CAPÍTULO 35 Maratón 2/?

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Taehyung mantuvo la mirada en el paisaje frente a él mientras pensaba lo que Yoongi le había dicho. Era absurdo aumentar la seguridad, pero, también tenía miedo de que algo malo le sucediera.

¿Por qué su felicidad era tan efímera? Hoy recibió la noticia de que podía recuperar su audición, pero ahora, recibía la noticia de que alguien quería dañar su imagen y probablemente, en un futuro, hacerle daño físico. Todo era posible viniendo de esa familia, nunca lo habían querido en el trono pero no podían desterrarlo sólo así, él era el único heredero real.

¿Qué se supone que debía hacer? ¿Encerrarse de nuevo en su hogar y dejar que sus sirvientes hicieran todo por él? ¿Ya no iba a poder salir a ninguna parte porque había alguien acechando? Tenía 23 años, quería vivir su juventud, quería salir con su novio sin miedo a nada pero ahora... incluso él podía ser víctima de las atrocidades de esas personas.

En ese momento pudo sentir la presencia de alguien a su lado por lo que desvió la mirada hasta encontrarse con su chico notando en su rostro la tristeza y miedo. No iba a dejar que les amargaran la vida. Pudieron arrebatarle a sus padres pero no a la única persona que lo hizo querer vivir de nuevo.

— Tranquilo... —musitó con una pequeña sonrisa sin quitarle la mirada— todo estará bien.

— Tengo miedo...

Taehyung llevó su mano hasta la del adverso dando suaves caricias sin que se notara algo "más allá".

— Nada me pasará. —Susurró—. Fuiste muy valiente al enfrentarte a alguien así, ¿tú no te lastimáste? Déjame ver. —Sonrió alejándose un poco para así observar sus piernas en busca de alguna raspadura.

— Hyung, estoy bien. —Rió algo apenado.

— Ven conmigo... —susurró de nuevo para luego salir de aquel lugar dirigiéndose hasta el baño.

Jungkook con algo de disimulo esperó unos momentos antes de ir tras él para así encerrarse en aquel baño. En cuanto cerró la puerta pudo sentir cómo el mayor lo tomaba de la cintura para así acercarse hasta poder unir sus labios en un casto beso.

Suavemente llevó su mano hasta la mejilla adversa proporcionando algunas caricias, aunque, en ese momento sólo pudo sentir algo húmedo chocar contra la piel en su rostro.

Con algo de curiosidad abrió sus ojos separándose un poco notando cómo Taehyung comenzaba a llorar mientras volvía abrazarlo escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello. Él también estaba preocupado y no entendía por qué estaba llorando, nunca lo hacía frente a alguien pero ahora... ahora ya tenía un hombro que recibiría todas sus lágrimas sin cuestionar la razón.

Desde la llegada de Jungkook, sus sentimientos ya no se reprimían. Si tenía enojo, lo demostraba, si estaba feliz o enamorado, también lo demostraba pero, había algo que le impresionaba incluso a él; ya no lloraba en silencio. Ya no estaba sólo. 

Jungkook al verlo separarse de nuevo mostró una pequeña sonrisa mientras limpiaba aquellas lágrimas.

— Me encargaré de que nada malo pase. Me vi las 12 películas de Rápidos y Furiosos así que... puedo atropellar profesionalmente. —Susurró soltando una pequeña risa al final.

— Yo debo protegerte a ti... —respondió de la misma forma— no quiero perderte.

— No me perderás. —Respondió tomando el rostro adverso con ambas manos para luego dejar besos repartidos—. Siempre estaré aquí, contigo.

Taehyung nuevamente sonrió sintiendo sus mejillas calentarse para luego volver a besarlo siendo un beso mucho más largo que el anterior.

Sin duda alguna sentía que Jungkook había sido un ángel que sus padres habían mandado para que no estuviera triste ni se sintiera sólo. Él le enseñó que aún podía amar, que aún... había una razón para despertar cada mañana y dar lo mejor de él.

Luego de unos minutos sintió el sobresalto del castaño por lo que también se asustó.

— ¡Está ocupado! —Habló Jungkook con una voz mucho más fuerte y varonil luego de escuchar la manecilla moverse.

El mayor sin saber qué ocurría sólo rió al ver cómo Jungkook le hablaba a la puerta. Estaba tan enamorado de ese chico.

Al cabo de unos minutos más, finalmente salieron para así encontrarse con sus amigos quienes ya habían comenzado a comer de aquella carne.

— Jungkook-ah, prueba, prueba. —Habló Jimin con la boca un poco llena mientras extendía aquellos palillos con un poco de panceta—. Nunca había probado una carne tan cara.

— Sabe igual a las demás —Respondió Jungkook masticando aquello.

— ¡Es lo que le digo a Gigi! —Rió.

— ¿Gigi?

— Ya te dije que no me digas así. —Se quejó el azabache tomando un poco de aquella cerveza.

Tanto Jungkook cómo Taehyung mantuvieron una sonrisa al notar la química que había entre aquellos. Nunca habían visto que estos se comportaran de esa forma con alguien más, en especial Yoongi, ¿desde cuando se dejaba dar comida en la boca por alguien más?

— Ah, y la carne no tiene el mismo sabor.

— Claro que sí, Gigi. —Rió tapando su boca.

— Ah, ya te perdimos, soldado. —Musitó Taehyung al ver cómo su amigo se sonrojaba cada vez más.

Parecía que todos tenían hambre pues al momento de probar aquella comida, sus rostros cambiaron. La preocupación, la tristeza, la desesperación e incluso la ansiedad. Todo era mejor cuando se estaba con las personas correctas.

En ese momento Jungkook desvió la mirada hasta su novio al sentir cómo este acariciaba su muslo mientras seguía hablando con Yoongi. Lo estaba haciendo a propósito, ¿no?

— Jungkookie... —llamó Jimin— Dime que aún no has dado tu flor. —Musitó riendo al final.

— ¿Ya vas a empezar con eso? —se quejó sintiendo su rostro calentarse mucho más.

— No, Jungkookie... dime, dime que tu flor está intacta. —Fingió una preocupación muy exagerada.

— ¡Hyung, cállate!

— ¿Tú... flor? —Preguntó Taehyung un poco confundido pensando que había entendido mal.

— No es nada, son cosas tontas de este... oxigenado. —Respondió nervioso.

— ¿¡Oxigenado!?

— Yoongi hyung, ten cuidado con Jimin, puede que su florecita aún no esté preparada para ti. Nunca a tenido novio. —Habló con una sonrisa sintiendo cómo el susodicho comenzaba a pisar su pie cada vez más fuerte.

— Bueno, tendré cuidado con su flor. —Rió aunque su sonrisa se borró al no escuchar más ruido, en su lugar, tenía las miradas de todos.

— ¿Qué...? —musitó Jimin sintiendo sus mejillas ponerse más rojas que el carbón frente a él.

Incluso Taehyung se había quedado sorprendido. Ese no era Yoongi, ¿qué le habían hecho?

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora