto en mucho tiempo, ni en hombres, ni en mujeres, ni en nadie; solamente él.

Jungkook había hecho algo en su vida que nadie logró, y ahora... parecían estar entre la espada y la pared. Estaban en un lugar donde no los dejaban amarse con libertad, sin miedo, ¿por qué? Ahora tenía que casarse con una mujer solamente para aparentar algo que no era, y sabía que eso lo destruiría a él.

No sabía qué hacer. Era tan difícil... decidir ser feliz pero odiado por todo el mundo o sentirse como un idiota por el resto de su vida pero... amado por todos, a excepción de él.

- Jungkook... -llamó acomodándose sobre aquel columpio.

El susodicho lo observó.

- Mañana... -tragó saliva- mañana tengo que ir a... -se detuvo por unos segundos, tenía mucho miedo-. Mañana es la cita con una de las chicas que buscaron para comprometerme.

El menor borró su sonrisa sintiendo como sus ojos se cristalizaban de inmediato. Y sin decir nada, solo volvió su mirada al cielo.

- Tú sabes que no quiero -siguió-. Son órdenes de mi abuela y de la corte. Debo obedecer a pesar de que... soy el Rey, por eso mismo quieren que una lazos con alguien fuerte y... así poder gobernar al país en su totalidad.

Jungkook pudo sentir como aquellas lágrimas iban bajando por sus mejillas hasta caer sobre el césped. Su dolor aumentaba y el sentimiento de traición era grande a pesar de saber que él no era el que decidía eso, pero, ¿cómo iba a aceptar que su novio se comprometiera con otra persona?

- Pero... -suspiró- yo no estoy dispuesto a aceptar tal cosa. Así que, para evitar esas citas, yo... -se puso de pie yendo hasta él.

Se sentó sobre la hierva frente a él y con un sobre en mano, sonrió.

- Yo nos compré dos boletos de avión -musitó con la mirada en el rostro adverso para poder ver su expresión.

- ¿Dos boletos? -preguntó sorprendido.

- Mañana por la noche nos iremos a Francia, tú y yo, solos -sonrió-. No voy a permitir que te alejen de mi -tomó su mano con suavidad- así que serán 3 semanas en las que estaremos como una pareja en un lugar donde no muchos me conocen. Seremos solo dos chicos que se aman y que desean experimentar la libertad fuera de todo este... lugar lleno de odiadores.

- Hyung, yo no... -levantó la mirada hasta él notando su hermosa sonrisa- ¿esto no es peligroso?

- No me importa. Solamente quiero estar contigo a solas, sin nadie pisando nuestros talones.

- ¿Qué hay de... ellos?, ¿qué pasará si se enteran?, ¿qué tal si--

- ¿Qué tal si dejas de prestar atención a los problemas y solo aceptas viajar con tu novio a Fracia? -interrumpió.

Jungkook nuevamente sonrió dejando que aquellas lágrimas volvieran a salir.

Dejó los papeles a un lado y sin decir nada se acercó lo suficiente hasta lograr unir sus labios en un suave beso, algo que Kim no tardó en corresponder, y en su lugar, solo se dedicó a acercarse mucho más hasta dejarlo bajo su cuerpo.

Estaba siendo muy peligroso, pero ahora solo quería hacerle ver a él que a pesar de todo lo que estaba pasando, él siempre sería su prioridad, él era la persona a la que había escogido para permanecer a su lado hasta el fin de sus días.

- Nadie te alejará de mi -susurró separándose un poco- Tú eres mi comienzo y mi final.

- ¿Siempre seremos tú y yo?

- Siempre.

Taehyung volvió a sonreír dejando un beso más corto sobre los labios adversos para luego repartir muchos más sobre todo el rostro del menor, haciendo que al fin aquellas lágrimas cesaran, y en su lugar, su sonrisa permaneciera.

- Hyung -musitó- ¿Qué hay de la visita al médico? -preguntó preocupado- esta semana te pondrán eso, pero, si nos vamos mañana... ¿no será difícil?

- El abuelo Choi habló con el médico -relamió sus labios sin dejar de ver los adversos- probablemente en la mañana me lo pondrán. Tendré que tener cuidado y reposo pero, puedo hacerlo en Francia con mi novio -sonrió.

- Debes acostumbrarte de nuevo, pero... -puchereó- puedes lastimarte, todo debe ser con cuidado y--

- Estaré bien, además... -se quedó unos segundos sin decir nada sintiendo su rostro calentarse- ¿recuerdas lo que quería oír primero?

- ¿Eh?

- Quiero escuchar a mi novio recibiendo mucho amor -musitó coqueto- así que, trataré de tener mucho cuidado para poder hacerlo sin lastimarme o... lastimarte a ti.

El castaño soltó un para de risas para luego abrazarlo y esconder su rostro gracias a la vergüenza.

Claro, había olvidado que él... quería escuchar los "sonido de amor". Quizás... si tendría la dicha de obtener lo que quería, después de todo, sería un buen momento para que ambos experimentaran tantas cosas por primera vez, juntos.

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora