CAPÍTULO 71

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7:30 a.m.

El sonido de los pájaros cantando entre los árboles cercanos daba esa sensación de que sería un buen día. El cielo estaba tan azul, el viento no era tan frío como otros días; todo parecía que iba a ser uno bueno pero, no fue así.

Los minutos pasaban y aquella chica estaba tan molesta, en su rostro se veía. Estaba tan ansiosa por conocer al Rey Kim, había ensayado qué iba a decir e incluso había practicado el lenguaje de señas como lo recomendó su abuela pero... él simplemente no llegaba.

— Yo... creo que podemos crear la cita otro día —musitó rompiendo el incómodo silencio entre ella y la otra mujer de elevada edad.

— No, no, querida, él seguramente se quedó dormido y--

Justo en ese momento la puerta sonó. La sonrisa en ambas se hizo presente pero, se borró al darse cuenta que solo era uno de los trabajadores de la mayor.

— Mi señora —llamó inclinando su torso levemente— el Rey Kim no vendrá. Acaba de llamar uno de sus cuidadores, mencionó que hoy tuvo visita con el doctor así que no puede--

— ¡Tonterías! —alzó la voz— ¡Diles que lo traigan de una vez!

— No, no, no es necesario. Si fue es porque está mal y necesita que--

— Por favor, niña —volteó a verla de forma despectiva— es por tu bien y por el de todo el país. Tú mereces estar con él, no importa si está hasta hospitalizado. Se le dio una orden y tanto como Rey o como mi nieto, debe venir —bufó molesta.

La azabache sintiendo demasiada incomodidad solamente permaneció en silencio volviendo a tomar asiento. Escuchaba atenta los mandamientos de aquella mujer y se preguntaba cómo podía darle órdenes al mismísimo Rey de Corea. Podía entender que era un momento importante pero, ante todo estaba la salud del susodicho.

Sin saber qué más decir suspiró profundo para luego recostarse sobre aquel sofá viendo hacia el cielo. Estaba aburrida de estar ahí esperando. Quería volver a su casa.

•    •    •

Jungkook permanecía en silencio observando lo que aquel médico hacía en su novio. Estaba tan atento a cualquier gesto de dolor que temía que algo malo sucediera pero, él estaba tranquilo.

Anteriormente se le había dicho las razones del por qué debía ponerle el aparato esa misma mañana. Se habían adelantado media semana pero, ¿qué diferencia había en 3 días antes?

— Bien —habló al fin aquel doctor— parece que sus heridas sanaron de forma perfecta —sonrió—. Los cuidados fueron los causantes de esto además del reposo que tuvo. Me alegra que no se haya sometido a movimientos bruscos o sonidos muy fuertes cerca de sus oídos.

— ¿Entonces si se podrá colocar el aparato?, ¿él podrá oírme? —sonrió.

— Así es, permitame unos momentos —musitó.

Jungkook asintió. En cuanto la puerta se cerró, se acercó al castaño para luego tomarlo de las mejillas y dejar un pequeño beso sobre sus labios haciéndole entender que todo estaba bien, y que en un par de segundos, mejoraría.

— Te dije que ya estaba bien —susurró el mayor sonriente.

¿Estás listo para escucharme?

En cuanto Taehyung asintió, la puerta se abrió de nuevo. Aquel médico se adentró y colocó ciertos artefactos sobre una pequeña bandeja que su asistente sostenía. Tomó con cuidado cada uno para luego acercarse al susodicho.

Todos estaban nerviosos, ¿realmente funcionaría? Esto sería un gran paso en la vida del Rey, algo que cambiaría su vida de ahora en adelante.

— Bien, ahora... —terminó de acomodar aquel aparato sobre el costado de la cabeza.

En cuanto se alejó, todos permanecieron en silencio por órdenes del mismo castaño. Fue ahí cuando las miradas se centraron en Jungkook quien con timidez se acercó de nuevo.

Su mirada se desvió al médico quien con una sonrisa le hizo una señal con la cabeza de que podía hablar al fin. ¿Esto realmente estaba pasando?, ¿el mes ya había culminado?

Por otro lado, Taehyung sentía sus manos temblar, su corazón se aceleró y  su mirada permanecía fija en su novio.

— Hola, Taehyungie —musitó con una voz totalmente dulce— esta... esta es mi voz.

Todo permaneció en silencio por unos segundos, algo que alarmó a los especialistas en aquella sala pero, al ver como el chico comenzaba a llorar de felicidad con una mirada que desbordaba tanto sentimiento, se tranquilizaron y supieron que todo había funcionado perfectamente.

— Los dejaremos solos —musitó el médico saliendo junto con la enfermera que se encontraba a su lado.

En cuanto la puerta se cerró nuevamente, Taehyung se acercó por completo a su novio tomándolo entre sus brazos mientras lloraba sin control alguno, logrando al fin escuchar su propia voz.

— Hyung... —susurró con miedo de herirlo— ¿si puedes escuchar bien mi voz? —preguntó con la voz temblorosa debido a las lágrimas.

El castaño se separó un poco para poder observar su rostro y asintió con una enorme sonrisa.

— ¿Podrías hablarme un poco más? —pidió.

Jungkook sintiendo su rostro enrojecer asintió a pesar de que todo lo que había practicado ya se había borrado de su mente, pero... algo se le ocurrió, ¿y eso podría ser mucho más lindo en sus primeros minutos de audición?

No limit in the sky that I won't fly for ya, no amount of tears in my eyes, that I won't cry for ya —sorbió su nariz tratando de sonar mejor pero, era difícil cuando no podía dejar de llorar— 
With every breath that I take, i-i want you to share that air with me... there's no promise that I won't keep —tragó saliva— i'll climb a mountain, there's none too steep...

Taehyung permaneció perplejo sin poder borrar aquella sonrisa. Su corazón parecía querer salirse de su pecho, sus manos temblaban mucho más y su mirada seguía fija en el rostro adverso.

— Me imaginaba que tu voz era linda —limpió sus lágrimas— pero... resultó ser preciosa —musitó.

— ¿Te gusta?

— Me encanta.

Jungkook sin saber cómo esconder sus rojizas y regordetas mejillas simplemente se acercó lo suficiente para poder abrazarlo y quedarse así por unos cuantos segundos hasta que ambos pudieran tranquilizarse ante tan alta emoción. Incluso el menor creía que se le iba a bajar el azúcar, y lo malo es que no había ninguna coca cola cerca.

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora