CAPÍTULO 21

726 134 77
                                    

11:45 p.m.

Taehyung estacionó el auto frente aquel bar que Jungkook le había mencionado. Se quedó unos momentos dentro del vehículo hasta que por fin pudo divisar al susodicho salir junto a 4 personas más y entre ellas, Jimin. No tenía ningún resentimiento con él pero no podía asegurar que le caía del todo bien, ni siquiera habían cruzado palabras alguna vez, de hecho, era la tercera vez en que lo veía.

Luego de unos segundos finalmente salió para así poder ver al castaño con una gran sonrisa en su rostro frente a la puerta de aquel lugar. Le hacía feliz verlo así, notaba en él que se había divertido y de alguna forma... también quería vivir eso, aunque era algo un tanto... difícil de lograr.

— ¡Hyung! —Exclamó feliz el peliazul para luego correr un poco hasta él y así abrazarlo—. Si viniste por mi.

— Jungkook... ¿Por qué le hablas? ¿No que es... sordo? —susurró Hoseok algo apenado.

— Si, pero, puede leer los labios. Así puedes comunicarte con él. —Explicó.

Taehyung no pudo evitar sonreír al verlos inclinarse ante él. A veces olvidaba cuál era su puesto en aquel país y a decir verdad, no le gustaba en cierta parte. No podía ser él mismo.

Muchas veces lo veían cómo una persona altanera debido a su poder pero era todo lo contrario. Su rostro quizás no expresaba tanto pero al momento en que tomaba confianza, era diferente.

Por otro lado Jimin no podía dejar de ver la forma en que este abrazaba a su amigo ¿Era necesario mantener su brazo sobre la cintura de él? Sabía que también lo estaba provocando pero no le daría el gusto de verlo mal de nuevo y no quería volver a arruinar las cosas con su amigo.

Hoseok al darse cuenta de esto rápidamente despidió a aquella pareja para así tomar a sus amigos y salir de aquel lugar. Se sentía la tensión en el aire y más cuando aquellos dos no quitaban la mirada entre ellos; la de Taehyung demostraba burla y poder mientras que Jimin sólo estaba conteniéndose para no hacer otro show ahí de nuevo pues al final él era el único que salía perdiendo.

— Hermano, contrólate. Él es--

— ¡Sé quién es! —alzó la voz demostrando que estaba molesto—. Sé quien es, Hoseok... —suspiró—. Pero me molesta que... de igual forma, él seguirá ahí, con él. No volverá conmigo, cómo... antes. —Bajó la mirada.

— Pues es tu culpa. —chasqueó con los dientes al final—. ¿Quién te pidió que golpearas al principito? Nadie, así que ahora te tragas tu coraje y aprendes a llevar las cosas en paz. —Habló Kang.

— Ustedes no me entienden... —musitó observando a todos para luego sólo salir caminando por un camino adverso.

Hoseok suspiró y sólo se despidió de los demás para así ir detrás del rubio. No quería que hiciera una tontería de nuevo. Habían estado tan bien todos antes pero entendía que era difícil contener los celos frente a alguien así.

Por otro lado, luego de unos 20 minutos, Kim y Jeon finalmente volvieron al palacio.

Mientras caminaban hasta sus habitaciones, el menor no dejaba de contarle lo que había pasado, cuanto había comida y cuanto se había divertido.

Taehyung prestaba atención a cada una de las cosas que decía comenzando a sentirse un poco triste. También quería amigos para hacer esas cosas, en cambio, sólo se quedaba encerrado en aquellas cuatro paredes sintiéndose sólo e... infeliz.

— ¿Hyung? —preguntó notando la mirada triste que éste le dedicaba—. Lamento haber tardado tanto...

— No hay por qué disculparse.

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora