CAPÍTULO 57 | MARATÓN 1K DE SEGUIDORES | 4/13

301 64 25
                                    

El frío iba haciéndose cada vez más fuerte. La oscuridad parecía hacerse cada vez más grande y aquella presión en su pecho sólo lo hacía querer llorar al punto en que su cabeza parecía explotar y las ganas de vomitar eran tan insistentes.

Sus ojos estaban tan hinchados que ni siquiera podía mantenerlos abiertos, la fiebre era tan alta pero, nada de eso dolía más que aquellas voces en su cabeza repitiéndole que había sido un estúpido y que todo lo que estaba pasando era su culpa, absolutamente todo.

Yoongi no contestaba sus llamadas, Hoseok tampoco daba señales, Kang estaba tan ocupado con sus cosas, no sabía absolutamente nada de SongJi y Jungkook... él ni siquiera quería verlo.

Todos parecían abandonarlo cuando él siempre estuvo ahí, los ayudó en sus peores momentos, estuvo en los mejores y dio siempre su amor hacia cada uno al igual que su apoyo, pero ahora, nadie estaba ahí para él... nadie lo llamaba, nadie... parecía importarle él.

Había perdido su trabajo, había faltado a la universidad. No quería salir de su casa, no quería seguir siendo lastimado por todos pero, también estaba lastimándose así mismo quedándose ahí esperando a que la vida le solucionara sus problemas. No era así pero, estaba tan triste que el único pensamiento en su mente fue que todos estarían mejor sin él.

;

Se levantó de aquella cama y nuevamente fue hasta el baño para así volver a vomitar. Cayó de rodillas frente al retrete y con algo de fuerza, sacó sólo el agua que había estado bebiendo pero, sus ojos se abrieron al ver aquellas manchas rojas.

— No puede ser... —susurró para sí mismo— volvió a ponerse de pie luego de presionar el botón para que todo se fuera.

Se acercó al espejo y pudo observarse de nuevo. Se veía tan mal, no había comido nada desde hace como 3 días, no había dormido, no... no estaba bien.

Volvió a su habitación y tomó otra vez su teléfono para así poder marcar al número de su madre.

Estaba tan asustado, estaba entrando en pánico y temía hacer una locura. No estaba pensando bien. Tenía tanto miedo de morir pero, le dolía tanto mantenerse con vida. Estaba sólo en un lugar que no terminaba de conocer, sin su amigo, sin Jungkook.

¿Hijo?

M-mamá —titubeó sollozando— Mamá tengo miedo.

¿Qué?, ¿qué pasó, mi amor?, ¿dónde estás?, ¿estás bien?

— Hice... algo que nunca debí hacer, todos... t-todos se alejaron de mi y fue mi culpa —balbuceó entre el llanto— arruiné todo con Jungkook, estoy sólo y-y —tomó aire— tengo miedo, mamá, por favor... vengan por mi, vengan por mi pronto o sino... —tragó saliva— ya nunca podré salir de aquí.

¿A qué te refieres? —preguntó asustada— mi amor, tranquilo, respira profundo, todo estará bien, ¿de acuerdo? Yo... —suspiró— saldré de inmediato, iré por ti, cariño.

— No quiero dejar a Jungkook... —musitó triste— Jungkook no quiere verme mamá, fui un estúpido, hice... hice lo que me dijiste, confié en mi corazón y-y... cometí error tras e-error —sorbió su nariz— le hice daño, mamá.

Jiminnie...

— Quiero que me perdone pero no quiere ni saber de mi —tomó aire de nuevo— lo perdí, mamá, lo perdí... —lloró con tanto dolor.

Cariño, escúchame... n-no... no hagas ninguna tontería, ¿de acuerdo?, ya voy por ti, llegaremos por ti, mi vida, todo se arreglará. Vuelve a casa, deja todo eso de lado y vuelve a iniciar de 0, ¿te parece?, aquí estamos nosotros, tu padre y yo nunca te abandonaremos —habló llorando— esto sólo es un... s-sólo es un obstáculo más pero, te juro que te ayudaremos a superarlo. Pásame tu dirección...

No quiero causarles problemas a ustedes —limpió su rostro— sería mejor si... —tragó saliva.

Jimin, dame tu dirección, iremos por ti, ya estamos saliendo, por favor.

Te amo, mamá... —bajó la mirada hasta aquella navaja en su mano— dile a papá que lamento no ser lo que él siempre quiso.

¡Hijo, por favor!

Siempre los amé y los amaré... —musitó— los amo demasiado, por favor, perdónenme.

¡No! ¡Cariño, por fav--

La llamada finalizó.

Park dejó el teléfono a un lado y, cómo acto seguido fue hasta el baño dónde la luz era mucho mejor pues, ahí podría ver perfectamente sus venas.

¿Estaba siendo un estúpido? Sí, pero ese estúpido... ya no iba a molestar a nadie más, ya no iba a ser una carga para absolutamente nadie.

Todos parecían haberlo borrado de sus vidas, ahora lo haría realidad, no quedaría nada de él, sólo... un cuerpo inerte en aquel pequeño cuarto de baño.

Llevó aquella navaja perfectamente a aquella vena bajo su piel. Hizo una leve presión sintiendo y viendo cómo sus manos comenzaban a temblar del miedo, quería... clavarlo pero... no pudo.

Tiró aquel objeto lejos de él y, entrando en un ataque de pánico, se arrinconó en aquel baño comenzando a hiperventilar. Todos sus males, parecían haberse incrementado y el sentimiento de miedo y vértigo, lo rodeó. No sabía qué más hacer.

— 1... 2... 3... —susurró abrazándose así mismo con la mirada en el suelo— 4... —tragó saliva— 5... 6... 7.

7 segundos pasaron, 7 segundos que se sintieron una eternidad, 7 segundos... que parecían estarlo a su muerte, una muerte segura; completamente sólo. 



Completamente sólo.

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora