CAPÍTULO 62| MARATÓN 1K DE SEGUIDORES | 9/13

298 64 12
                                    

7:00 p.m.

Jungkook seguía comiendo aquella cena sintiéndose un poco mejor después de haber sido consolado por su novio pero, se sentía algo incómodo. Su madre estaba comportándose muy seria y, ella no era así.

— Y... ¿les gusta la comida? —preguntó viendo a sus padres.

— Sí, está muy delicioso —respondió SeungHo llevando más kimchi a su boca— creo que subiré unos kilos de más si sigo aquí —rió.

— Me alegra mucho que le guste —sonrió Taehyung— no se preocupe en pedir lo que quiera.

— Waa... —rió levemente— me sigue sorprendiendo cómo nos entiendes con sólo ver los labios. Yo ni si quiera puedo leer lo que dice aquí —tomó la botella de soju.

— Es una cualidad muy necesaria para mi —respondió sonriente— pero, se me complica cuando no gesticulan bien.

— Mamá... ¿Quieres algo más?, un postre o--

— Iré a dormir ya —interrumpió colocándose de pie— muchas gracias —musitó para luego alejarse de aquel comedor dejando a aquellos 3 en la mesa.

— ¿Discutieron? —preguntó Kook.

— No, creí que ustedes si habían discutido —respondió igual de confuso.

Jungkook suspiró y sólo siguió comiendo sintiéndose triste de nuevo. Estaba tan sensible que, cualquier mínimo gesto de enojo lo hacía llorar.

— Creo que iré con ella —habló el mayor— muchas gracias por la comida, estuvo delicioso —sonrió dando un último trago a aquel soju antes de alejarse del comedor yendo detrás de su esposa.

Jungkook desvió la mirada hasta su comida y fue ahí cuando un pequeño puchero se formó en sus labios y las lágrimas se aproximaron. El nudo en su garganta se hizo presente de nuevo y sólo permaneció en silencio sin ganas de seguir comiendo.

— Jungkookie... —musitó tomando su mano— mi amor, tranquilo, no llores —limpió sus lágrimas con una servilleta— ¿nos vamos para la habitación? —habló en un tono suave.

El menor asintió. 

Ambos se pusieron de pie dirigiéndose hasta su habitación.

Era la primera vez que veía a su pequeño de esa forma y dolía tanto. No sabía qué hacer para que ya no siguiera llorando pero, era muy sensible así que todo lo lastimaba en esos momentos, pero, por suerte lo tenía a él y lo abrazaría hasta que este pudiera estar mejor.

— Tranquilo... —susurró llevándolo hasta la cama en dónde ambos volvieron a abrazarse luego de acostarse— ya no quiero que llores, pequeño, tus ojitos ya están muy irritados —puchereó observando su rostro.

El menor permaneció en silencio cerrando sus ojos dejando que su novio lo acariciara pues eso lo hacía sentir bien pero, todo mejoró al sentir cómo este comenzaba a dar besos en su rostro, algo que causó en él aquella hermosa sonrisa.

— Que bonito te ves sonriendo —musitó colocándose sobre él y al medio de sus piernas— Quiero verte sonreír más y llorar menos.

— Ya... —rió— no lo soy.

— Claro que sí —tomó su mano entrelazando sus dedos— eres muy, muy bonito —susurró acercándose un poco más a su rostro.

— Sólo me ves así porque soy tu novio —soltó su mano para luego pasar sus brazos por alrededor de su cuello.

— Que sí, y si sigues diciendo que no, te voy a besar hasta que te quede claro —sonrió.

— ¿Si? —sintió sus mejillas calentarse— ¿Podrías demostrármelo entonces?

— Con mucho gusto... —susurró.

Poco a poco fue acercándose hasta poder unir sus labios con los de su novio logrando sentir cómo este correspondía al instante.

Con una de sus manos sostuvo parte de su cuerpo con ayuda de sus rodillas y, con la otra, fue acariciando el costado de sus torso hasta llegar a su cintura en donde pudo sentir su cálida piel pues, aquella camiseta se había alzado un poco.

Sus dedos fueron deslizándose poco a poco por debajo de aquella prenda logrando sentir su piel erizarse, algo que lo hizo sonreír en medio de aquel beso pues, era algo... tentador imaginar como su cuerpo reaccionaba ante un suave toque.

Sus caricias fueron bajando de nuevo hasta llegar a uno de sus muslos en donde apretó levemente para así acercarlo un poco más.

Todo iba subiendo de todo y lo que había empezado como un beso tierno y suave, ahora... mantenía un poco más de pasión al punto en que sus corazón y sus respiraciones fueron haciéndose más agitadas. Sus cuerpos rozaban entre sí y... aquella extraña sensación en sus vientres se hizo más grande junto con el deseo de seguir.

Ambos comenzaban a dejarse llevar por el momento, siendo Kim el que más daba placer al menor con aquellos besos sobre su cuello, las caricias en su cuerpo y... los pequeños movimientos al medio de sus piernas queriendo despertar algo más en él.

El menor al notar aquello, quiso detenerlo pero, era difícil, su cuerpo estaba pidiendo más y es que, parecía que sus nervios estaban desapareciendo en cada beso que sentía, no obstante, seguía "intentando" detenerlo. Era una lástima que Kim no pudiera oír sus susurros pidiéndole detenerse pero, gracias a eso, su cuerpo estaba experimentando algo que... nunca antes había sentido.

Su rostro estaba tan sonrojado al igual que sus orejas. Sentía que el calor iba haciéndose cada vez más fuerte y... finalmente sintió algo de pánico al notar que algo en sus pantalones comenzaba a buscar atención.

— Hyung... —llamó colocando una de sus mano en el pecho de este logrando al fin tener su atención— d-deberíamos parar... —musitó sentándose un poco con ayuda de su otro brazo.

— ¿Por qué? ¿No te gusta? —preguntó con aquel tono de voz bajo— lo estabas disfrutando mucho, además... ya dejaste de llorar —sonrió.

— Es que... —tragó saliva sintiéndose tan nervioso— yo... —bajó la mirada por inercia a sus pantalones por un pequeño segundo— tengo un problema.

Taehyung al entender aquello, bajó la mirada logrando esbozar una sonrisa mucho más grande pues, gracias a que estaba al medio de sus piernas, le era difícil ocultarlo más.

— Puedo ayudarte —volvió la mirada a él.

— N-no... no creo que sea bueno —respondió apenado.

— Te dolerá si no lo atiendes —susurró llevando una de sus manos hasta su cabello llevando uno de sus mechones por detrás de su oreja— puedes confiar en mi, sólo... será eso, no habrá nada "más allá" si no lo quieres —sonrió.

— Es vergonzoso...

Kim negó y, sin decir nada más volvió a acercarse a su rostro para así volver a besarlo mientras llevaba su mano hasta sus pantalones de forma suave para no asustarlo. Sabía que él nunca había estado con alguien de una forma mucho más íntima así que... no iba a arruinar su primera vez en manos de otro hombre.

Jungkook en su lugar, sólo correspondió volviendo a acostarse dejando que su cuerpo fuera tocado por aquel chico. Estaba nervioso pero... al notar lo suave que era, sólo cedió y... se dejó llevar.

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora